Una coalición mundial de legisladores condenó la continua persecución del régimen chino a la práctica espiritual Falun Gong en una declaración publicada en la víspera del 21º aniversario de la campaña de supresión, que cae el 20 de julio.
«Hoy destacamos la difícil situación de Falun Gong y de todas las minorías religiosas que han sufrido la represión bajo el gobierno del Partido Comunista Chino», dice la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC) en una declaración del 19 de julio.
El grupo, establecido para coordinar políticas que hagan frente a la creciente influencia del régimen chino en todo el mundo, está compuesto por políticos de alto nivel de varios países e instituciones, incluyendo Estados Unidos, Australia, Alemania, Japón, Noruega, Suecia, el Reino Unido y el Parlamento Europeo.
«Nosotros… instamos al mundo a que se levante y se pronuncie para poner fin a esa represión y a la impunidad, y para que se haga justicia, se rindan cuentas, se respeten los derechos humanos y la dignidad humana de todos los pueblos de China», añade.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua disciplina espiritual que incluye enseñanzas morales basadas en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia.
Dado que en 1999 había en China unos 100 millones de personas que practicaban Falun Gong, el entonces líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, consideró la enorme popularidad del grupo como una amenaza al gobierno ateo del Partido.
El 20 de julio de 1999, Jiang comenzó una campaña nacional para enviar a los practicantes a las prisiones, campos de trabajo, centros de lavado de cerebro y manicomios en un esfuerzo por forzarlos a renunciar a su fe.
Es probable que millones de personas hayan sido detenidas en las últimas dos décadas y que cientos de miles hayan sido torturados, de acuerdo a los cálculos del Centro de Información de Falun Dafa.
De acuerdo con Minghui.org, un sitio web con sede en Estados Unidos que sirve como centro de intercambio de información sobre la persecución en curso en China, más de 4500 practicantes de Falun Gong han muerto bajo tortura mientras estaban encarcelados. Debido a los extensos esfuerzos de las autoridades para censurar la información sobre el tema, el verdadero número de muertes es probablemente mucho mayor.
La IPAC destaca especialmente los informes en curso sobre los practicantes de Falun Gong que son blanco de la sustracción forzada de órganos para suplir la industria de transplantes de órganos con fines de lucro del régimen chino.
En 2006, The Epoch Times publicó la historia de cómo el régimen chino había estado asesinando a prisioneros de conciencia, en su mayoría practicantes de Falun Gong, al extraer sus órganos para operaciones de transplante.
Desde entonces, varios informes realizados por investigadores independientes han confirmado dichas acusaciones.
En junio de 2019, un tribunal independiente de Londres, tras una investigación de un año de duración, llegó a la conclusión de que la sustracción forzada de órganos a prisioneros de conciencia ha tenido lugar en China durante años «a una escala significativa«. El fallo del tribunal también establece que los practicantes de Falun Gong son probablemente la principal fuente de dichos órganos.
«Particularmente preocupantes son los informes… de que esta práctica ha sido perpetrada a un nivel generalizado, que ha sido patrocinada por el estado y que ha sido sistemática», dice la IPAC.
Durante el fin de semana, practicantes de Falun Gong en Washington D.C. conmemoraron el aniversario con una vigilia nocturna, mientras que practicantes de la ciudad de Nueva York celebraron un evento en internet para recordar la ocasión a pesar de la prohibición local de grandes reuniones debido a la COVID-19.
Más de 600 legisladores en activo y jubilados de 30 países firmaron una declaración en la que se pedía al régimen chino que pusiera fin a la persecución que realiza contra Falun Gong.
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