Solo un medicamento, desarrollado por la empresa estadounidense Gilead Sciences, ha mostrado potencial en el tratamiento de los síntomas del nuevo coronavirus, dijo el lunes un experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Solo hay un medicamento en este momento que creemos que puede tener una eficacia real y es el remdesivir», dijo a los periodistas en Beijing el Dr. Bruce Aylward, un experto de Canadá que está dirigiendo un equipo en China tratando de encontrar preguntas a los misterios persistentes que rodean el nuevo virus.
Las autoridades chinas dijeron que el mayor desafío para completar los ensayos clínicos era la disminución de pacientes infectados, dijo Aylward, confiando en las cifras oficiales del Partido Comunista Chino que son ampliamente cuestionadas.
Otro desafío es el desvío de recursos para estudiar posibles tratamientos que «son menos prometedores», dijo Aylward. «Tenemos que empezar a priorizar la inscripción en aquellas cosas que pueden salvar vidas y salvarlas más rápido».
En China se están llevando a cabo dos ensayos clínicos en pacientes con coronavirus bajo la vigilancia de la OMS. Uno está probando el remdesivir.
Los resultados preliminares de ambos ensayos se esperan para dentro de semanas, dijeron los funcionarios de la OMS el 20 de febrero.
Un portavoz de Gilead dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que la compañía espera los resultados de las dos pruebas en abril.
En una declaración del 31 de enero, el director médico de Gilead Sciences, Merdad Parsey, dijo que el remdesivir no está autorizado ni aprobado para su uso en ninguna parte del mundo y «no se ha demostrado que sea seguro o efectivo para ningún uso». Pero las solicitudes de las autoridades hicieron que la empresa proporcionara el remdesivir para su uso en un pequeño número de pacientes.
Además de trabajar con las autoridades sanitarias de China, Gilead también está agilizando las pruebas de laboratorio adecuadas del remdesivir contra muestras del nuevo virus.
El remdesivir ha demostrado actividad in vitro e in vivo en modelos animales contra los patógenos virales MERS y SARS, dos coronavirus que precedieron al virus COVID-19, dijo Parsey. Los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. dijeron a principios de este mes que el remdesivir previno el MERS en los monos.
Los investigadores del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de la agencia dijeron que los prometedores resultados del estudio apoyaban la realización de ensayos clínicos adicionales del medicamento tanto para el MERS como para el COVID-19.
El otro ensayo clínico en curso en China que se estaba llevando a cabo por medio de la vía rápida por la OMS está probando la eficacia del lopinavir y el ritonavir, dos drogas típicamente usadas para tratar el VIH, o la infección del virus de la inmunodeficiencia humana.
El equipo de la OMS en China, que incluye a Aylward, estuvo en Wuhan durante el fin de semana por primera vez. El virus surgió allí en diciembre de 2019 antes de infectar a decenas de miles de personas en todo el país y propagarse a docenas de otras naciones.
Aylward habló en una conferencia de prensa conjunta con funcionarios chinos que se transmitió por la televisión estatal. Llevaba una máscara de respiración azul que le cubría la boca y la nariz.
Aylward dijo que las intervenciones chinas ayudaron a prevenir la propagación del virus pero dijo que su objetivo no era el de alabar a las autoridades del país sino el de advertir a otros países, ya que su equipo publicó un informe con 22 recomendaciones para China y otras naciones. Las medidas extremas tomadas para tratar de contener el virus tienen sus beneficios, dijo, destacando las acciones tomadas por Italia esta semana, ya que el virus infectó a cientos de personas en la región de Lombardía, matando al menos a seis en el norte de Italia.
El virus puede estar presente en China «durante meses», dijo Aylward más tarde a los periodistas, y añadió que las autoridades siguen trabajando «para tener a Wuhan bajo control y limpiar otras zonas».
Más tarde el lunes, los funcionarios de la OMS se negaron a calificar la situación con el virus como una pandemia, argumentando que no ha habido «la propagación mundial incontenible de este coronavirus» o «enfermedad grave a gran escala o muerte».
Las autoridades reconocieron que hay múltiples epidemias en curso, ya que el número de casos en Italia, Corea del Sur e Irán siguió aumentando considerablemente al principio de la semana laboral.
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