WASHINGTON —Más de 1500 practicantes de Falun Gong se reunieron en el National Mall el 21 de julio para pedir el fin de la persecución a este grupo religioso por parte del régimen comunista chino.
Con el Capitolio de EE.UU. de fondo, los oradores de la concentración destacaron la creciente preocupación por la sustracción forzada de órganos a los practicantes de Falun Gong detenidos y la amenaza del Partido Comunista Chino (PCCh) a Estados Unidos.
«La sustracción forzada de órganos es una de las prácticas más bárbaras de la historia de la humanidad. Y ya es hora de que se rindan cuentas de verdad», dijo el representante Steve Chabot (R-Ohio), señalando que el Congreso debe tomar «medidas anérgicas» contra este delito. «Estados Unidos está despertando por fin a la amenaza que supone China. Y todos necesitamos escuchar su historia, entender lo brutal que ha sido el PCCh con ustedes y aprender de su experiencia».
El 20 de julio se cumplieron 23 años desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó su amplia campaña para erradicar Falun Gong, una práctica espiritual que incluye ejercicios de meditación y un conjunto de enseñanzas morales basadas en los principios de verdad, benevolencia y tolerancia. La popularidad de esta práctica, que en 1999 contaba con entre 70 y 100 millones de practicantes en China, fue percibida por el Partido como una amenaza a su control autoritario de la sociedad.
«El Congreso definitivamente debe actuar»
Los oradores en el rally también instaron a apoyar la Ley para Detener la Sustracción Forzada de Órganos de 2021, legislación que sancionaría a los responsables de la sustracción forzada de órganos y prohibiría la exportación de dispositivos médicos utilizados en la macabra práctica.
Un tribunal independiente determinó en 2019 que el régimen chino había matado durante años a presos de conciencia detenidos —principalmente practicantes de Falun Gong— por sus órganos para abastecer el mercado de trasplantes de órganos a una «escala significativa», una práctica que continúa en la actualidad.
El embajador Andrew Bremberg, presidente de Victims of Communism Memorial Foundation (VOC), un grupo de defensa con sede en Washington, instó al Congreso a tomar la iniciativa de aprobar la legislación.
«Ahora se sabe que, debido a las políticas del PCCh, los cirujanos altamente capacitados se han convertido, durante décadas, en verdugos de los prisioneros en la mesa de operaciones», dijo, refiriéndose a los hallazgos del artículo del miembro del VOC, Matthew Robertson, en el American Journal of Transplantation.
«Millones de personas que practican Falun Gong en China han sido encarceladas, torturadas o asesinadas», dijo el representante Gus Bilirakis (R-Fla.) en su mensaje de vídeo a los asistentes al rally. «Si permanecemos en silencio ante estas transgresiones, descuidamos ese imperativo moral y lo hacemos en detrimento de la sociedad civil».
En su discurso en video, el senador Ted Cruz (R-Texas) dijo: «Estados Unidos tiene la obligación de defender y promover la capacidad de practicar la religión sin impedimentos gubernamentales. Permitir que el Partido Comunista Chino continúe este círculo vicioso de persecución sin consecuencias es una negligencia en el cumplimiento del deber».
El representante Scott Perry (R-Pa.) también envió su discurso virtual: «La persecución de China contra Falun Gong, ya sea la sustracción forzada de órganos, el encarcelamiento injusto o los trabajos forzados, es malvada. Es perversa».
«El Congreso definitivamente debe actuar, asegurando que a millones de practicantes de Falun Gong no se les niegue la libertad de ejercer su creencia religiosa».
Perry también señaló que presentó la Ley de Protección de Falun Gong (H.R.6319) el pasado diciembre.
La legislación sancionaría a los individuos que están involucrados o han contribuido a la sustracción forzada de órganos a los practicantes de Falun Gong y pide al Departamento de Estado que evalúe si la persecución constituye un genocidio.
La libertad religiosa empeora en China
El comisionado Eric Ueland, de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), dijo que la libertad religiosa en China se ha deteriorado rápidamente en la última década.
«Desde el peor día de la Revolución Cultural no se había visto una persecución tan generalizada y terrible a las comunidades religiosas en China, incluyendo a Falun Gong», dijo Ueland en el mitin.
Dijo que la USCIRF había constatado repetidamente la persecución a Falun Gong y que algunos practicantes habían incluso «muerto a manos de funcionarios chinos».
«Esto sacude la conciencia y debería sobrecoger nuestras almas», dijo Ueland.
Annie Boyajian, vicepresidenta de Freedom House, una organización de derechos humanos, dijo que la persecución a Falun Gong había empeorado en los últimos cinco años, especialmente durante la pandemia del COVID-19. También le preocupa que los practicantes de Falun Gong y los católicos de Hong Kong puedan ser objeto de persecución en el próximo año.
«Es posible que muchos no sepan que algunos de los artífices de la represión en Xinjiang perfeccionaron esas técnicas con los tibetanos y los practicantes de Falun Gong», dijo Boyajian.
La Ley para Detener la Extracción Forzada de Órganos de 2021 tiene que aprobarse este año, o tendrá que volver a presentarse en 2023. En marzo de 2021, los senadores Tom Cotton (R-Ark.) y Christopher Coons (D-Del.) presentaron la versión del Senado, mientras que Chris Smith (R-N.J.) y Thomas Suozzi (D-N.Y.) presentaron la versión de la Cámara.
