Comey alega 20 veces desconocimiento cuando se le pregunta sobre problemas con la investigación de Trump

Por Petr Svab
30 de septiembre de 2020 6:57 PM Actualizado: 30 de septiembre de 2020 6:57 PM

El exdirector del FBI, James Comey, testificó ante el Congreso y dijo más de 20 veces que no sabía ni recordaba cuando se le preguntó sobre los problemas de la investigación por la supuesta colusión de la campaña de Trump con Rusia. Comey presidió la investigación entre el 2016 y 2017.

La investigación fue duramente criticada por el Inspector General del Departamento de Justicia (IG), en gran parte por usar información sin fundamento y contradictoria del infame expediente Steele para obtener una orden de espionaje contra el exasistente de campaña de Trump, Carter Page. El dossier fue financiado por el Comité Nacional Demócrata (DNC) y la campaña de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.

En los últimos meses, los jefes de inteligencia de Trump publicaron aún más información negativa sobre la investigación. En las últimas revelaciones, la supuesta fuente principal del expediente fue investigada por el FBI entre 2009 y 2011 por ser una amenaza para la seguridad nacional debido a su contacto con un operativo de inteligencia ruso y otros problemas.

Además, la comunidad de inteligencia le dijo a Comey en septiembre de 2016 sobre un análisis de inteligencia rusa interceptado, en el que decía que Clinton estaba tratando de vincular a Trump con la interferencia rusa en las elecciones.

Comey alegó ignorancia sobre todos estos temas.

“Lo que más me sorprende es que el director del FBI a cargo de esta investigación y que involucra a un presidente en funciones no tiene ni idea de la información obtenida por su agencia”, comentó el senador Lindsey Graham (R-S.C.), quien presidió la audiencia como presidente del Comité Judicial.

La investigación de Trump se abrió oficialmente el 31 de julio de 2016, con una sola indicación de que Rusia ofreció ayuda a la campaña de Trump en forma de divulgación de información perjudicial para Clinton antes de las elecciones.

Casi al mismo tiempo, al menos un subdirector ejecutivo del FBI fue informado sobre las acusaciones del expediente, según la información proporcionada por el entonces agente especial asistente a cargo (ASAC) de corrupción pública en la Oficina de Campo de Nueva York a Michael Gaeta, el contacto del FBI con el supuesto autor del dossier, el exagente británico Christopher Steele.

Pero Comey dijo que él se enteró del expediente a fines de septiembre y que no sabía nada específico sobre lo que se hizo para verificar el expediente.

Comey también negó saber que Clinton y el DNC financiaron el expediente, solo que «fue financiado por una investigación de la oposición política».

En agosto de 2016, la CIA informó al FBI que Carter Page era su contacto colaborador. Page, quien trabajó durante algún tiempo en Rusia, estaba proporcionado al gobierno de EE. UU. información que finalmente ayudó a romper una red de espías rusa. Pero el FBI todavía usó los contactos de Page con operativos rusos como evidencia en su contra para obtener la orden de espionaje, sin revelar nunca al Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) secreto, el cual aprobó la orden, la cooperación de Page con la CIA.

Comey dijo que él no sabía sobre la relación de Page con la CIA.

En diciembre de 2016, la CIA, el FBI y la NSA trabajaron en un informe que «evaluó», es decir, estimó, que Rusia se estaba entrometiendo en las elecciones. El informe también estimó que Rusia estaba tratando de ayudar a Trump, aunque la NSA discrepó en ese punto. Según el IG, Comey presionó para incluir el expediente en el informe, pero la CIA se opuso a la idea ya que consideró el expediente como un «rumor de Internet».

Comey dijo que no recordaba eso.

Al final, se adjuntó un resumen del expediente al informe.

El 12 de enero de 2017, el FBI recibió un informe que decía que una de las afirmaciones más explosivas del expediente era falsa y posiblemente parte de una campaña rusa de desinformación.

Comey dijo que no sabía nada de eso.

Asimismo en enero de 2017, el FBI entrevistó a la supuesta fuente principal de Steele, el analista de negocios con sede en Washington Igor Danchenko, a quien Graham llamó «Igor, el espía ruso».

Danchenko se retractó sobre gran parte de lo que se afirmaba en el expediente. El IG se enteró por medio del agente del FBI que entrevistó a Danchenko que él “le dejó en claro a Steele que él/ella no tenía pruebas para respaldar las declaraciones de sus subfuentes y que ‘eso eran solo palabras’”.

La información era «de boca en boca y rumores»; «conversaciones que [él/ella] tuvo con sus amigos tomando una cerveza»; y algunos se hicieron en «broma», dijo Danchekno, según el agente.

Danchenko no pudo reconocer en absoluto parte de la información del expediente.

En un momento, Comey dijo que «que yo sepa, no hubo vigilancia hacia la campaña de Trump».

De hecho, las comunicaciones de la campaña fueron eliminadas en una extensa operación de vigilancia, que incluyó cartas de seguridad nacional, solicitudes FISA, búsquedas en la base de datos de la NSA, envío de informantes para recopilar información de los asociados de la campaña, e incluso usar una sesión informativa de contrainteligencia con el propio Trump para recopilar información sobre él. La respuesta de Comey se basa en el tecnicismo de que la campaña nunca se mencionó oficialmente como el objetivo, sino que las personas asociadas con la campaña fueron el objetivo usando justificaciones separadas.

La investigación general se abrió para apuntar explícitamente hacia la campaña.

Comey dijo que si él hubiese sabido lo que sabe ahora no habría firmado las solicitudes de orden judicial, pero sostuvo que la investigación general «se llevó a cabo de manera honesta, competente e independiente».

Comey dijo repetidamente que compartía las preocupaciones de los senadores sobre los problemas en el proceso de la FISA, pero dijo que el IG también encontró problemas con otras solicitudes.

Es cierto que el IG encontró cientos de errores en una muestra de otras 29 solicitudes de vigilancia que seleccionó para su revisión. Sin embargo, casi todos, fueron problemas de papeleo, como errores tipográficos y declaraciones incorrectas, y ninguno de los errores llegó al punto de invalidar la solicitud, dijo el FBI en su respuesta. En contraste, el FBI reconoció que al menos las dos últimas renovaciones de la orden de Page fueron defectuosas hasta el punto de ser inválidas y, por lo tanto, resultaron en una vigilancia ilegal.

Debido a que las órdenes de FISA se pueden usar para espiar a estadounidenses incluso en situaciones en las que el gobierno no pudo obtener una orden penal estándar, se han impuesto varios niveles de vigilancia, como la necesidad de que los altos funcionarios del FBI y el DOJ las aprueben.

Pero eso fue realmente «algo malo», dijo Comey, porque lo hizo depender demasiado en otras personas en el proceso para garantizar que las solicitudes de FISA se realizaran correctamente.

“La responsabilidad fue difusa, en lugar de concentrarse en seres humanos individuales”, dijo.

Comey pidió trasladar la responsabilidad hacia los agentes del caso y los abogados de línea del FBI.

Siga a Petr en Twitter: @petrsvab


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


Descubra

Autoridades chinas encierran a una mujer en su casa por más de 2 meses | China al Descubierto

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.