El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, dijo que visitó recientemente la región de Xinjiang y halagó la “armonía, desarrollo y prosperidad” de la provincia, a pesar que la comunidad internacional ha venido denunciado las constantes violaciones de derechos humanos cometidos por Beijing contra millones de uigures y otras minorías en la región.
En una entrevista reciente con el medio estatal chino CGTN, Vaca Narvaja, dijo que durante su viaje a Xinjiang presenció un “desarrollo” y “una prosperidad sin precedentes”.
El diplomático argentino también señaló que la creación de un nuevo consulado en la región de Chengdu, acercará al país sudamericano a Xinjiang, y calificó las crecientes denuncias contra los derechos humanos en la región china como “mentiras con intereses políticos”.
Sin embargo, diversos informes estiman que el régimen chino ha detenido a cerca de 13 millones de uigures y otras étnicas y religiosas en campos de concentración en Xinjiang donde son objeto de abusos como la esterilización forzada, el aborto forzado, la violación, la tortura, los trabajos forzados y la separación de los niños de sus familias.
Esta campaña del Partido Comunista Chino (PCCh) contra los uigures ha sido calificada de “genocidio” por países como Estados Unidos, Holanda, y el Reino Unido, y organismos internacionales.
Asimismo, a fines de 2021, la administración del presidente Joe Biden promulgó una ley que prohíbe las importaciones procedentes de la región china de Xinjiang en medio de la preocupación por el trabajo forzado.
“Creemos que el sector privado y la comunidad internacional deben oponerse a que la República Popular de China convierta sus mercados en armas para reprimir el apoyo a los derechos humanos”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, el 23 de diciembre.
La reciente visita de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también fue duramente criticada por “adoptar la retórica de Beijing”.
Bachelet “se comportó en la visita como si ésta fuera un generoso gesto de Beijing” dijo el director ejecutivo de la ONG Human Rights Watch, Kenneth Roth, quien también acusó a la alta comisionada de “inocente” por creer que podía convencer a los líderes chinos, en privado, de que detengan sus abusos en Xinjiang.
La estrecha relación entre el gobierno de Alberto Fernández con el régimen comunista chino ha generado duras críticas de exfuncionarios argentinos.
Fernández fue incluso uno de los invitados para dar un discurso por el aniversario del centenario del Partido Comunista Chino (PCCh), provocando críticas de un exministro argentino por “festejar” de manera indirecta los crímenes atroces de Beijing como la Masacre de la Plaza Tiananmén.
Los expertos señalan que el vínculo entre Argentina y Beijing volvió a consolidarse con la llegada de Fernández a la presidencia, ya que las relaciones se enfriaron un poco durante el gobierno de Macri, quien cuestionó varios acuerdos con China signados por Cristina Fernández.
No obstante, las relaciones argentinas con líderes del PCCh se remontan al presidente Juan Domingo Perón, quien durante su exilio en 1965, escribió una carta a Mao Zedong donde alabó al dictador y al Partido Comunista Chino. En 1973, Mao invitó a Perón a China–convirtiéndose en el tercer invitado latinoamericano que invitaba Mao, luego del Che Guevara y Salvador Allende.
Con información de Rita Li y Nick Ciolino.
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