El 6 de octubre, el Consejo del Yuan Legislativo de Taiwán aprobó dos resoluciones propuestas por el partido Kuomintang (KMT), en las que se pedía la ayuda militar estadounidense y la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Taiwán para contrarrestar la agresión del régimen chino.
Durante una reunión sobre el presupuesto de la «Fase 3 de Diseño de Infraestructura a Futuro» en el Yuan Legislativo el 6 de octubre, el KMT propuso dos resoluciones. La primera instaba al gobierno a «solicitar ayuda a EE.UU. para hacer frente al PCCh», mientras que la segunda pedía «la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Taiwán y EE.UU.», informó la Agencia Central de Noticias de Taiwán (CNA). El presidente del Yuan ejecutivo de Taiwán, Su Zhenchang, y los jefes de los ministerios y comités pertinentes asistieron a la reunión como delegados sin derecho a voto.
Dado que el grupo del Yuan Legislativo del Partido Democrático Progresista (DPP) y otros grupos no presentaron objeciones, se aprobaron las dos resoluciones propuestas por el Kuomintang.
Resolución para pedir ayuda a EE.UU. para combatir la agresión del PCCh
Taiwán, oficialmente la República de China, es una nación estado de facto con su propio gobierno elegido democráticamente, su ejército y su moneda. Sin embargo, el Partido Comunista Chino (PCCh) considera que la isla autogobernada es parte del territorio de China y ha amenazado con utilizar la fuerza militar para ponerla bajo su control.
La primera resolución señaló que la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular de China (PLAAF) había enviado aviones militares para perturbar el espacio aéreo de Taiwán durante «15 días consecutivos«. Tanto el partido gobernante como el de la oposición han pedido conjuntamente al PCCh que «se contenga y detenga todo comportamiento provocativo».
La resolución pide la asistencia de EE.UU., en conformidad con la Ley de Relaciones con Taiwán, para ayudar a Taiwán a defenderse de la agresión del PCCh en los ámbitos militar, económico y diplomático, y señaló que «Estados Unidos ha sido un sólido respaldo para el ejército de Taiwán durante mucho tiempo».
Resolución sobre la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Taiwán y EE.UU.
En la otra resolución se pedía al Partido Democrático Progresista en el poder que reanudara activamente las relaciones diplomáticas entre Taiwán y Estados Unidos.
La resolución señalaba una serie de acciones de EE.UU. en apoyo a Taiwán:
- El anuncio de Washington de múltiples ventas de armas a Taiwán;
- la aprobación de proyectos de ley estadounidenses, como la Ley de viajes a Taiwán, la Ley TAIPEI y la Ley de garantías para Taiwán de 2019;
- la embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas, Kelly Craft, pidió la plena participación de Taiwán en la ONU;
- el congresista de EE.UU., Tom Tiffany, presentó un proyecto de ley que pide a Estados Unidos que reanude las relaciones formales con Taiwán, dejando de lado la «política de una sola China»;
- visitas de funcionarios estadounidenses de alto nivel como el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, y el subsecretario de Estado de Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, Keith Krach.
La visita de Azar el 9 de agosto fue la visita de más alto nivel de un funcionario del gabinete estadounidense desde 1979—el año en que Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas oficiales con la isla en reconocimiento de Beijing.
El Kuomintang emitió una declaración en su comunicado de prensa en la tarde del 6 de octubre, diciendo que «mantener la paz a través del estrecho», «promover la normalización de las relaciones con Estados Unidos» y «restaurar las relaciones diplomáticas entre la República de China y Estados Unidos» siempre han sido los objetivos y las principales políticas del Kuomintang, ya sea en el poder o en la oposición.
El portavoz de la Oficina Presidencial de Taiwán, Zhang Dunhan, respondió a la aprobación de las resoluciones. Dijo que lo más importante para las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos en esta etapa es ir «paso a paso» y continuar la cooperación en diversos campos como la defensa nacional, la economía y el comercio, y la política.
Añadió: «Mientras la dirección sea correcta y los pasos sean sólidos, las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos serán más estables y duraderas».
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