En declaraciones a los periodistas en la Base Aérea de Dover el 8 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que no creía que el Partido Comunista Chino (PCCh) representara una amenaza inmediata para Taiwán, pero expresó su preocupación por el número de tropas y material que se está desplazando por la región.
«No estoy preocupado», dijo Biden, «pero sí me inquieta que se desplacen tanto como lo hacen».
«No creo que vayan a hacer nada más».
Los comentarios se produjeron poco después de que el PCCh anunciara el lunes una nueva serie de ejercicios militares y prometiera seguir operando en el lado de Taiwán de la línea media del Estrecho de Taiwán. Esos nuevos ejercicios, a su vez, se produjeron después de las mayores maniobras militares conjuntas del régimen en torno a Taiwán la semana pasada, que dieron lugar al lanzamiento de 11 misiles balísticos, algunos de los cuales sobrevolaron Taiwán y cayeron en aguas de la zona económica exclusiva de Japón.
A pesar de las esperanzadoras previsiones de Biden sobre la situación, la Casa Blanca afirmó que el PCCh se ha posicionado para emprender futuras acciones contra Taiwán.
«China se ha posicionado para tomar nuevas medidas, y esperamos que sigan reaccionando a largo plazo», dijo la semana pasada el coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para Comunicaciones Estratégicas, John Kirby. «Estados Unidos no buscará ni quiere una crisis. [Pero] estamos preparados para gestionar lo que Beijing decida hacer».
«Nos tomamos muy, muy en serio nuestros compromisos de seguridad en la región. Tenemos una sólida capacidad militar, obviamente, para cumplir con esos compromisos», dijo Kirby.
El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, dijo el 9 de agosto que creía que los ejercicios de escalada formaban parte de un plan más amplio del PCCh para una invasión de Taiwán.
«China ha utilizado los ejercicios en su libro de jugadas militares para preparar la invasión de Taiwán», dijo Wu durante una conferencia de prensa.
«Después de que los simulacros concluyan, China puede intentar convertir en rutina su acción en un intento de destrozar el statu quo a largo plazo en el estrecho de Taiwán».
El PCCh afirma que Taiwán es una provincia rebelde de China y ha prometido unir la isla con el continente por cualquier medio necesario. La Taiwán democrática nunca ha sido controlada por el PCCh y es autónoma desde 1949.
Las tensiones actuales estallaron el mes pasado cuando las autoridades del PCCh afirmaron que la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), a Taiwán era una provocación contra su soberanía y amenazaron con «medidas de fuerza» contra Estados Unidos.
Biden respondió a esta amenaza un día después diciendo públicamente que el viaje de Pelosi «no era una buena idea». Sin embargo, es una práctica habitual que las delegaciones del Congreso visiten la isla.
Ese comentario fue ampliamente considerado como una extralimitación del poder ejecutivo en los viajes personales de un miembro del Congreso en activo.
Por ello, Biden aclaró el lunes su postura al respecto.
«Esa fue su decisión», dijo Biden.
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