Estados Unidos aprueba USD 428 millones en venta de armas a Taiwán

Por Andrew Thornebrooke
07 de diciembre de 2022 7:26 PM Actualizado: 07 de diciembre de 2022 7:26 PM

Análisis de noticias

Estados Unidos está aprobando USD 428 millones en nuevas ventas de armas a Taiwán como parte de su esfuerzo para ayudar a la nación insular a disuadir una invasión comunista china.

“Esta venta propuesta sirve a los intereses nacionales, económicos y de seguridad de EE. UU. al apoyar los continuos esfuerzos del receptor para mantener una capacidad defensiva creíble», dijo el Departamento de Estado de EE. UU. en un comunicado.

«La venta propuesta contribuirá a mejorar la seguridad del receptor y ayudará a mantener la estabilidad política, el equilibrio militar y el progreso económico en la región».

La propuesta incluye dos ventas separadas. Una es por USD 330 millones en repuestos y el otro por USD 98 millones en equipo no estándar y costos relacionados. Ambas ventas están destinadas principalmente a apoyar la flota taiwanesa de aviones de combate F-16, aviones de transporte C-130 y otros sistemas de armamento suministrados inicialmente por Estados Unidos.

Tal venta mantendría las capacidades taiwanesas que son “críticas para la seguridad regional” y mejoraría la “interoperabilidad con Estados Unidos y otros aliados”, según el comunicado.

Los dirigentes taiwaneses acogieron con satisfacción el anuncio en Internet y afirmaron que la isla utilizaría los equipos para garantizar la paz y la estabilidad continuas de la región.

“Damos la bienvenida a la aprobación por parte del gobierno de EE. UU. de una venta de armas de USD 428 millones y aplaudimos el compromiso constante de EE. UU. con la Ley de Relaciones con Taiwán y las Seis Garantías”, escribió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán en un tuit.

“Taiwán está decidido a mantener una sólida autodefensa tanto para sí mismo como para contribuir a la paz y la prosperidad del Indo-Pacífico”.

La amenaza comunista

Es probable que la medida enfurezca al Partido Comunista Chino (PCCh), que rige China como un estado de partido único y afirma que Taiwán es una provincia disidente que debe unirse con el continente.

Soldados taiwaneses disparan artillería durante un simulacro de fuego real el 09 de agosto de 2022, en Pingtung, Taiwán. El ejército de Taiwán realizó un simulacro de fuego real en respuesta a los recientes simulacros de fuego real de China en aguas cercanas a la isla. (Annabelle Chih/Getty Images)

A pesar de las afirmaciones del PCCh, Taiwán se ha autogobernado desde 1949, nunca ha sido controlada por el PCCh y cuenta con una democracia y una economía de mercado prósperas.

Estados Unidos ha mantenido una precaria posición intermedia en este status quo desde el establecimiento de la Ley de Relaciones con Taiwán en 1979. Reconoce formalmente—pero no respalda— el punto de vista del PCCh. Estados Unidos también mantiene lazos legales con Taiwán garantizando que suministrará a la isla las armas que necesita para su autodefensa.

Las relaciones entre las tres potencias alcanzaron mínimos históricos en los últimos meses. El PCCh desplegó su ejército para cercar a Taiwán y disparó misiles sobre la isla en respuesta a una visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi (D-Calif.).

El liderazgo del PCCh se ha vuelto cada vez más ampuloso en la cuestión de Taiwán, refiriéndose con frecuencia a su gobierno democráticamente elegido como separatistas y rebeldes y llegando incluso a amenazar a los funcionarios de defensa de Estados Unidos con que el régimen «no dudaría en iniciar una guerra» para evitar que la independencia de Taiwán fuera reconocida internacionalmente.

Luego de la reunión del presidente Joe Biden con el líder del PCCh, Xi Jinping, en Indonesia el mes pasado, Beijing llegó a emitir una declaración en la que decía que la paz y un Taiwán independiente eran tan “irreconciliables como el agua y el fuego”.

Posteriormente, Estados Unidos reconoció que el PCCh se está preparando activamente para invadir a Taiwán. Un informe del Pentágono publicado en noviembre concluía que el régimen busca apoderarse de Taiwán para establecerse como una superpotencia mundial y luego pretende desplazar a Estados Unidos como líder del orden internacional.

A pesar de las amenazas, numerosas administraciones de EE. UU. han mantenido lazos con Taiwán y han continuado proporcionando armas a la isla según lo dispuesto en la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979, que establece la responsabilidad de EE. UU. de vender equipo militar a la isla para su defensa frente a posibles amenazas de China.

Es probable que el anuncio de las ventas obtenga un amplio apoyo bipartidista de un Congreso que está cada vez más preocupado por el compromiso y la capacidad de Estados Unidos para garantizar que Taiwán mantenga su autodefensa.

En una carta escrita pocas horas antes de que se anunciaran los acuerdos, el senador Josh Hawley (R-Mo.) envió una carta a la administración de Biden en la que afirmaba que el esfuerzo de EE. UU. por dotar de armamento a Taiwán ahora determinaría la seguridad de Estados Unidos en los años venideros.

«Apoderarse de Taiwán es el siguiente paso de Beijing hacia el dominio de la región Indo-Pacífica», dijo Hawley en un comunicado. «Si Beijing tiene éxito, tendría graves consecuencias para la seguridad nacional de los estadounidenses, así como para nuestra seguridad económica y nuestra libertad de acción».

«Evitar la amenaza real y cada vez mayor de China requiere que aceleremos la entrega a Taiwán de las armas que necesita para defenderse—siempre que Taiwán se comprometa a una defensa asimétrica, aumente significativamente su propio gasto en defensa y lleve a cabo las reformas de defensa necesarias”.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.