En el séptimo día de la invasión rusa de Ucrania, tres senadores estadounidenses presentaron una ley que impondría sanciones financieras «devastadoras» contra el régimen comunista de China si intentara «seguir los pasos de Putin» e invadir la democrática Taiwán.
«Mientras Beijing observa en silencio la invasión y el ataque de Putin a Ucrania, Estados Unidos debe apoyar con firmeza a nuestros socios en la democracia y no dejar ninguna ambigüedad en cuanto a nuestra determinación de condenar y castigar a los tiranos que atacan a nuestros socios», dijo el senador Rick Scott (R-Fla.), uno de los legisladores que presentó el proyecto de ley, según un comunicado de prensa del 2 de marzo.
La aprobación del proyecto de ley enviaría una señal al líder del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, de que «si imita la invasión de Putin, se enfrentará al aislamiento económico y a severas sanciones financieras», dijo Scott.
El proyecto de ley, denominado «Ley para disuadir la agresión china comunista contra Taiwán a través de sanciones financieras», cortaría todas las transacciones financieras entre Estados Unidos y China en caso de que el régimen invadiera o bloqueara Taiwán, o intentara cambiar el estatus del gobierno de Taiwán mediante el uso de la fuerza.
La medida se produce en medio del creciente temor de que la crisis de Ucrania pueda ser utilizada por el régimen comunista de China para acelerar sus planes de apoderarse de Taiwán.
El régimen considera la isla autogobernada como un territorio propio que puede tomar por la fuerza si es necesario.
En los últimos dos años, Taiwán ha soportado un aumento del acoso militar por parte de Beijing, que sigue enviando regularmente aviones de guerra que vuelan cerca de la isla. La última incursión se produjo el 1 de marzo, cuando ocho aviones militares chinos entraron en el suroeste de Taiwán en su zona de identificación de defensa aérea.
Ante la invasión ucraniana, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, ordenó a sus fuerzas militares que reforzaran su preparación para el combate durante una reunión de alto nivel sobre seguridad nacional celebrada el 24 de febrero.
Los expertos sugieren que Beijing está observando de cerca cómo responden Estados Unidos y sus aliados a la invasión rusa para orientar su estrategia hacia Taiwán.
Los legisladores han expresado su preocupación por la política de larga data de Washington hacia Taiwán, conocida como «ambigüedad estratégica», lo que significa que las administraciones estadounidenses han sido deliberadamente vagas sobre si defenderían la isla en caso de una invasión china.
«Ahora más que nunca, debemos dejar claro al Partido Comunista Chino que una agresión armada contra Taiwán supondría un golpe devastador para la economía china», dijo el senador John Kennedy (R-La.). Kennedy, Scott y el senador Kevin Cramer (R-N.D.) propusieron conjuntamente el proyecto de ley.
Las sanciones previstas en el proyecto de ley incluyen la prohibición de las transacciones de bienes, la revocación y restricción de los visados de los ciudadanos chinos implicados en el uso de la fuerza contra Taiwán, la prohibición de las transferencias de crédito o de los pagos entre instituciones financieras con China, y la prohibición de las inversiones en capital o deuda de las personas sancionadas.
Además, también prohibiría los compromisos financieros con empresas militares chinas, empresas de software, sistemas de mensajería financiera y monedas digitales, según el comunicado de prensa.
Si se convierte en ley, este proyecto obligará al presidente a aplicar dichas sanciones 30 días después de un evento desencadenante lanzado por Beijing.
«Como sabemos, esperar demasiado tiempo para sancionar a los malos actores puede crear importantes riesgos para la seguridad nacional», dijo Kennedy.
«No podemos dejar que China aproveche el momento para atacar a uno de los socios clave de Estados Unidos en el Pacífico», añadió.
Washington ha mantenido sólidos lazos con el democrático Taiwán bajo un marco establecido en la Ley de Relaciones con Taiwán, que le obliga a proporcionar a Taipéi los medios para defenderse.
La Administración Biden envió a ex altos funcionarios de defensa a la isla el 1 de marzo, en un esfuerzo por demostrar que Estados Unidos «se mantiene firme en sus compromisos».
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