Los gobiernos y funcionarios de todo el mundo condenaron la decisión del gobierno de Hong Kong de retrasar las próximas elecciones, diciendo que era el último agravio a las libertades de la ciudad por parte de Beijing.
«El mundo ha observado el continuo y creciente abuso del Partido Comunista Chino a las libertades y autonomía de Hong Kong», dijo el senador Marco Rubio (R-Fla.) a The Epoch Times en un correo electrónico del 31 de julio.
El viernes, la líder de Hong Kong, Carrie Lam, anunció la decisión de posponer la elección de septiembre del Consejo Legislativo dentro de un año, citando un aumento de los casos del virus locales. Hong Kong registró aumentos de tres dígitos en los casos del COVID-19 por décimo día consecutivo, con 121 casos nuevos registrados el viernes.
Rubio dijo que Beijing estaba explotando la pandemia del virus para «rehacer Hong Kong a su imagen» y que «las libertades políticas de los hongkoneses están siendo aplastadas diariamente».
En una conferencia de prensa el viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, condenó el aplazamiento de las elecciones, diciendo que la acción «socava los procesos democráticos y las libertades que han sustentado la prosperidad de Hong Kong» y es «solo la más reciente de una creciente lista de promesas incumplidas por parte de Beijing».
La medida asestó un golpe al campo local prodemocracia, que esperaba ganar la mayoría de los escaños en la legislatura. A mediados de julio, más de medio millón de hongkoneses acudieron a las urnas en una primaria no oficial organizada por activistas a favor de la democracia, una participación que se consideró como una protesta simbólica contra la ley de seguridad nacional.
Como reacción al aplazamiento de las elecciones, Alemania suspendió su tratado de extradición con Hong Kong. Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda habían finalizado previamente sus acuerdos con Hong Kong tras la imposición de una amplia ley de seguridad nacional por parte de Beijing.
La ley entró en vigor el 1 de julio, en el 23° aniversario de la transferencia de soberanía de Hong Kong del gobierno británico a China.
El jueves, las autoridades locales descalificaron en masa a una docena de destacados activistas prodemocracia para que no se presentaran a las elecciones. Chris Patten, el último gobernador británico, describió la medida como «una indignante purga política». Y el 29 de julio, el nuevo departamento de seguridad nacional de la policía de Hong Kong hizo sus primeros arrestos, deteniendo a cuatro activistas estudiantiles por publicar «mensajes problemáticos» que abogaban por la independencia en las redes sociales.
Los recientes acontecimientos en Hong Kong «representan una nueva violación de los derechos de los ciudadanos de Hong Kong», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania en un comunicado en Twitter.
Horas después que Lam hiciera el anuncio, la policía de Hong Kong emitió órdenes de arresto contra seis activistas democráticos que se encuentran actualmente en el extranjero, entre ellos Nathan Law y el exempleado consular británico Simon Cheng, acusándolos de violar la ley de seguridad nacional.
Law, quien actualmente se encuentra en Reino Unido, dijo que esperaba que llegara tal día cuando huyera de Hong Kong en medio de una creciente invasión china, pero que «esto se convierte en una realidad que todavía me decepciona, me incapacita y me asusta».
«¿Quién puede disfrutar de la libertad del miedo frente a la poderosa maquina política de China?», dijo en Twitter. Law agregó que dejó de contactar a sus familiares desde que dejó la ciudad y que también cortará los lazos con ellos.
«Los arrestos, las descalificaciones, los boletines de búsqueda son indicios de nuestra necesidad de permanecer activos en el escenario mundial», continuó. «El hecho de que Hong Kong no tenga lugar para opiniones tan moderadas como las nuestras subraya lo absurdo del dominio comunista chino».
La decisión del gobierno de Hong Kong también provocó un torrente de críticas de Estados Unidos en Twitter. El diputado Vicente Gonzalez (D-Texas) lo calificó como una «pendiente resbaladiza hacia el autoritarismo», mientras que el senador Rick Scott (R-Fla.) dijo que mostraba el patrón de represión del régimen chino.
«Ya sea que las elecciones sean mañana o dentro de un año, el deseo [de Hong Kong] de democracia no se desvanecerá», escribió.
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Hong Kong: reprimen las nuevas protestas contra ley de “seguridad” china
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