Una imagen recientemente revelada muestra documentos con marcas clasificadas en el resort del expresidente Donald Trump en Florida.
La imagen muestra seis documentos con la etiqueta «ultra secreto» y varios con la marca «secreto».
La fotografía fue tomada el 8 de agosto, cuando agentes del FBI ejecutaron una orden de allanamiento en Mar-a-Lago, según abogados del gobierno.
Los abogados incluyeron la imagen en un escrito presentado el 30 de agosto, que instó a un juez a no conceder la moción de Trump de un perito especial, un tercero independiente que revisaría los documentos incautados y seleccionaría a los documentos potencialmente privilegiados.
Junto a los documentos, que estaban esparcidos por el suelo, había una caja con cinco fotografías enmarcadas, incluida una de la portada de la revista Time.
Los agentes se llevaron 33 elementos de evidencia, en su mayoría cajas de documentos, según una lista de inventario publicada anteriormente. Más de 100 documentos únicos se marcaron como clasificados, dijeron los abogados del gobierno en la nueva presentación.
“Algunos de los documentos tenían portadas de colores que indicaban su estado de clasificación”, dijeron, refiriéndose a la imagen. “Los niveles de clasificación iban desde información CONFIDENCIAL hasta ULTRA SECRETO, y ciertos documentos incluían compartimentos sensibles adicionales que significan una distribución muy limitada”.
Los abogados del Departamento de Justicia (DOJ) y los agentes del FBI ya realizaron una revisión preliminar de todos los materiales incautados, según el gobierno.
“En algunos casos, incluso el personal de contrainteligencia del FBI y los abogados del Departamento de Justicia que realizaban la revisión requerían autorizaciones adicionales antes de que se les permitiera revisar ciertos documentos”, afirma la nueva presentación.
Trump ha sostenido que desclasificó los documentos en cuestión antes de dejar el cargo, afirmación respaldada por algunos exfuncionarios del gobierno.
“Es terrible la forma en que el FBI, durante la redada de Mar-a-Lago, arrojó documentos al azar por todo el piso (¡quizás fingiendo que fui yo quien lo hizo!) y luego comenzó a tomarles fotografías para que el público los viera. ¿Pensaron que querían que se mantuvieran en secreto? ¡Suerte que lo desclasifiqué!”, escribió Trump en Truth Social el miércoles.
Documentos encontrados fuera de la sala de almacenamiento
El Departamento de Justicia comenzó a investigar después de que la Administración Nacional de Archivos y Registros recibiera 15 cajas de documentos de Mar-a-Lago en enero, luego de meses de negociaciones con el equipo del expresidente. Los Archivos Nacionales de EE.UU. pronto remitieron el asunto al Departamento de Justicia, citando la identificación de materiales clasificados y otros documentos que se volvieron a unir con cinta después de romperlos.
Los agentes del FBI pudieron revisar los documentos a mediados de mayo después de que los Archivos Nacionales, respaldados por el presidente Joe Biden, rechazara las afirmaciones de privilegio ejecutivo de Trump. Verificaron que las cajas contuvieran material clasificado.
Antes de eso, se envió una citación del gran jurado al custodio de registros de Trump. Se le dijo al custodio que compareciera ante el gran jurado el 24 de mayo en Washington y trajera todos los documentos con marcas clasificadas, según una copia de la citación presentada ante el tribunal el martes. Sin embargo, el gobierno informó a un abogado de Trump que no era necesaria una comparecencia si el custodio proporcionaba los documentos correspondientes al FBI y juraba que los documentos cumplían con la citación.
Los agentes y un abogado del gobierno fueron a Mar-a-Lago el 3 de junio y recibieron un sobre que contenía los documentos correspondientes, dice el Departamento de Justicia. Una revisión a esos registros identificó algunos como clasificados. El custodio, cuyo nombre fue tachado, proporcionó una certificación jurada diciendo que se realizó una «búsqueda diligente» de los registros.
Mientras tanto, un abogado de Trump les dijo a los trabajadores del gobierno que todos los registros de la Casa Blanca estaban almacenados en un solo lugar, una sala de almacenamiento en Mar-a-Lago. El abogado también dijo que no se almacenaron registros en ningún otro lugar de las instalaciones.
Sin embargo, la redada en agosto descubrió algunos documentos clasificados en la oficina de Trump, además de la sala de almacenamiento.
Eso arroja “serias dudas” sobre la afirmación de que hubo una búsqueda diligente, dijo el gobierno en su nueva presentación.
“Que el FBI, en cuestión de horas, recuperara el doble de documentos con marcas de clasificación que la ‘búsqueda diligente’ que el abogado del expresidente y otros representantes tuvieron semanas para realizar, pone en duda seriamente las afirmaciones hechas en la certificación del 3 de junio y arroja dudas sobre el alcance de la cooperación en este asunto”, dijo.
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