Por encima de 4100 inmigrantes ilegales, con más de 3400 de ellos que son niños no acompañados y algunos de tan solo 3 años de edad, fueron retenidos en una instalación fronteriza sobrepoblada en el Valle del Río Grande el martes.
Se les permitió a dos periodistas de The Associated Press y un equipo de CBS visitar las instalaciones en Donna, Texas, en el Valle del Río Grande. Es la primera vez durante la administración Biden que a los periodistas se les permite ingresar a la instalación fronteriza principal para niños migrantes—el sitio estaba destinado para albergar a 250 personas.
La semana pasada, la Administración Biden permitió que un periodista y un equipo de cámara hicieran un recorrido de 2 horas en un centro de detención en Carrizo Springs, Texas. El centro de detención tiene una capacidad para 952 niños y en ese momento tenía retenidos a 766 niños.
La administración Biden ha estado bajo una creciente presión recientemente para que la secretaria de prensa Jen Psaki prometiera «seguir comprometida con la transparencia» y proporcionar acceso de los medios de comunicación a las instalaciones fronterizas.
Los periodistas descubrieron que se colocaba a los niños en ocho «módulos» separados por divisores de plástico, cada uno de unos 3200 pies cuadrados. Muchas de los módulos tenían a más de 500 niños.
«Fue una imagen desalentadora», dijeron los periodistas.
Oscar Escamilla, el funcionario ejecutivo interino de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. en el Valle del Río Grande, dijo a los periodistas que entre 250 y 300 niños ingresan diariamente y muchos menos se van.
Más de 2000 niños han permanecido en las instalaciones de Donna durante más de 72 horas, incluidos 39 durante más de 15 días.
Bajo la ley de EE. UU., se supone que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) debe transferir a los niños inmigrantes al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) dentro de las 72 horas posteriores a la detención.
El HHS informó anteriormente que ellos simplemente no tienen la capacidad para llevarse a los niños.
Según los últimos datos publicados por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), 446 niños no acompañados fueron detenidos y colocados en una instalación de CBP el lunes, 5160 niños estaban bajo la custodia del CBP y 12,035 niños estaban bajo el cuidado del HHS.
“Soy un agente de la Patrulla Fronteriza. No me apunté para esto”, dijo Escamilla. «Nos vemos obligados a entrar en el asunto porque no podemos entregárselos a nadie».
Casi el 50 % de los agentes de la patrulla fronteriza ahora se retiraron de la frontera para atender a los inmigrantes ilegales, dijo el exsecretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) Chad Wolf a The Epoch Times la semana pasada.
No pueden patrullar la frontera, lo que a su vez hace posible que los carteles y los traficantes pasen de contrabando a más personas, drogas y otros artículos de contrabando, señaló Wolf.
Los periodistas presenciaron también cómo los agentes de CBP procesaron a los niños. Los menores recibirían un chequeo médico, pero no se realizó ninguna prueba por COVID-19 a menos que un niño mostrara síntomas.
Aproximadamente dos docenas de aproximadamente 270 niños que fueron transferidos al mediodía al HHS dieron positivo por COVID-19. Escamilla dijo que la tasa general de positividad por COVID-19 en las instalaciones de Donna fue de aproximadamente el 14 %.
La administración Biden afirmó que es más «humano» mantener a los niños en Estados Unidos, mientras que los republicanos criticaron la política, junto con la revocación de otras políticas de la era Trump, por causar el fuerte incremento de niños no acompañados en la frontera.
Tal como se acostumbró durante la administración Trump, los agentes fronterizos pueden llevar a cabo la autoridad del Título 42 para enviar de regreso inmediatamente a los adultos, familias y niños no acompañados debido a la pandemia.
En su primera conferencia de prensa la semana pasada, el presidente Joe Biden dijo que su administración está enviando de regreso a personas solteras y a «la gran mayoría de las familias».
Sin embargo, solo el 41 % de las familias fueron expulsadas inmediatamente en febrero, según datos del DHS. Y menos del 15 % de las familias fueron enviadas de regreso la semana pasada.
El HHS ha convertido los centros de convenciones en áreas de detención y le solicitó al Pentágono que aceptara a inmigrantes ilegales.
Wolf criticó el enfoque de la administración Biden para tratar la oleada como un problema de capacidad.
«Si ustedes simplemente abren más centros, brindan más atención, ustedes simplemente están incentivando a más y más personas para que vengan», dijo Wolf a The Epoch Times.
Con información de The Associated Press y Zachary Stieber.
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