La inflación se aceleró en octubre y el Departamento de Comercio informó hoy que el índice principal de Gastos de Consumo Personal (PCE) aumentó un 5.0 por ciento durante el año, saltando a un nivel no visto desde 1990 y reforzando las preocupaciones sobre la persistencia de las presiones inflacionarias.
Mientras tanto, el índice de inflación del PCE básico, que excluye las categorías volátiles de alimentos y energía y que es el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal (Fed) para calibrar la política monetaria, aumentó en el año hasta octubre en un 4.1 por ciento, el ritmo más rápido desde 1991.
Sobre una base mensual, el PCE general se aceleró al 0.6 por ciento, más rápido que la tasa del 0.4 por ciento en cada uno de los tres meses anteriores. El PCE básico también se disparó, con la tasa mensual de octubre del 0.4 por ciento llegando al doble de la tasa de septiembre. Ambos indicadores muestran que la inflación está aumentando su ritmo y sugieren que las presiones de los precios están más arraigadas de lo que esperaban los funcionarios de la administración Biden y los responsables de la política monetaria.
El aumento de los precios se ha convertido en un tema clave en medio de la recuperación económica y un punto de dolor para el presidente Joe Biden, cuyos índices de aprobación se han desplomado. Una nueva encuesta de NPR/Marist mostró el índice de aprobación de Biden en 42 por ciento, el porcentaje más bajo desde que asumió el cargo, siendo la inflación la principal preocupación entre los encuestados.
«Independientemente de las buenas cifras de empleo y del mercado de valores, los estadounidenses están preocupados por la economía y la razón es la inflación», dijo Lee Miringoff, director del Instituto Marista de Opinión Pública, a NPR.
La encuesta mostró que la inflación es la principal preocupación (39 por ciento), seguida de los salarios (18 por ciento) y la escasez de mano de obra (11 por ciento). Las preocupaciones sobre los costos de la vivienda, el desempleo y los elevados precios de la gasolina estaban empatadas al 9 por ciento cada una, según la encuesta.
Los datos de inflación del PCE probablemente aumentarán la ansiedad de los legisladores, y es probable que los funcionarios de la Fed consideren acelerar el ritmo de la eliminación gradual del programa masivo de compra de activos de USD 120,000 millones por mes del banco central. En una reunión de política a principios de noviembre, los funcionarios de la Fed decidieron comenzar a reducir las compras mensuales de bonos a un ritmo de USD 15,000 millones por mes, aunque dejaron la puerta abierta a un cronograma más rápido.
Varios economistas, incluidos varios asesores de la era de Obama, han responsabilizado a la administración Biden y a la Fed por el aumento inflacionario.
Steven Rattner, jefe del Grupo de Trabajo de la Industria del Automóvil bajo el mandato del expresidente Barack Obama, se convirtió recientemente en el último asesor económico de la era Obama en hacer sonar la alarma sobre la inflación. Rattner preguntó en un artículo de opinión cómo la administración Biden pudo haber entendido «este tema crítico tan mal» y advirtió que su programa Build Back Better podría exacerbar las presiones inflacionarias.
Antes de eso, el exsecretario del Tesoro, Larry Summers, quien fue de los primeros en hacer sonar la alarma sobre el actual episodio de alza de precios, le dijo a CNN en una entrevista que cree que el mercado laboral es rígido y la política monetaria demasiado laxa.
«Tenemos que reconocer que nuestro problema no es que no haya suficientes personas con trabajo», dijo Summers al medio. “El problema actual es que estamos impulsando la demanda más rápido de lo que la oferta puede crecer y que vamos a tener más y más inflación hasta que dejemos de hacerlo”, dijo.
«Ese es el verdadero problema», agregó.
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