El jugador de baloncesto Enes Kanter Freedom cree que es hora de que el mundo «despierte» y actúe ante una China comunista beligerante que persigue a su propio pueblo y exporta sus abusos a otras partes del mundo.
«Tenemos que despertar, el mundo necesita despertar», dijo a NTD, filial de The Epoch Times. «Y creo que condenar no es suficiente: tenemos que emprender acciones firmes».
Freedom hizo estas declaraciones tras una mesa redonda organizada por el senador Rick Scott (R-Fla.) en Washington el 29 de marzo, en la que Simon Zhang, practicante de la disciplina espiritual Falun Gong, habló de la reciente pérdida de su madre a manos del régimen comunista debido a su fe.
La mujer, Ji Yunzhi, de Mongolia Interior, había sido detenida en dos ocasiones anteriores, en 2001 y 2008, el año en que Beijing celebró sus primeros Juegos Olímpicos, escapando por poco de la muerte en los campos de trabajos forzados.
Pero en medio de su tercera detención, la mujer de 65 años murió el 21 de marzo tras ser sometida a torturas. La muerte se produjo menos de 50 días después de que fuera detenida nada más que por su creencia en la práctica espiritual Falun Gong.
Esta disciplina espiritual, cuyos principios básicos son verdad, benevolencia, y tolerancia, así como un conjunto de ejercicios de meditación, fue muy popular en China durante la década de 1990. Al considerarla una amenaza, el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó una campaña de eliminación en todo el país en 1999. Desde entonces, los practicantes han sido fuertemente perseguidos, y millones de ellos han sido arrojados a diversos centros de detención.
A los familiares se les negó el acceso al cuerpo de Ji tras su muerte, pero pudieron observar brevemente que le habían abierto la garganta y que tenía manchas de sangre en la cara y en los hombros, según Minghui, un centro de intercambio de información con sede en Estados Unidos sobre la persecución contra la creencia.
Sus familiares creen que las autoridades impidieron deliberadamente el acceso al cuerpo de Ji para encubrir sus abusos. Este tipo de trato es habitual entre los familiares de los practicantes de Falun Gong perseguidos, según los testimonios de Minghui.
«Si acabo muerta, habré muerto por la persecución», dijo Ji a sus compañeras de celda, según un informe de Minghui .
Zhang, arquitecto neoyorquino, se esforzó por expresar sus sentimientos tras conocer la muerte de su madre, a la que no veía desde febrero hace 19 años.
«Tenía la esperanza de que nos reuniéramos aquí en Estados Unidos», dijo Zhang a The Epoch Times.
Ji había intentado solicitar dos veces un pasaporte, pero ambas solicitudes fueron denegadas debido a sus antecedentes de detención, dijo Zhang. «Nunca supe que no tendríamos otra oportunidad de vernos».
Alzando la voz
Recientemente Freedom se quedó sin equipo en la NBA tras ser traspasado por su antiguo equipo, los Boston Celtics, lo que contribuyó a su franqueza contra el PCCh.
Ha criticado ferozmente al régimen desde el verano pasado, cuando uno de los padres de un joven musulmán que participaba en un campamento de baloncesto le llamó la atención sobre las violaciones de derechos de Beijing.
«¿Cómo puedes llamarte activista de los derechos humanos cuando tus hermanos y hermanas musulmanes son torturados y violados cada día en los campos de concentración de China?»
Freedom, queien en la última década se ha centrado principalmente en cuestiones de derechos en su país natal, Turquía, dijo que esa pregunta lo dejó atónito y lo obligó a investigar.
«Me sentí muy frustrado conmigo mismo y me dije, cueste lo que cueste, voy a salir a la calle e intentar concientizar a la gente», compartió en la mesa redonda.
Desde entonces, el jugador de baloncesto denunció al régimen por una serie de abusos, incluidos los cometidos en el Tíbet y Xinjiang, así como por su práctica de sustracción de órganos en vivo, una atrocidad que ha matado a un número incalculable de practicantes de Falun Gong detenidos.
«Lo que [el líder chino] Xi Jinping está haciendo y lo que el PCCh está haciendo es uno de los mayores abusos de los derechos humanos en el mundo, y tienen que ser castigados», dijo a NTD.
Pero, para su gran frustración, su activismo activó las alarmas dentro de su propia liga, según Freedom.
«Una vez que hay mucho dinero y negocio de por medio, la gente se siente muy incómoda», dijo.
«Cuando hablé de los problemas ocurridos en Turquía en los últimos 10 años no recibí ni una llamada, pero cuando empecé a hablar de los problemas ocurridos en China, mi teléfono sonaba una vez cada hora. Me llamaban de la NBA y de la asociación de jugadores y me decían: ‘Escucha, esto va a tener mucha repercusión, solo ten cuidado'».
La advertencia de su agente fue aún más directa, dijo.
«Me dijo: ‘Escucha, creo que si no dices una palabra más y no vuelves a hablar de esto, la gente se va a olvidar de esto. Pero si sigues hablando de estos temas, no vas a conseguir otro contrato».
También dijo anteriormente que la NBA hizo que no estuviera disponible para los medios de comunicación durante dos semanas cuando el entonces gerente de los Houston Rockets provocó la ira de Beijing a fines de 2019 por un tuit a favor de Hong Kong.
En una declaración anterior a The Epoch Times, la NBA negó haber presionado a Freedom por su activismo. La liga se remitió a una declaración a los medios de comunicación de su portavoz Mike Bass, quien dijo que «siguen apoyando a Enes Kanter Freedom para que exprese sus opiniones sobre asuntos que son importantes para él, como hacemos con todos los miembros de la familia de la NBA».
Pero Freedom compartió que cree que hay un deber ligado a su notoriedad.
«Esta plataforma me la ha dado Dios, y siento que tengo que usarla para hacer la obra de Dios», dijo en la entrevista.
«Necesitamos héroes intrépidos que salgan a la escena y no piensen en su próximo contrato o no piensen en sus ofertas de zapatos o en quiénes pueden nombrar», dijo.
«Esto es más grande que todo porque, al final, la vida de la gente depende de esto».
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