El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, mantuvo el 17 de junio una conversación «sincera» con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, en Beijing, informaron ambas partes al inicio de una visita de dos días que ha suscitado críticas, ya que expertos y legisladores estadounidenses afirman que visitar China supone un error.
Blinken, el funcionario estadounidense de más alto nivel que pisa China desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en 2021, es el primer secretario de Estado en hacer la visita desde 2018, cuando su predecesor, Mike Pompeo, viajó por un día.
Qin saludó a Blinken en la Casa de Huéspedes del Estado de Diaoyutai, en Beijing. Ambos charlaron brevemente y se estrecharon la mano antes de dirigirse a una sala de reuniones. Ninguno de los diplomáticos hizo comentarios ante los periodistas.
El viaje de Blinken a Beijing marca el último de una serie de esfuerzos de Washington para comprometerse con China, aunque el régimen comunista se ha resistido en gran medida a los intercambios bilaterales a nivel militar.
Durante su reunión de cinco horas y media, Blinken «hizo hincapié en la importancia de la diplomacia y de mantener abiertos los canales de comunicación en toda la gama de cuestiones para reducir el riesgo de percepciones erróneas y errores de cálculo», declaró Matt Miller, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado publicado tras la reunión.
«El Secretario planteó una serie de cuestiones de interés», dijo Miller sin especificar.
Blinken invitó a Qin a visitar Washington, y «acordaron programar una visita recíproca en un momento adecuado para ambas partes», dijo Miller.
Tanto los funcionarios estadounidenses como los chinos describieron sus reuniones como conversaciones «sinceras» y «constructivas», aunque los observadores externos señalaron las escasas expectativas de que se produjeran avances importantes incluso antes de sus conversaciones.
El viaje no “producirá ningún acuerdo gradual o resultados específicos”, le dijo a The Epoch Times el 15 de junio Chen Lijian, un comentarista de China radicado en EE.UU. Él cree que la causa es el Partido Comunista Chino (PCCh), que tiene una estructura de poder en forma de pirámide donde todas las decisiones provienen en última instancia del máximo líder, Xi Jinping.
Mientras tanto, Xi ha intensificado sus esfuerzos para preparar al ala militar y a la población del partido para el conflicto. El 30 de mayo, Xi dijo a los funcionarios de la comisión de seguridad nacional del partido que “deben estar preparados para los peores escenarios y escenarios extremos, y estar listos para resistir la gran prueba de fuertes vientos, aguas agitadas e incluso tormentas peligrosas”.
Xi ha prometido en repetidas ocasiones anexionar Taiwán, una isla autogobernada que el PCCh considera territorio propio, y no ha descartado ordenar una guerra para lograr ese objetivo. En los últimos años, Taiwán ha soportado una escalada de acoso militar por parte de Beijing, que sigue enviando aviones de guerra que vuelan cerca de sus costas con regularidad. En 2022, China envió 1727 aviones militares a la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, frente a los 960 de 2021 y los 380 de 2020, según AFP citando datos del ministerio de Defensa de la isla.
Washington, sin embargo, mantiene sólidos lazos con el Taiwán, un país democrático, bajo un marco establecido en la Ley estadounidense de Relaciones con Taiwán, que le obliga a proporcionar a Taipei los medios para defenderse.
A principios de este mes, un buque de guerra de la armada china estuvo a 150 yardas de colisionar con un destructor estadounidense durante una misión de navegación conjunta entre Canadá y Estados Unidos a través del estrecho de Taiwán, según el ejército estadounidense. Washington calificó la maniobra naval como «insegura», mientras que Beijing defendió sus acciones acusando a los «países implicados» de provocar riesgos deliberadamente.
Durante la reunión del domingo, Qin describió que Taiwán «es el centro de los principales intereses de China», es «la cuestión de mayor trascendencia» y «el riesgo más destacado» en las relaciones entre Estados Unidos y China, según la lectura del ministerio de Asuntos Exteriores de
Aunque el régimen comunista planteó una postura cada vez más beligerante, los analistas sugirieron que debe aceptar la visita de Blinken para apuntalar las relaciones, dado que su recuperación económica posterior al COVID está perdiendo impulso, la tasa de desempleo juvenil alcanzó un récord y al parecer las inversiones extranjeras están disminuyendo ante la represión regulatoria del régimen.
