Luego de que una mujer en Beijing fuese notificada de su diagnóstico positivo del virus del PCCh mientras estaba en un centro comercial, el complejo fue cerrado, dejando a miles de compradores atrapados durante varias horas.
Las autoridades también confirmaron que en el Orient MGM International Hotel, el cual se convirtió en un improvisado centro de cuarentena, se produjo un brote entre los que estaban aislados al interior.
Beijing exige que las personas que están en contacto cercano con los pacientes diagnosticados permanezcan en tales centros bajo su propio costo.
Desde el resurgimiento del virus a mediados de junio, las autoridades han emitido reglas estrictas para contener la propagación, interrumpiendo la vida cotidiana de muchos residentes.
Cheng Yang, un residente de Beijing que fue aislado en un centro de cuarentena en el municipio de Nanyuan, distrito de Fengtai, fue transferido a otro hotel el 28 de junio.
Las autoridades no dieron una razón, pero él y otros en el hotel sospechan que fue porque se había producido un brote.
Él estaba nervioso por la posibilidad de contraer el virus, y también se sentía desesperado porque las autoridades lo aislaron sin proporcionarle una fecha de liberación. «Si algunos de nosotros en este hotel damos positivo en el 28º día [de la cuarentena], todos tendremos que ser aislados durante 14 días más de nuevo», dijo Cheng.
Mientras tanto, los documentos del gobierno que se filtraron a The Epoch Times revelaron que las autoridades de Beijing aún estaban investigando cómo se propagó este reciente brote del virus.
Centro comercial
El Wanda Plaza es un centro comercial con unas 1410 tiendas en el distrito Shijingshan, al oeste de Beijing. El centro comercial abarca 480,635 metros cuadrados (5,17 millones de pies cuadrados), con zonas comerciales, zonas de entretenimiento, hoteles, restaurantes y edificios residenciales.
El 2 de julio, la Sra. Xie estaba almorzando en Wanda Plaza. Alrededor de las 12:50 p.m., Xie recibió una llamada del Hospital de Amistad China-Japón, informándole que había sido diagnosticada con COVID-19, de acuerdo con los informes de la prensa local.
Xie se sorprendió y comenzó a llorar a gritos en el restaurante donde estaba cenando.
Unos 10 minutos después, la comisión de salud del distrito cerró el centro comercial y prohibió la salida a todo el personal que trabajaba en el interior. Los compradores que deseaban irse tenían que completar un formulario.
Cientos de personas hicieron fila para salir del centro comercial.
Los dueños de varios negocios dentro del centro comercial dijeron a la edición china del Epoch Times que las autoridades les seguían dando órdenes.
«Ellos [las autoridades] nos pidieron que desinfectáramos la tienda y que convenciéramos a todos los clientes de que se fueran después de la 1 p.m. Nos pidieron que dejáramos de desinfectar a eso de las 2:30 p.m. porque recogerían muestras [del ambiente] de las tiendas. Luego les pidieron a todas las personas que trabajan dentro que se hicieran pruebas de ácido nucleico alrededor de las 3 p.m. Entre tanto, a las personas que salían del trabajo también se les pidió que se hicieran pruebas», dijo el dueño de un negocio.
«Estamos encerrados. Nadie tiene permitido entrar o salir de Wanda», dijo una vendedora de una tienda ZARA.
La mayoría de los entrevistados expresaron que estaban nerviosos por el último brote, y estaban preocupados de que su código sanitario generado por el teléfono celular cambiara a amarillo o rojo, lo cual significa que son contactos cercanos de una persona diagnosticada y que deben aislarse.
El periódico estatal Beijing News informó que el centro comercial estaba cerrado al final del día. Las autoridades también identificaron algunos de los contactos cercanos de Xie y los enviaron a los centros de cuarentena.
Atrapado en el hotel
Chu Junwei, jefe interino del gobierno del distrito de Fengtai en Beijing, confirmó en una conferencia de prensa del 28 de junio que hubo un brote en el Orient MGM Hotel.
«Dos personas están aisladas en una habitación. Es posible que nos hayamos infectado mutuamente», dijo Wang Chunqi, un residente de Beijing que estaba en cuarentena en el hotel.
A las personas aisladas no se les permite salir de sus habitaciones.
«[El personal del gobierno] no nos dejó salir por la puerta. (…) Es como estar en prisión. Además, la comida [que proporcionan] me da náuseas», dijo a la edición china del Epoch Times, en una entrevista.
Investigación
Las autoridades inicialmente afirmaron que el salmón vendido en el mercado de alimentos de Xinfadi en Beijing fue el culpable del [nuevo] brote del virus, luego la carne de res y cordero.
The Epoch Times obtuvo, a través de una fuente confiable, una copia de un aviso emitido por la comisión de salud del distrito de Daxing en Beijing, titulado «Establecer equipos urgentemente para investigar grupos de alto riesgo relacionados con el mercado Xinfadi» el 28 de junio.
La comisión pidió que cada hospital estableciera cinco equipos de investigación y que cada clínica pequeña estableciera tres equipos. Estos equipos de trabajo irán a las casas de las personas «de alto riesgo», recogerán muestras de hisopados de los residentes y de los entornos domésticos, así como muestras de sangre de las personas.
Luego todos los hisopos y muestras serán analizados por el CDC del distrito y registrados en el sistema de vigilancia masiva de las autoridades.
El documento no especificaba quiénes estaban en los grupos de alto riesgo, pero desde mediados de junio, las autoridades pusieron en cuarentena a todos los vendedores del mercado de Xinfadi y ordenaron que todos los residentes que habían visitado Xinfadi desde finales de mayo se sometieran a pruebas de ácido nucleico.
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Nuevo brote del virus COVID-19 en Beijing, China
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