Un trío de estados occidentales está ampliando el acceso a las dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19 mientras lidian con el aumento de las hospitalizaciones a pesar de las reglas estrictas y las altas tasas de vacunación.
Funcionarios de California, Colorado y Nuevo México dijeron esta semana que cualquier adulto que haya recibido las dosis de de Moderna o Pfizer hace al menos seis meses o la dosis única de Johnson & Johnson hace al menos dos meses puede recibir una dosis de refuerzo.
“Recomiendo encarecidamente a todos los residentes de Nuevo México que se inscriban hoy para recibir una dosis de refuerzo; tenemos citas disponibles y estamos listos para vacunar”, dijo la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, una demócrata, en un comunicado.
Los estudios han demostrado que la protección de la vacuna contra la infección disminuye con el tiempo, lo que lleva a los funcionarios de salud federales a otorgar una autorización de emergencia para los refuerzos de las tres vacunas aprobadas para su uso en los Estados Unidos.
También hay preocupaciones sobre la erosión de la protección contra enfermedades graves, particularmente porque los hospitales en algunos estados ven disminuir su capacidad debido a los pacientes con COVID-19 y otros factores, incluida la pérdida de trabajadores sanitarios por los mandatos de la vacuna COVID-19.
California impuso una de las reglas más estrictas de la nación durante la pandemia de COVID-19. Nuevo México es uno de los pocos estados que todavía tiene un mandato de mascarilla para interiores. Colorado tenía un mandato de mascarilla vigente en las escuelas durante el verano, y muchas jurisdicciones locales todavía tienen mandatos vigentes.
Todo el oeste y el medio oeste de los Estados Unidos está designado con altos niveles de transmisión de COVID-19. Solo los estados sureños de Maryland y Connecticut tienen niveles más bajos.
Las hospitalizaciones atribuidas a la COVID-19 han aumentado en varios estados en las últimas semanas, incluso entre los vacunados, lo que impulsa las recomendaciones de refuerzo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron que las personas menores de 65 años no deben recibir una dosis de refuerzo a menos que tengan un «mayor riesgo de exposición a la COVID-19» debido a su situación laboral o de vida o si tienen afecciones subyacentes graves como el cáncer. Algunos han calificado a este último grupo de de alto riesgo.
La recomendación de Nuevo México incluía declarar a todo el estado en alto riesgo.
“Los recuentos de casos son significativos, las tasas de dispersión son demasiado altas y la variante Delta es mucho más transmisible que las variantes anteriores. Además, nuestros hospitales están mucho más allá de su capacidad y varios han declarado Estándares de Atención en Caso de Crisis”, dijo en un comunicado el secretario interino de Salud de Nuevo México, David Scrase. «Esos factores absolutamente hacen de Nuevo México un entorno de alto riesgo».
El Presbyterian Healthcare Services y el Sistema de Salud de la Universidad de Nueva México dijeron el jueves que estaban activando los estándares de crisis para lidiar con «volúmenes imparables de pacientes».
Las hospitalizaciones en Nuevo México aumentaron en los últimos meses, pero últimamente han disminuido, lo que brinda un rayo de esperanza de que ocurra una caída prolongada en las métricas de la COVID-19.
Al 10 de noviembre, solo 567 de las 3195 camas para pacientes hospitalizados que se utilizan en el estado, de las 4248, fueron ocupadas por pacientes con la COVID-19, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Otros estados también experimentaron una disminución en los pacientes con COVID-19, pero dicen que la enfermedad está agregando presión a los sistemas ya sobrecargados, por lo que es imperativo expandir el acceso de la dosis de refuerzo.
En Colorado, el 95 por ciento de las camas de las unidades de cuidados intensivos en todo el estado estaban en uso hasta el 11 de noviembre, según datos recopilados de los hospitales.
Aproximadamente el 36 por ciento de las instalaciones hospitalarias en Colorado esperan tener escasez de camas en las unidades de cuidados intensivos y aproximadamente el 42 por ciento espera escasez de personal en la próxima semana.
Si bien la mayoría de los pacientes en los hospitales no tenían COVID-19, aproximadamente 1476 pacientes de COVID-19 fueron hospitalizados–el número más alto desde el 14 de diciembre de 2020. Casi uno de cada cinco figura como vacunado, lo que ilustra cómo la protección proporcionada por la vacuna está disminuyendo contra la enfermedad.
El principal funcionario de salud de California, el Dr. Mark Ghaly, secretario de salud, dijo que California estaba ampliando las recomendaciones de refuerzo debido a la creciente evidencia de la disminución de inmunidad entre los vacunados.
«Si cree que se beneficiará de recibir una vacuna de refuerzo, le animo a que salga y se la ponga», dijo a los periodistas esta semana, y agregó que no creía que la guía del estado entrara en conflicto con la guía federal.
Las recomendaciones ampliadas contradicen a muchos asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos, quienes dijeron en una reunión reciente que la evidencia hasta ahora no prueba que las personas jóvenes y saludables se beneficiarían mucho de las dosis de refuerzo y rechazaron la dosis de refuerzos para todos los adultos.
Es posible que el panel vuelva a ocuparse pronto del asunto. El martes, Pfizer solicitó a la agencia autorización de dosis para todas las personas de 16 años o más.
Mientras tanto, el gobernador demócrata de Colorado, Jared Polis, dijo que las personas que no están vacunadas deben vacunarse antes de instar a las personas que han recibido una vacuna a que se pongan una dosis de refuerzo.
Polis atribuyó el salto en las métricas de COVID-19 en el estado a «un pico regional» que «probablemente» tiene algo que ver con el clima.
«Pero en realidad, los científicos simplemente no saben exactamente por qué nuestra región tiene un pico», dijo en una sesión informativa el viernes.
Algunos expertos dicen que COVID-19 tiene un patrón estacional, que sigue por segundo año consecutivo. Algunos dicen que las medidas drásticas como los encierros o los mandatos de uso de mascarillas han mostrado pocas pruebas de éxito.
Los funcionarios de Colorado también instaron a las personas que contraen la COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), a buscar anticuerpos monoclonales, que según los estudios reducen en gran medida la posibilidad de que las personas que dan positivo en la prueba requieran atención hospitalaria.
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