Un reciente informe señaló que en 2020 China no emitió nuevos préstamos a los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe, una tendencia que fue disminuyendo desde hace unos años.
El informe titulado «Shifting Gears: Chinese Finance in LAC, 2020» («Cambios de Velocidad: Las Finanzas Chinas en Latinoamérica y Caribe, 2020»)–realizado por The Inter-American Dialogue y el Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston–señala que por primera vez en 15 años, el Banco de Desarrollo de China (CDB) y el Banco de Exportación e Importación de China (Eximbank) no emitieron nuevos préstamos a gobiernos de la región en 2020.
Según el documento, en 2010 la región recibió la mayor cantidad de financiamiento con USD 37,500 millones, mientras que 2006 y 2020 fueron los únicos años en que no hubo nuevas subvenciones. Asimismo, desde 2015 el monto total de los préstamos para América Latina y el Caribe fueron disminuyendo.
«Aunque es una novedad en las relaciones recientes entre China y ALC, la ausencia de financiamiento este año también refleja una tendencia descendente más amplia en las finanzas chinas a la región, evidente desde 2015», explica el informe.
Ambos centros de investigación estimaron que China financió más de USD 136,000 millones en crédito a la región desde 2005. Estos préstamos se han dirigido principalmente a los sectores energéticos y de infraestructura, a diferencia de las subvenciones de las instituciones financieras internacionales (IFIs) como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, según el informe.
El informe explica que uno de los factores recientes en el descenso en los prestamos está relacionado con el impacto de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), a pesar que muchos países de Latinoamérica recibieron equipos y materiales sanitarios por parte de Beijing, como parte de su controvertida estrategia de «diplomacia».
Durante la pandemia, China donó más de USD 215 millones en suministros médicos a la región, según el informe. Beijing también llevó a cabo ensayos clínicos para la vacuna en países como Perú, México, Argentina, y Brasil.
Frente a esta situación de la pandemia–sumado a que China se convirtió en uno de los socios comerciales más importantes de los países latinos–Estados Unidos ha expresado su preocupación.
“Sin duda, parte de la respuesta COVID de la región tiene un rostro chino”, dijo Rebecca Ray, economista de la Universidad de Boston y una de las autoras del nuevo informe, al Associated Press. “Esta es una oportunidad perdida para Estados Unidos, pero desde que la fabricación estadounidense tocó fondo en la década de 1990, realmente no hay forma de competir. Muchos de los mismos suministros médicos que China envía a América Latina, nosotros también los compramos a China», agregó.
Un informe de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China señaló que Beijing tiene dos objetivos principales en Latinoamérica y el Caribe: lograr el acceso a los recursos naturales; y obtener “influencia geopolítica en una región geográficamente cercana e históricamente sujeta a la influencia de Estados Unidos”.
Durante su gobierno, Trump impulsó las inversiones en el sector privado de la región con iniciativas como América Crece–cuyo parte del propósito era que los países se alejaran del régimen. Desde su lanzamiento en 2018, 10 países firmaron los acuerdos incluyendo El Salvador, Ecuador, Brasil, Honduras y Bolivia.
«Ecuador, Bolivia y Perú han tenido relaciones comerciales ‘innaturales’ con China y sería bueno que se refuercen sus relaciones con los EE. UU., porque al fin y al cabo, lo visto de China son los peores hábitos del pasado. Dependencia, deuda y corrupción, eso es lo que ha traído al Hemisferio Occidental, cosas del siglo XX que fue un siglo perdido para América Latina», dijo Mauricio Claver-Carone, entonces asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, durante su gira por Sudamérica para promocionar la iniciativa en enero del año pasado.
En enero de 2020, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC) invirtió USD 10,400 millones en la región, y firmó un acuerdo con Ecuador de USD 2800 millones para proyectos de infraestructura y que podría refinanciar su deuda con China, la cual asciende a USD 5288 millones–equivalente a más del 70% del total de la deuda con otros países.
El país tuvo que reestructurar dos partes de su deuda con China. El pago de la primera parte, por un total de USD 417 millones, se retrasará un año; mientras que un segundo acuerdo, realizado en septiembre de 2020 por el Banco de Desarrollo de China y el Ministerio de Finanzas de Ecuador, otorga un período de gracia de 16 meses sobre una deuda adicional de USD 474 millones.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.