Si el presidente Donald Trump es reelegido, continuará tomando medidas duras para contrarrestar las amenazas del Partido Comunista Chino, dijo el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro.
Ningún presidente se ha enfrentado nunca al régimen chino como lo ha hecho Trump, dijo Navarro, citando una serie de medidas como los aranceles de EE. UU. sobre los productos chinos, las sanciones al gigante tecnológico chino Huawei, así como las sanciones para penalizar la erosión de las libertades en Hong Kong por parte de Beijing y la agresión militar en el Mar de la China Meridional.
«En un segundo periodo, ciertamente pueden esperar que continúe el arco de resistencia contra China», dijo en una entrevista con «American Thought Leaders» de The Epoch Times.
«Este es un presidente que ha tomado una línea muy firme en el campo contra China y lo continuará haciendo».
Los comentarios de Navarro se dan días antes de las elecciones presidenciales. Tanto Trump como el candidato del Partido Demócrata Joe Biden, han hecho de la lucha contra China una plataforma de campaña.
Navarro dijo que su único «arrepentimiento» durante la campaña fue que «no pudimos persuadir a los grandes medios que concienticen al pueblo estadounidense de que este virus vino realmente del Partido Comunista Chino y que está matando a los estadounidenses».
«Debería haber más indignación de la que hay. Este tema debería ser más relevante en las urnas», añadió.
La administración Trump ha criticado repetidamente al Partido Comunista Chino (PCCh) por su encubrimiento del brote inicial en la ciudad de Wuhan, causando la propagación global del COVID-19.
Desde principios de este año, la administración se ha enfrentado al PCCh en una serie de cuestiones, entre ellas el espionaje, la influencia maligna en los Estados Unidos, las amenazas a la seguridad planteada por la tecnología china, los abusos de los derechos humanos en Xinjiang y Hong Kong, y su intimidación a Taiwán.
Navarro dijo que la administración ha estado trabajando para frenar el flujo de capital estadounidense hacia el PCCh, en particular su ejército. En mayo, la administración bloqueó las inversiones del Plan de Ahorro (TSP)—el principal fondo de pensiones para los empleados del gobierno federal, incluido el personal militar de EE. UU.— en acciones chinas.
Antes de esta medida, el TSP se estableció para invertir en un índice dirigido por el MSCI que incluye acciones con sede en China de empresas afiliadas al ejército chino o que participan en la vigilancia masiva de los ciudadanos chinos. Por ejemplo, el índice incluye a AviChina Industry & Technology, que cotiza en la bolsa de Hong Kong, la compañía de la empresa estatal china de defensa Aviation Industry Corp. of China (AVIC). La empresa y sus subsidiarias desarrollan aviones y sistemas de armas para el ejército chino.
«Un fondo de pensiones estadounidense que permite que sus dólares entren en AVIC, que es el equivalente chino a Boeing, que fabrica todos los misiles que hunden a los portaaviones estadounidenses, es una locura», dijo Navarro. «Particularmente si son pensiones de exfuncionarios militares. Ese tipo de cosas tiene que parar».
En respuesta a una pregunta sobre el continuo aumento de las inversiones de Wall Street en China, Navarro describió a Wall Street como «un sociópata escrito en mayúsculas».
«No tienen moral ni patriotismo. Solo les importa el dinero».
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