Los senadores republicanos presentaron el 18 de marzo un proyecto de ley que despojaría al régimen chino de sus privilegios comerciales al revocar su estatus de relaciones comerciales normales permanentes (PNTR) en un intento por responsabilizarlo por sus agresiones económicas y abusos a los derechos humanos.
El proyecto de ley, presentado por el senador Tom Cotton (R-Arkansas), vincularía la elegibilidad de China para recibir un trato comercial preferencial, conocido como estado de «relaciones comerciales normales» (NTR), con el historial de derechos humanos del gobierno.
Bajo el presidente Bill Clinton, Estados Unidos otorgó a China el estatus PNTR en 2000, lo cual allanó el camino para la adhesión del régimen a la Organización Mundial del Comercio. El pensamiento convencional en ese momento era que un mayor comercio e inversión en China estimularía la democratización dentro del país gobernado por los comunistas.
Sin embargo, ahora se reconoce ampliamente que este consenso no ha sido efectivo. En cambio, con la ayuda del aumento de la inversión extranjera y una serie de prácticas comerciales desleales, el régimen comunista de China se ha fortalecido económicamente, lo cual le permite solidificar su control autoritario tanto dentro como fuera del país mientras continúa escalando una serie de agresiones en todo el mundo. La fabricación estadounidense fue destruida en el proceso.
“Durante veinte años, China ha mantenido el estatus permanente de nación más favorecida, lo que ha sobrealimentado la pérdida de empleos de manufactura en Estados Unidos. Es hora de proteger los empleos estadounidenses y responsabilizar al Partido Comunista de China por sus campos de trabajos forzados y las atroces violaciones de derechos humanos”, dijo Cotton en un comunicado.
Si se aprueba, la legislación significaría una reversión al sistema antes de que se concediera el PNTR a China, donde se revisaba anualmente la elegibilidad del país para el NTR. El proyecto de ley también descalificaría a China del estatus NTR si su gobierno se involucra en ciertos abusos de los derechos humanos, incluido el trabajo forzado, la detención de personas en campos de concentración; realizar abortos forzosos o esterilizaciones, tomar por la fuerza los órganos vitales de presos y disidentes, y bloquear el libre ejercicio de la religión.
El régimen chino ha detenido a más de un millón de uigures y otras minorías étnicas en la región de Xinjiang, una campaña que Estados Unidos ha calificado de genocidio.
Los grupos de fe y derechos también han sido blanco de líderes comunistas en Beijing, incluida la práctica de superación personal de la escuela Buda Falun Dafa, que ha sido severamente perseguida durante más de dos décadas. Se estima que cientos de miles de practicantes son detenidos en un momento dado, donde son sometidos a tortura y a la sustracción forzada de órganos.
El proyecto de ley también prohibiría que China reciba el estatus de NTR si se involucra en un espionaje económico sistemático contra Estados Unidos, incluido el robo de propiedad intelectual estadounidense.
El senador Jim Inhofe (R-Okla.), copatrocinador del proyecto de ley, destacó las acciones hostiles de Beijing en una variedad de campos, incluida su agresión militar, su robo de tecnología estadounidense, y la influencia maligna del régimen en la política estadounidense.
«Seguir ignorando estas acciones como si pudieran separarse de lo que hacemos en nuestra relación comercial es peligrosamente equivocado», dijo Inhofe. «Poner fin a la relación comercial preferencial permanente de China enviará un mensaje contundente al Partido Comunista Chino y apoyará a los trabajadores estadounidenses».
La legislación complementaria también fue presentada a la Cámara por el representante Chris Smith (R-N.J).
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