Legisladores republicanos han criticado a Disney por «acobardarse» ante el Partido Comunista Chino (PCCh) al omitir un episodio de «Los Simpson» que critica a Beijing. La censura al capitulo se implementó en el servicio de streaming de Disney para Hong Kong.
Disney+ lanzó todos los episodios del programa excepto el episodio 12 de la temporada 16 que se refiere a la Masacre de la Plaza Tiananmen de 1989, cuando el PCCh ordenó a sus tropas que abrieran fuego contra los manifestantes que abogaban por reformas democráticas, matando potencialmente a cientos o incluso a miles de estudiantes.
El episodio removido, titulado «Goo Goo Gai Pan», trata sobre la visita de los Simpson a la Plaza de Tiananmen, donde ven un cartel de broma que dice «En este sitio, en 1989, no pasó nada». En el episodio, la familia también visita el cuerpo embalsamado del exlíder Mao Zedong, a quien Homero Simpson llama «un angelito que mató a 50 millones de personas».
En una carta del 10 de diciembre dirigida a Bob Chapek, director ejecutivo de Disney, los legisladores acusan a la compañía por aparentemente «borrar la historia en nombre de los tiranos comunistas en Beijing».
«El hecho de que Disney elimine un episodio de dibujos animados satíricos que tiene el potencial de exponer las maldades del Partido Comunista Chino es repugnante y digno de condena», dijo en un comunicado de prensa el representante Jeff Duncan (R-S.C.), quien encabezó la carta.
La misiva, firmada conjuntamente por 13 miembros republicanos del Congreso, indaga sobre las razones detrás de la censura, cuánta influencia o control ejerce el PCCh sobre el contenido de Disney y la postura de la compañía con respecto a la masacre de la Plaza de Tiananmen.
La controversia de Disney se produce en medio de una creciente preocupación por la censura en Hong Kong, luego de la draconiana ley de seguridad nacional de Beijing, impuesta en junio de 2020, que sofocó significativamente la libertad de expresión y asociación en la ciudad. La ley otorga al régimen chino un poder amplio para atacar a individuos por cualquier acto que Beijing considere secesión, subversión, terrorismo y confabulación con fuerzas extranjeras.
Duncan argumentó que la aparente decisión de Disney de someterse al PCCh, que está cometiendo un genocidio contra los uigures y cuyas violaciones a los derechos humanos y crímenes contra la humanidad son bien conocidos, erosiona los principios estadounidenses. Este tipo de influencia sobre las empresas estadounidenses debería «exponerse y revertirse», añadió.
El legislador exigió, además, coherencia a la compañía, diciendo que Walt Disney, su fundador, “luchó animadamente contra las crecientes mareas del comunismo y el fascismo, y esta acción es una traición a los principios fundacionales de Disney».
Este no es el primer caso en el que se llama la atención a Disney por ayudar a la narrativa de Beijing. El año pasado, la compañía fue criticada por rodar parte de la película «Mulán» en la región de Xinjiang, en el extremo occidental del país, donde más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas están recluidas en campos de internamiento, según estimaciones de las Naciones Unidas.
La película incluye en sus créditos un “agradecimiento especial” a las agencias del PCCh acusadas de participar en violaciones a los derechos humanos contra los uigures en la región, lo que generó pedidos para llevar a cabo un boicot contra el filme.
Los legisladores republicanos también le preguntaron a Disney en la carta si el PCCh los amenazó con cerrar o ralentizar las operaciones en el resort Shanghai Disneyland durante la revisión a la transmisión del contenido de Los Simpson en Hong Kong.
Según un informe de 2020 de PEN America, un grupo sin fines de lucro con sede en Nueva York centrado en defender la libertad de expresión, la inversión de los estudios estadounidenses en parques temáticos en China sirve como una forma de presión empresarial, dado que las empresas pueden perder miles de millones si China decide castigarlos.
“Disney, por ejemplo, tiene una participación del 47 por ciento en el parque Disneyland de Shanghai, el cual se inauguró en 2016 y cuya construcción costó más de USD 5500 millones”, se lee en el informe.
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