A principios de esta semana fracasó un intento de los legisladores de Arizona de prohibir que los gobiernos estatales y locales exijan los «pasaportes de vacunas» COVID-19.
La medida, el proyecto de ley 2190 de la Cámara de Representantes, se presentó a mediados de abril y pretendía prohibir que las entidades comerciales exigieran a una persona una prueba de vacunación.
«Una entidad comercial que haga negocios en este estado [Arizona] no puede exigir a una persona que revele a la entidad comercial o a una aplicación en línea de terceros si la persona ha recibido o no una vacuna contra covid-19 o una vacuna para abordar cualquier variante de covid-19 como condición para recibir cualquier servicio, producto o admisión a un evento o lugar», según su texto (pdf).
La legislación también habría impedido que las universidades públicas de Arizona, así como los gobiernos de los condados, locales y estatales, exigieran a las personas una prueba de vacunación. Los profesionales de la salud habrían podido exigir una prueba de vacunación, pero tendrían prohibido rechazar los servicios basándose en el estado de vacunación de alguien.
«Una institución sanitaria no puede negar a un paciente o a un residente servicios de atención sanitaria basándose en el estado de vacunación de la persona», dice el proyecto de ley.
Cualquier persona que infrinja la nueva ley se enfrentaría a un delito menor de clase 3, que se castiga con una multa de hasta 500 dólares y un máximo de 30 días de prisión.
La legislación fracasó en una votación de 16 a 13. Según el Capitol Media Services de Arizona, el senador estatal republicano T.J. Shope votó junto a los demócratas para eliminar el proyecto de ley.
Los pasaportes de vacunación fueron criticados por grupos de defensa de las libertades civiles, que dicen que podrían violar los derechos de privacidad de los estadounidenses y negar servicios clave a las personas que no están vacunadas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, el gobernador de Texas, Greg Abbott, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y el gobernador de Wyoming, Mark Gordon, todos ellos republicanos, se encuentran entre los gobernadores que firmaron recientemente una orden ejecutiva para prohibir estos documentos en su estado.
El mes pasado, los legisladores de Indiana aprobaron un proyecto de ley que busca bloquear el uso de pasaportes de vacunas. Se propusieron medidas similares en Michigan, Tennessee, Nueva Jersey y New Hampshire.
«Los programas de pasaportes de vacunas tienen el potencial de politizar una decisión que no debería ser politizada», dijo previamente Gordon, el gobernador de Wyoming, en un comunicado.
«Dividirían a nuestros ciudadanos en un momento en que la unidad en la lucha contra el virus es esencial, y perjudicarían a aquellos que médicamente no pueden recibir la vacuna. Aunque animo encarecidamente a los habitantes de Wyoming mayores de 16 años a vacunarse contra COVID-19, se trata de una elección personal basada en las circunstancias personales».
Mientras tanto, Nueva York y algunas partes de California pusieron en marcha programas de vacunación digital y pasaportes de prueba. El Excelsior Pass de Nueva York se puso en marcha hace varios meses para los eventos deportivos, el Madison Square Garden, el Times Union Center y la City University de Nueva York.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Con información de Jack Phillips.
De NTD News
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