La Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a apuntar a los programas de vacunas de refuerzo contra COVID-19 de los países más ricos y los acusó de prolongar la pandemia.
«Es probable que los programas de refuerzo generalizados prolonguen la pandemia, en lugar de ponerle fin, al desviar el suministro a países que ya tienen altos niveles de cobertura de vacunación, lo que da al virus más oportunidades de propagarse y mutar», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una reunión informativa esta semana.
Cuando Estados Unidos y algunos países europeos anunciaron sus planes de distribución de dosis de refuerzo a principios de este año, Tedros y otras autoridades de la OMS criticaron la medida. Dijeron que esas dosis deberían repartirse entre los países más pobres.
El Dr. Mike Ryan, director de emergencias de la OMS, cuestionó a principios de este mes la lógica de que varios países intentaran producir más dosis de refuerzo para vacunar a todos los mayores de 18 años.
«En este momento, no hay ninguna prueba que yo conozca que sugiera que el refuerzo de toda la población vaya a proporcionar necesariamente una mayor protección contra la hospitalización y la muerte a personas que, por lo demás, están sanas», dijo Ryan.
“El riesgo veradero de enfermedad grave, hospitalización y muerte es, en particular, para los individuos de riesgo y vulnerables”, dijo, “que sí requieren protección contra todas las variantes del COVID-19”, la enfermedad causada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh). Los organismos sanitarios de todo el mundo suelen considerar vulnerables a las personas mayores, a las que tienen el sistema inmunitario comprometido y a las que trabajan en entornos de alto riesgo.
El mes pasado, después de que la OMS calificara la variante ómicron como «preocupante», suscitó la polémica por omitir nombrarla Xi o Nu. Algunos cuestionaron si el organismo sanitario de la ONU decidió no nombrarla «Xi» por temor a ofender al Partido Comunista Chino (PCCh) o a su líder Xi Jinping.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos han seguido promoviendo las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 para todos los residentes mayores de 16 años en medio de un aumento de los casos de la variante ómicron en todo el país, aunque hasta ahora se han registrado muy pocas muertes en todo el mundo. El martes, Israel anunció que ofrecería una cuarta dosis de la vacuna de Pfizer a los mayores de 60 años.
Hace meses, Israel impuso oficialmente la aplicación del refuerzo, o tercera dosis, como condición para utilizar el pasaporte de la vacuna COVID-19 «pase verde» de su país para entrar en determinados negocios. En Estados Unidos, un número cada vez mayor de empresas e instituciones han exigido el refuerzo para entrar en los edificios o como condición para el empleo.
Tedros también dijo a los periodistas que la mayoría de las personas hospitalizadas con COVID-19 en todo el mundo no están vacunadas. No aportó pruebas que respalden esta afirmación.
“Ningún país puede acelerar su salida de la pandemia”, dijo.
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