“Si el PCCh se pelea por completo con Estados Unidos, o incluso se dirige a un conflicto, casi todos los inversionistas extranjeros se irían del continente, que es una situación que el PCCh no quiere experimentar” dijo Li Linyi, comentarista de asuntos sobre China.
Chen también agregó que el régimen chino no puede seguir creciendo sin Estados Unidos.
Blinken tiene previsto tener una cena de trabajo con Qin el domingo por la noche en el lujoso complejo de Beijing. Se espera que tenga una reunión con el principal diplomático de China, Wang Yi, el 19 de junio.
Queda por ver si mantendrá conversaciones con Xi, quien el viernes se reunió con el cofundador de Microsoft, Bill Gates, en Beijing.
Blinken había dicho anteriormente que su viaje a China tenía como objetivo aprovechar la “discusión productiva” que tuvieron el presidente Joe Biden y Xi en noviembre, cuando los dos líderes se reunieron al margen de la cumbre del G-20 en Bali, Indonesia.
Sin embargo, su viaje originalmente programado a China en febrero se pospuso después del descubrimiento de un globo de vigilancia chino que volaba sobre varios estados, antes de que el ejército estadounidense lo derribara. En ese momento, Blinken dijo que el incidente “creó las condiciones que socavan el propósito del viaje”.
El globo espía no es el único incidente reciente que pone de manifiesto la agresión de China contra Estados Unidos. Aproximadamente una semana antes de que Blinken aterrizara en China, el gobierno de Biden reveló que China ha estado operando una base con capacidad para recoger información de inteligencia en Cuba.
Varios legisladores republicanos han emitido declaraciones en las que cuestionan el motivo de la actual visita de Blinken.
“En lugar de condenar los comportamientos descaradamente agresivos del Partido Comunista Chino, el secretario Blinken anunció que legitimará la continua subversión del PCCh a nuestra soberanía con una próxima visita oficial», dijo la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, Elise Stefanik (R-N.Y.), el 16 de junio. «El secretario Blinken y la Administración Biden deben cesar inmediatamente en su débil y desesperada búsqueda de un ‘deshielo’ en las relaciones con el PCCh”.
La senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.) dijo el 17 de junio que la administración Biden no debería tratar de apaciguar a China dadas las intenciones del régimen comunista contra Estados Unidos.
“Xi Jinping ya ha dejado muy claras sus prioridades: Quiere dominar a Estados Unidos, y una reunión solo le dará a su partido más municiones para avergonzarnos en el escenario mundial”, dijo Blackburn. “El presidente Biden debería, en cambio, centrarse en construir un ejército fuerte que pueda competir con la búsqueda de dominación global del PCCh”.
Días antes de que Blinken partiera hacia China, el subsecretario del Departamento de Estado, Daniel Kritenbrink, le dijo a la prensa: “No vamos a Beijing con la intención de lograr algún tipo de avance o transformación en la forma en que nos tratamos entre nosotros”.
“Esta no es una visita en la que anticiparía una larga lista de resultados”, agregó Kritenbrink.
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Michael McCaul (R-Texas), le pidió a Blinken que imponga sanciones a los funcionarios del PCCh.
“La administración Biden está retrasando las acciones de seguridad nacional de EE.UU. para perseguir conversaciones infructuosas con el PCCh”, dijo McCaul el 14 de junio. “El secretario Blinken debe impulsar las sanciones y los controles de exportación y priorizar la protección de los intereses estadounidenses durante las conversaciones con los funcionarios del PCCh”.
“Posición de debilidad”
Alex Gray, miembro principal del Consejo de Política Exterior de Estados Unidos y exjefe de personal del Consejo de Seguridad Nacional, cuestionó por qué Blinken querría reunirse con funcionarios chinos ahora, dados los continuos comportamientos atroces de China, como el incidente relacionado con el globo espía chino.
