La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y otros grupos presentaron una demanda en nombre de Black Lives Matter y varios individuos contra la administración Trump el jueves, alegando que los funcionarios habían violado los derechos civiles de los manifestantes al llevar a cabo medidas de aplicación de la ley para dispersar a las multitudes de manifestantes cerca de la Casa Blanca el 1 de junio.
Los manifestantes fueron dispersados del parque cercano a la Casa Blanca el 1 de junio alrededor de las 6:30 p.m., con la policía empleando gases lacrimógenos y gas pimienta, antes del toque de queda de 7 p.m. a 6 a.m. impuesto por la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.
Alrededor de las 7:00 p.m., el presidente, Donald Trump, cruzó el parque Lafayette de la Casa Blanca a la iglesia de St. John y sostuvo una biblia.
El corto viaje a la iglesia y de regreso a la Casa Blanca—acompañado por altos funcionarios, junto con agentes del Servicio Secreto y reporteros—se produjo después de que Trump anunciara en una conferencia de prensa que estaba desplegando personal militar y otros activos federales para sofocar las actividades violentas en Washington.
En un comunicado, la ACLU describió las medidas policiales para evacuar a los manifestantes de la zona como una «carga coordinada y no provocada contra la multitud de manifestantes».
La demanda (pdf), presentada en la corte federal de Washington, alegaba que Trump y el fiscal general, William Barr, «ordenaron el uso de la violencia contra los manifestantes pacíficos que se manifestaban en contra de la brutalidad policial discriminatoria contra los negros».
La demanda se presentó en nombre del grupo Black Lives Matter D.C. y de los manifestantes individuales que estaban presentes. Fue presentada por la ACLU del Distrito de Columbia, el Comité de Abogados de Washington para los Derechos Civiles y Asuntos Urbanos, el Comité de Abogados para los Derechos Civiles bajo la Ley, y el bufete de abogados de Arnold & Porter.
«El 1 de junio de 2020, un grupo de manifestantes, incluidos los demandantes, se reunieron pacíficamente en el parque Lafayette para protestar por las graves injusticias sistémicas perpetradas por las fuerzas del orden contra los negros en Estados Unidos», dice la demanda.
Más adelante añade: «Sin provocación, los demandados ordenaron a sus agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos, la Policía de Parques de Estados Unidos, la Guardia Nacional de Washington y la Policía Militar de Estados Unidos que dispararan gases lacrimógenos, cápsulas de gas pimienta, balas de goma y bombas de flash contra la multitud para hacer añicos la reunión pacífica, obligando a los manifestantes a huir de la zona. Muchos manifestantes pacíficos resultaron heridos, algunos de gravedad, por este ataque no provocado».
Según la versión de los hechos del jefe en funciones de la policía de parques de EE.UU. Gregory T. Monahan, alrededor de las 6:30 p.m. del 1 de junio, los «manifestantes violentos» se habían vuelto «más combativos», «intentaron agarrar las armas de los oficiales» y «continuaron lanzando proyectiles» que incluían «ladrillos, botellas de agua congelada y líquidos cáusticos». Fue después de tales acciones que la policía desplegó botes de humo y bolas de gas pimienta para ayudarles a evacuar a los manifestantes de la zona, dijo en un comunicado el 2 de junio. También negó la afirmación de que los oficiales usaron gas lacrimógeno.
Los agentes de policía también habían encontrado «escondites de botellas de vidrio, bates de béisbol y postes de metal escondidos a lo largo de la calle», y que «la inteligencia había revelado llamadas a la violencia contra la policía», según Monahan. Para detener la violencia, el USPP siguió «la política establecida» y emitió tres advertencias por un altavoz diciendo a los manifestantes de la calle H que abandonaran la zona, dijo Monahan.
Barr dijo el jueves que se reunió con otros oficiales de la ley el 1 de junio y decidió que necesitaban extender un perímetro de seguridad alrededor de la Casa Blanca para proteger a los agentes federales «a los que se puede llegar con proyectiles desde la calle».
Dijo que esperaba que el perímetro fuera modificado a primera hora de la tarde, pero cuando llegó por la noche, se enteró de que no se había hecho y ordenó a los agentes del orden que tomaran medidas.
Barr añadió que la policía pidió a los manifestantes que abandonaran la zona en varias ocasiones y solo actuó cuando la multitud se negó a irse.
El consejero de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, dijo a los periodistas el 2 de junio que «había un plan para ampliar el perímetro de la calle H a la calle I, basado en los hechos ocurridos la noche anterior».
Floyd murió después de que un policía de Minneapolis se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos durante un arresto el 25 de mayo. La muerte de Floyd y los acontecimientos que la precedieron provocaron protestas nacionales que expresaban el dolor por la brutalidad policial. Pero en muchos casos, los actos de violencia, los incendios y los saqueos han empañado las manifestaciones inicialmente pacíficas.
Los funcionarios federales, incluido el fiscal general, William Barr, dicen que creen que esas actividades violentas han sido impulsadas y coordinadas por agitadores y radicales externos.
Trump el 1 de junio anunció que su administración designará a Antifa como grupo terrorista. Abreviatura de antifascista, Antifa es un término que engloba a los grupos de extrema izquierda que tratan de utilizar la violencia para silenciar a sus oponentes.
Trump también elogió a la Guardia Nacional por haber terminado con el caos en Minneapolis que, según él, estaba dirigido por «anarquistas liderados por Antifa, entre otros».
«Quiero que los organizadores de este terror sepan que se enfrentarán a severas penas criminales y largas condenas en la cárcel. Esto incluye a Antifa y a otros que son los principales instigadores de esta violencia», dijo Trump en su momento.
Debido a las actividades violentas en toda la nación, la Guardia Nacional ha sido desplegada en al menos 29 estados de Estados Unidos a petición de los gobernadores, y el Pentágono ha trasladado unas 1600 tropas al área de Washington.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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