A pesar de finalizar el despliegue, el grupo de portaaviones USS Harry S. Truman permanecerá en el mar en el Atlántico occidental, a salvo del alcance de COVID-19 y listo para la acción, anunció la Marina.
«El barco está entrando en un período en el que debe estar listo para responder y desplegarse en cualquier momento», dijo el vicealmirante Andrew Lewis, comandante de la segunda flota estadounidense en un comunicado. «Normalmente podemos desembarcar en el muelle, pero frente al COVID-19, necesitamos proteger nuestro activo más valioso, nuestra gente, manteniendo al barco en alta mar».
El anuncio de la Marina el lunes se produce luego de la muerte de un marinero en el Pacífico quien se encontraba infectado por el virus mientras estaba a bordo del USS Theodore Roosevelt, que está actualmente apartado en Guam con más de 500 marineros que dieron positivo para el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus.
El USS Harry S. Truman ya ha completado dos despliegues consecutivos, según UNI News, y ahora es el único grupo de ataque de portaviones de guardia en la costa este.
«Después de completar un despliegue exitoso, no nos gustaría nada más que reunirnos con nuestros amigos y familiares», dijo el contraalmirante Andrew Loiselle, comandante del Grupo 8 de Ataque de portaaviones, en un comunicado.
“Reconocemos que estas son circunstancias únicas y que lo responsable es garantizar que podamos responder al llamado de nuestra nación y garantizar la salud y seguridad de nuestros marineros. Le agradecemos su continuo amor y apoyo mientras nos mantenemos enfocados en esta importante misión”.
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La Marina dijo que continuará monitoreando lo que describe como una «situación dinámica» y proporcionará una actualización en tres semanas para los marineros y sus seres queridos en tierra.
La Marina está en mejores condiciones para absorber la incertidumbre debido a un cambio hacia una estrategia de despliegue más flexible presentada hace dos años para mantener a los adversarios confundidos.
Los grupos de ataque de portaaviones son una parte clave de la proyección de poder de Estados Unidos.
El lunes, la Marina anunció que un marinero asignado al USS Theodore Roosevelt, afectado por el virus, había muerto, cuatro días después de que lo encontraron inconsciente y fuera ingresado a cuidados intensivos.
El portaaviones está actualmente fuera de su misión en el Pacífico, mientras el portaaviones nuclear es evacuado y limpiado sistemáticamente después de un brote de COVID-19 a bordo.
Hasta ahora, 585 miembros de la tripulación de más de 4000 han dado positivo, según un comunicado el domingo, con un 92 por ciento de los resultados.
La muerte del miembro de la tripulación marca la primera muerte del personal militar en servicio activo por el virus del PCCh.
Un drástico memorándum del capitán al mando sobre el brote se filtró a la prensa, lo cual provocó una serie de eventos controvertidos que conllevaron al despido del capitán y la renuncia del secretario interino de la Marina, Thomas Modly.
Los líderes del Pentágono dicen que a pesar de que el portaaviones no está en acción, en general, la preparación de los militares sigue sin verse afectada por la pandemia, aunque admitieron que podría degradarse en los próximos meses.
«Si nuestros adversarios piensan que este es nuestro momento de debilidad, están peligrosamente equivocados», dijo el subsecretario de Defensa, David L. Norquist, el 9 de abril. “A los que nos quieren hacer daño, no se equivoquen: incluso con los desafíos que esta enfermedad ha traído a nuestras costas, el Departamento de Defensa está listo para hacer frente a cualquier amenaza y defender a nuestra nación».
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