Un médico que informó a los reguladores estadounidenses de medicamentos de cómo un niño de 7 años al que cuidaba murió tras recibir una vacuna contra el COVID-19 dijo el jueves que aún no está seguro de si los reguladores obtuvieron información sobre el caso.
El Dr. Patrick Whelan, médico de California, dijo que presentó un informe al Sistema para Reportar Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés) después de que el niño sufriera un paro cardiaco poco después de recibir la vacuna. El niño murió aproximadamente una semana después.
El Dr. Whelan intentó actualizar el informe del VAERS para hacer constar la muerte, pero se enteró de que el sistema no podía actualizarse.
La versión pública del VAERS sólo incluye los informes iniciales, mientras que la versión no pública contiene información actualizada, según han reconocido las autoridades.
Durante una reunión posterior con el Dr. Peter Marks, alto funcionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés), el Dr. Whelan sacó a colación la muerte.
«Mencioné que había tenido un paciente que murió», dijo el Dr. Whelan a los miembros del Congreso. «Todo el tono de la discusión cambió por completo».
El Dr. Whelan dijo que el personal de la FDA se reunió con él para tratar el asunto aproximadamente un mes después, pero considera que la cuestión no está resuelta.
«Nunca he recibido ningún seguimiento. No estoy seguro de que llegaran a obtener los registros de ese caso concreto», afirmó.
El Dr. Whelan declaró durante una audiencia sobre los sistemas de seguridad de las vacunas celebrada el 21 de marzo por el Subcomité Selecto sobre la Pandemia de Coronavirus de la Cámara de Representantes de EE. UU.
La forma en que no se actualizó el informe del VAERS presentado por el Dr. Whelan «sirve para subrayar que los informes de defunción en el VAERS probablemente no estén reportados de forma significativa, en el caso de cualquier persona que haya sido declarada enferma antes de su muerte», dijo el Dr. Whelan a The Epoch Times en un correo electrónico anterior.
La congresista Debbie Lesko (R-Ariz.) dijo durante la audiencia que sabe de un hombre que fue hospitalizado tras recibir una vacuna contra el COVID-19, lo que dio lugar a un informe del VAERS. Pero cuando murió, la familia no pudo conseguir que se actualizara el informe. «La familia se ha quedado totalmente angustiada, porque no se ha informado con exactitud», dijo.
El Dr. Whelan señaló la muerte del niño en una reunión con el Dr. Marks sobre un estudio del que era coautor y que reanalizaba los resultados de los ensayos clínicos de las vacunas de Pfizer y Moderna. El reanálisis descubrió que las personas vacunadas en los ensayos tenían mayor riesgo de sufrir efectos adversos graves. La FDA restó importancia a los resultados, alegando que no mostraban nada nuevo.
En una audiencia celebrada a principios de este año, las autoridades sanitarias dijeron al mismo grupo del Congreso que son conscientes de las críticas al sistema VAERS.
«Una de las críticas que recibimos a menudo es que no facilitamos esa información adicional. Y yo le diría que es un reto, porque lo que hemos aprendido es que es muy difícil poner a disposición información sanitaria esencialmente protegida», dijo el Dr. Marks. Y añadió después: «Así que éste es uno de los retos a los que nos enfrentamos a la hora de poner a disposición la información, pero creo que nos gustaría trabajar para poner a disposición la mayor cantidad de información posible».
«Sin recursos suficientes»
La FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. gestionan conjuntamente el VAERS, al que los pacientes u otras personas pueden presentar informes sobre presuntas lesiones causadas por vacunas.
El Dr. Daniel Jernigan, de los CDC, dijo que los funcionarios hacen un seguimiento de cada informe al VAERS que implica un acontecimiento adverso grave.
Los informes al sistema se han disparado desde la introducción de las vacunas contra el COVID-19 a finales de 2020.
Un contratista contratado para procesar los informes se vio tan sobrecargado que se acumuló un retraso de casi 94,000 informes, según muestran los documentos obtenidos por The Epoch Times.
En medio de este retraso, los CDC pasaron por alto o ignoraron una importante señal de seguridad, según otros documentos.
El Dr. Marks dijo que «la avalancha de informes era tremenda».
Los funcionarios federales contrataron a más personas para procesar los informes del VAERS y dicen que finalmente se pusieron al día.
Los funcionarios de la FDA se han negado anteriormente a revelar los registros de las autopsias y los resultados de los análisis de los informes, citando excepciones a la Ley de Libertad de Información. Hay varios pleitos en curso sobre este asunto.
El representante Brad Wenstrup (R-Ohio), presidente del panel, dijo el jueves que las audiencias sobre los sistemas de seguridad de las vacunas se celebraron para abordar los problemas de los sistemas.
«No podemos estar plenamente preparados para una futura pandemia hasta que no abordemos adecuadamente las deficiencias, las carencias de nuestros sistemas de seguridad de las vacunas y cualquier otra deficiencia que podamos reconocer para poder corregirlas», afirmó.
Muertes señaladas a los CDC
El Dr. Whelan señaló por separado en mayo de 2021 los informes de dos niños que sufrieron muertes cardiacas tras la vacunación contra COVID-19, entre 82 niños menores de 16 años que, según los informes, habían recibido la inyección a pesar de que las vacunas no estaban autorizadas para la población en ese momento.
«Dos de 82 parece un nivel de riesgo bastante alto», dijo el Dr. Whelan al Dr. Jernigan en un correo electrónico obtenido por The Epoch Times.
Los correos electrónicos internos de los CDC obtenidos por The Epoch Times mostraron que el Dr. John Su, funcionario de seguridad de vacunas de los CDC, describió uno de los informes como probablemente falso. El otro, dijo, se refería a un «paciente de alto riesgo» que «había estado experimentando un retraso del crecimiento durante algunas semanas antes de su fallecimiento».
«No hay mucho ahí», dijo otro funcionario de los CDC a la Dra. Whelan. «Como de costumbre, los datos públicos del VAERS no son muy útiles para evaluar los informes de defunción. Espero que esto ayude a disipar cualquier temor».
Los CDC no respondieron a una solicitud de comentarios, ni siquiera sobre si la agencia ha recibido desde entonces información adicional sobre las muertes.
La agencia mantiene que sólo siete muertes en todo el país han sido causadas por las vacunas contra el COVID-19, a pesar de que los médicos forenses y otros expertos atribuyen docenas a las inyecciones.
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