Salvaguardar el libre albedrío en China y Estados Unidos
Arthur Zhang, sargento de la Fuerza Aérea de EE. UU. radicado en Florida, se tomó el día libre para participar en el evento. Para él, concienciar sobre la persecución a Falun Gong en China y salvaguardar Estados Unidos son dos caras de la misma moneda; ambas tienen que ver con la defensa de la virtud, su «prioridad en la vida».
Cuando la persecución comenzó de la noche a la mañana el 20 de julio de 1999, Zhang era un joven de 17 años que cursaba el último año de preparatoria en un pequeño condado de la provincia china de Hebei. Había empezado a practicar Falun Gong tres años antes.
Por seguir los principios de verdad, benevolencia y tolerancia de Falun Gong y negarse a denunciarlos al PCCh, perdió la oportunidad de asistir a una universidad de Beijing y, más tarde, de elegir una escuela de posgrado. Soportó torturas durante su año en un campo de trabajo chino.
En febrero de 2001, en la oficina de despacho de un campo de reeducación en un suburbio de Beijing, una docena de policías electrocutaron a cuatro practicantes de Falun Gong por declarar que «Falun Dafa es bueno».
Zhang era uno de los cuatro. Apretaba sus dientes mientras las barras caían sobre su cara, boca y cuello. No podía abrir la boca y perdió el control de sus músculos faciales. Mientras las porras eléctricas zumbaban con fuerza junto a sus oídos, apenas mantenía su cordura.
«No estoy muerto. No estoy muerto», dijo Zhang que se repetía a sí mismo. «No diré que Falun Dafa es malo, aunque me muera».
En enero de 2002, Zhang fue liberado del Campo de Trabajo de Tuanhe, en Beijing.
Tras graduarse en una universidad de la provincia de Hebei, trabajó en Shanghái para una empresa estadounidense, a través de la cual obtuvo un visado para visitar Estados Unidos. Como resultado de una solicitud en 2012, se le concedió el asilo en 2014.
Mientras buscaba una forma de retribuir a Estados Unidos, se encontró con la información de reclutamiento de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en 2016. Los valores de «la integridad primero», «el servicio antes que uno mismo» y «la excelencia en todo lo que hacemos» resonaron profundamente en él, hasta el punto de que se convirtió en novato a los 35 años, casi el doble de edad que el recluta más joven de su grupo de 52 miembros.
Los valores fundamentales de las Fuerzas Aéreas «son similares a los principios enseñados por Falun Gong, como ser honesto, considerar primero a los demás, sacrificarse y asumir nuestras responsabilidades», dijo Zhang a The Epoch Times.
Este joven de 35 años nunca había ido a un gimnasio antes de alistarse en las Fuerzas Aéreas. Sin embargo, con agallas, superó la prueba física y se graduó en 2017 con un premio de estudiante distinguido.
Zhang dijo que quería ofrecer los conocimientos adquiridos por la experiencia de la vida para ayudar a salvaguardar a Estados Unidos, el país que lo adoptó y que cree que está bajo el ataque del comunismo en muchos frentes.
Para él, el PCCh impone su voluntad a la gente, les quita el libre albedrío y les priva del pensamiento crítico y de las opciones para tomar sus propias decisiones.
«De todas las personas a las que el PCCh ha destruido su libre albedrío, lo siguen ciegamente o lo odian. Sin embargo, están bajo el control del PCCh», dijo Zhang. «Falun Gong me ha permitido trascender eso y ver al PCCh más allá de mi propia experiencia de persecución».
El miembro del servicio dijo que quería ayudar a más personas a llevar una vida normal librándolas del control del PCCh y restaurando su libre albedrío. Por eso se alegró de que el gran jurado federal acusara recientemente a cinco personas —chinas y no chinas— por la presunta represión de disidentes chinos en suelo estadounidense.
Zhang dijo que los agentes chinos han hecho lo mismo con los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos durante décadas. Concienciar sobre la persecución a Falun Gong en China ayudaría a proteger a Estados Unidos y sus valores, dijo.
Otros oradores en la manifestación fueron Piero Tozzi, asesor principal del representante Chris Smith (R-N.J.); Sean Nelson, asesor jurídico de Alliance Defending Freedom International; Arielle Del Turco, subdirectora del Centro para la Libertad Religiosa del Family Research Council; Darren Spinck, investigador asociado de Henry Jackson Society; Christina Sturgeon, asistente del director ejecutivo de Jubilee Campaign USA; Alan Adler, director ejecutivo de Friends of Falun Gong; Luna Lyu, víctima de la persecución a Falun Gong; Rong Yi, presidente del Centro Tuidang (Renunciar al Partido), con sede en Nueva York; y Wang Zhiyuan, de la Organización Mundial para la Investigación de la Persecución a Falun Gong. La delegada Eleanor Holmes Norton (D.C.) también envió un saludo en video a los asistentes al rally.
A la concentración le siguió una marcha desde el National Mall hasta Freedom Plaza. Se programó una vigilia con velas para la noche del 21 de julio frente al Monumento a Washington.
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