WASHINGTON. El régimen comunista chino está cometiendo un genocidio contra los uigures en la región china de Xinjiang, pero gran parte de los países musulmanes permanecen en silencio, ya que se han convertido en colonias de China, según un experto.
Beijing ha puesto su mirada en los países islámicos del Medio Oriente y de Asia Central, ya que son cruciales para su Iniciativa La Franja y la Ruta (BRI), que busca revivir la antigua «Ruta de la Seda».
Desde 2013, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha hecho del BRI una pieza central de su plan para aumentar su influencia geopolítica. La iniciativa invierte miles de millones de dólares en la construcción de carreteras, ferrocarriles, puertos, plantas de energía e infraestructura de telecomunicaciones en todo el mundo.
Aunque el BRI de China ha prometido llevar el desarrollo económico a los países pobres, hasta ahora lo que ha hecho es introducir un nuevo colonialismo, según Abdulhakim Idris, académico islámico e inspector general del Congreso Mundial Uigur.
Hablando en un panel virtual el 19 de abril, organizado por la Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo y la Campaña por los Uigures, Idris dijo que Beijing está aprovechando su poder económico para crear una ventaja diplomática y que está usando su influencia política con fines militares y de seguridad.
«El PCCh se ha apoderado de la mayoría de los países islámicos», advirtió.
Comparó al régimen chino con «un lobo con piel de cordero» y lo acusó de ocultar «sus crímenes con propagandas».
Idris es el autor de un nuevo libro, «Amenaza: la colonización china del mundo islámico y el genocidio uigur», que expone el alcance del poder del régimen chino sobre las naciones islámicas y el mundo occidental.
Dijo que la mayoría de los países islámicos guardan silencio sobre el genocidio en China, a pesar de tener vínculos históricamente fuertes con los musulmanes uigures. Estos países están siguiendo las órdenes del régimen chino y respaldan la posición de Beijing sobre los asuntos relacionados con Xinjiang y Hong Kong en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, dijo.
En enero, la administración Trump declaró que los abusos del PCCh a las minorías musulmanas en Xinjiang eran un «genocidio». El régimen comunista ha detenido a más de un millón de uigures en campos de internamiento y los ha sometido a esterilización forzada, aborto forzado, tortura, trabajos forzados y la separación de niños de sus familias.
Al hablar en el panel, los expertos en derechos humanos condenaron los esfuerzos de Beijing para difundir desinformación sobre los uigures y explotar a los países islámicos.
«China ha dicho falsamente que los musulmanes uigures son una amenaza, lo dicen con el propósito de justificarse tras enviarlos a campos de concentración y negarles los derechos básicos que tienen millones de personas», dijo Nihad Awad, cofundador del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas, el mayor grupo de derechos civiles y organización de defensa musulmán en Estados Unidos.
El BRI abarca 139 países, incluida China. Representa el 40 por ciento de la economía mundial y el 63 por ciento de la población mundial, según el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).
La BRI ha contribuido a un aumento sustancial de la deuda externa en muchos de estos países y ha convertido a China en un importante prestamista mundial. Las prácticas crediticias no transparentes de Beijing han sido objeto de críticas en los últimos años, ya que han amplificado las vulnerabilidades de la deuda en los países pobres.
Los proyectos de construcción masiva del BRI se financian principalmente a través de gobiernos locales chinos y las instituciones controladas por el estado. La iniciativa ha sido percibida como una «trampa de deuda«, lo que aumenta el riesgo de dificultades económicas en los países prestatarios.
China es el único ganador en este programa de bienestar económico, dijo Idris, ya que las empresas y los trabajadores chinos se están quedando con la mayor parte de los proyectos de infraestructura en los países en desarrollo.
«Puedes mirar a Pakistán para entender qué pasó con aquellos que aceptaron este orden colonial», dijo Idris. «El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, ha admitido que el futuro de la economía de su país ahora depende de China».
El Corredor Económico China-Pakistán, una colección de proyectos de infraestructura en Pakistán, valorados en USD 62,000 millones, provocó una crisis de balanza de pagos en el país, lo que requirió un programa de rescate del Fondo Monetario Internacional.
Según Idris, Beijing también está exportando su régimen represivo, principalmente a los gobiernos islámicos de Asia Central y de Medio Oriente.
En su intervención en el panel virtual, Andrew Bremberg, presidente y director general de la Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo, dijo que el régimen chino también podría estar exportando sus prácticas laborales abusivas a los países de la BRI.
“Las prácticas laborales que China está llevando a cabo en muchos de estos países del BRI no concuerdan con la legislación laboral y las protecciones laborales estándar”, dijo.
Un informe reciente, patrocinado por el Consejo de Relaciones Exteriores, declaró que una respuesta inadecuada de Estados Unidos al BRI de China ha contribuido al ascenso de China en los mercados emergentes.
«La inacción de Estados Unidos, al igual que la asertividad china, es responsable de la situación económica y estratégica en la que se encuentra Estados Unidos. La retirada de Estados Unidos [de la competición] ayudó a crear el vacío que China llenó con el BRI», afirma el informe.
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