“En este momento, creo que Beijing percibe razonablemente que Estados Unidos opera desde una posición de debilidad”, le dijo Gray a NTD, el 16 de junio.
“La razón por la que estoy tan preocupado por eso es que el presidente Biden y el secretario Blinken han actuado continuamente como si una reunión con Xi Jinping o con quien sea la contraparte china fuera lo más importante en su agenda”, agregó.
“No tiene sentido que Estados Unidos parezca estar pidiendo una audiencia con el secretario general del Partido Comunista”, agregó Gray, refiriéndose a uno de los títulos oficiales de Xi.
Gray dijo que pensaba que la reciente revelación de la existencia de una base china en Cuba entorpecería las conversaciones entre ambos países. El hecho de que no haya sido así es importante, añadió.
“Yo creo que la realidad es que la administración Biden está subordinada al lobby del cambio climático en el Partido Demócrata, que no considera a Beijing desde una perspectiva estratégica, militar o económica, sino desde una perspectiva del cambio climático”, dijo Gray.
El enviado de Biden para el clima, John Kerry, ha dicho que Estados Unidos necesita a China en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, algunos expertos se han pronunciado sobre cómo China en realidad no tiene intención de ayudar a Occidente en esta cuestión.
En cuanto a la visita de Gates a China, Gray dijo que el gigante del software “no se ha dado cuenta de que tratar de operar en el ámbito de la seguridad nacional en Estados Unidos, mientras opera en el ámbito económico en China, no es compatible”, según Gray.
“Si desea operar como proveedor de confianza para el ejército de Estados Unidos, para la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, para la seguridad económica de Estados Unidos, tiene que tomar una decisión sobre si es ahí donde quieres estar, o quiere estar haciendo lo que Microsoft está haciendo», continuó Gray. «¿Quieres estar operando como socio del Partido Comunista Chino?”
Robo de Propiedad Intelectual (PI)
Existe la expectativa de que la visita de Blinken allane el camino para más reuniones bilaterales en los próximos meses, incluidos posibles viajes de la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, y la secretaria de Comercio, Gina Raimondo. También podría preparar el escenario para reuniones entre Xi y Biden en cumbres multilaterales más adelante en el año.
Pero Frederic Rocafort, un abogado especializado en propiedad intelectual (PI) y exdiplomático estadounidense, le dijo a NTD el 16 de junio que la visita se trataba principalmente de evitar que los lazos bilaterales “se descarrilaran”.
El continuo compromiso de China con el robo de propiedad intelectual es una de las razones detrás de la ruptura entre las dos naciones, según Rocafort.
“Cuando hablamos de robo de propiedad intelectual, nos referimos a una variedad de acciones por parte de las autoridades chinas”, dijo. “Estamos hablando de empresas de todos los tamaños que están siendo atacadas. Oímos con más frecuencia sobre las empresas más grandes, sobre los casos más jugosos en los que se está robando tecnología de punta. Pero también pueden afectar a empresas mucho más pequeñas”.
En noviembre de 2022, un oficial de inteligencia comunista chino fue sentenciado a 20 años en una prisión federal, luego de ser declarado culpable de un plan para reclutar espías y robar tecnología de aviación estadounidense sensible para China.
La Comisión sobre el Robo de Propiedad Intelectual Estadounidense estimó en 2017 (pdf) que la economía de EE.UU. sufre una pérdida anual de entre USD 225,000 millones y USD 600,000 millones debido al robo de propiedad intelectual de China cada año.
“También es importante tener en cuenta que no todos los robos, por así decirlo, tendrán lugar a manos de un actor estatal, aunque ciertamente hay algo de eso sucediendo», agregó Rocafort, explicando que el robo de PI de China es un problema de múltiples facetas.
“A veces, lo que sucede es que la inacción del gobierno o el entorno creado por las autoridades pueden crear un entorno en el que los actores privados pueden salir y tomar la propiedad intelectual de empresas estadounidenses y extranjeras”.
Mimi Nguyen Ly contribuyó a este artículo.
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