El gigante tecnológico chino Huawei alcanzó la fama porque recibió decenas de miles de millones de Beijing, lo que permitió a la empresa vernder más barato que sus competidores y ganar cuotas de mercado, según el autor Jonathan Pelson.
Sin embargo, el Partido Comunista Chino (PCCh) no desembolsó el dinero solo por razones comerciales.
«El PCCh no estaba ayudando a Huawei para que tuviera éxito como empresa», dijo Pelson. «Estaban ayudando a Huawei para que el PCCh pudiera tener éxito en sus esfuerzos geopolíticos, para exportar sus filosofías y sus principios de gobernanza al resto del mundo».
Pelson hizo estas declaraciones durante una entrevista con el programa «China Insider» de EpochTV el 21 de febrero, para hablar de su nuevo libro «Wireless Wars: China’s Dangerous Domination of 5G and How We’re Fighting Back».
En diciembre de 2019, The Wall Street Journal reportó de que Huawei estaba en una posición más fuerte que sus competidores porque tenía acceso a unos 75,000 millones de dólares en ayudas estatales, en forma de subsidios, préstamos, subvenciones, exenciones fiscales y ventas de terrenos con descuento.
El ascenso de Huawei coincidió con la desaparición de la canadiense Nortel y la estadounidense Lucent Technologies. Estas dos empresas dominaban el mercado mundial de equipos de telecomunicaciones a finales de los años 90.
Los 75,000 millones de dólares, que podrían suponer un promedio de 5000 millones en 15 años, eran mucho dinero, según Pelson.
«Si tienes un gobierno que te respalda con 5000 millones de dólares al año, permitiéndote tener lo que serían pérdidas, pero con beneficios, es bastante difícil ganarte en el mercado mundial», explicó.
Dentro de Estados Unidos, Huawei ha vendido equipos de telecomunicaciones a pequeñas empresas de telefonía móvil y ha instalado torres inalámbricas en zonas rurales, lo que ha creado un problema de seguridad nacional para Estados Unidos, dijo Pelson. Lo que es aún más preocupante es la ubicación de estas torres, añadió, tras hablar con funcionarios de contrainteligencia del FBI.
«Están al lado de todas las bases de misiles nucleares; están al lado de los comandos de operaciones especiales, que se encuentran en zonas rurales, [y] las bases de submarinos nucleares», dijo.
«Lo que se encontró fue que Huawei se desplegó repentinamente alrededor de todas estas bases e instalaciones sensibles en Estados Unidos», agregó. «Ellos [Huawei] fueron capaces básicamente de tener su dedo en el pulso de las comunicaciones que salían de esos lugares, si eran capaces de acceder a sus propios equipos, que en general, los proveedores pueden hacerlo».
Actualmente, Huawei y muchas de sus filiales están en una lista negra económica de Estados Unidos. Además, el gobierno estadounidense ya ha vetado a Huawei las redes 5G del país por motivos de seguridad.
En junio de 2020, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) designó a Huawei y a la empresa tecnológica china ZTE como amenazas a la seguridad nacional, prohibiendo a las empresas estadounidenses utilizar un fondo gubernamental de 8300 millones de dólares para comprar equipos de las dos compañías chinas.
Posteriormente, la FCC anunció un programa de 1900 millones de dólares en septiembre de 2021. El programa reembolsaría a las compañías de telecomunicaciones estadounidenses, en su mayoría rurales, para «quitar y reemplazar» los equipos de red fabricados por Huawei, ZTE y otras empresas chinas diseñadas como amenazas a la seguridad nacional. Los operadores podían presentar una solicitud desde el 29 de octubre de 2021 hasta el 28 de enero de este año.
El 4 de febrero, la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, dijo al Congreso que 1900 millones de dólares no eran suficientes. Según un comunicado de la FCC, dijo a los legisladores que la agencia había recibido 181 solicitudes de reembolso de los operadores, solicitando un total de 5600 millones de dólares.
Pelson dijo que recientemente habló con personas de algunas de las compañías estadounidenses que querían sustituir sus equipos Huawei, pero le dijeron que todavía no se había sustituido nada. Añadió que algunas de estas personas querían sustituir sus equipos 4G de Huawei por equipos 5G, no por equipos 4G fabricados por otras empresas.
Aunque algunos países, entre ellos Estados Unidos, han prohibido los equipos 5G de Huawei, esta empresa ha expandido su negocio en todo el mundo —sobre todo en África— principalmente a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) del régimen comunista.
Según Pelson, Huawei está «contribuyendo a una supresión tecnológica que muchos países menos ricos no pueden gestionar sin China».
El año pasado, el grupo de derechos digitales Top10VPN publicó un informe (pdf) en el que se detallaba la expansión mundial de Huawei mediante el seguimiento de sus middlebox, que son routers especialmente configurados para inspeccionar o filtrar el tráfico de Internet.
El informe reveló que se encontraron 1799 dispositivos de este tipo en 69 países, incluida la región de Xinjiang, en el extremo occidental de China. Al menos 17 de estos países —entre ellos Cuba, Egipto, Nigeria, Sudáfrica, Senegal, Colombia y Bangladesh— utilizaban el middlebox para la censura.
Huawei no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
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