El marine estadounidense que pidió que los responsables rindieran cuentas tras la desordenada retirada de Estados Unidos de Afganistán está arriesgando mucho por sus compatriotas, dicen sus padres.
«Es un héroe de guerra estadounidense. Ha luchado por sus hombres y mujeres que lo siguen. Ha luchado en el campo de batalla por ellos. Creo que ha arriesgado su vida por sus compañeros del servicio militar y por los estadounidenses. Ahora está arriesgando su sustento por ellos. Vio que se cometía una injusticia en las altas esferas y consideró que ellos tenían que rendir cuentas por ello», dijo Cathy Scheller, madre de Stuart Scheller, en el programa «The Nation Speaks» de NTD.
El padre de Stuart Scheller, Stu Scheller Sr., dijo que el apoyo de sus compatriotas ayudará mucho a su hijo.
El Cuerpo de Infantería de Marina «ganará la batalla», dijo. «Pero Estados Unidos va a ayudar a Stuart a ganar la guerra».
Stuart Scheller fue dado de baja del mando tras publicar una serie de videos en los que pedía a los líderes militares estadounidenses que dieran un paso al frente y asumieran los «errores evidentes que se cometieron» durante la retirada de Afganistán.
Estados Unidos dejó atrás a más de 100 estadounidenses en el país de Oriente Medio tras completar la retirada el 30 de agosto. Además, 13 miembros de las fuerzas armadas estadounidenses murieron en un atentado suicida contra el aeropuerto de Kabul, que las tropas retuvieron durante aproximadamente dos semanas para facilitar las evacuaciones después de que los talibanes derrotaran a las fuerzas afganas respaldadas por Estados Unidos.
Los líderes militares han dicho que les sorprendió la rapidez con la que los talibanes capturaron el país y que los tomó por sorpresa.
Sin embargo, ninguno de ellos ha renunciado hasta el momento y, en general, han calificado la evacuación como un éxito, señalando las más de 120,000 personas, principalmente afganas, que Estados Unidos evacuó o facilitó su evacuación antes de retirarse.
Stuart Scheller dijo que quería que los altos dirigentes admitieran que se habían cometido errores. Tras ser retirado del mando por sus videos, renunció a finales de agosto. Recientemente, fue encarcelado y permanece allí en este momento. Está prevista una audiencia para el 5 de octubre.
Stuart Scheller es sospechoso de haber violado cuatro artículos del Código Uniforme de Justicia Militar, entre ellos el artículo 88, que prohíbe el uso de «palabras despectivas» hacia los superiores, dijo un portavoz de los marines al representante Troy Nehls (R-Texas).
Los padres de Stuart Scheller están abogando por su liberación y ayudando a recaudar fondos para su defensa. Ellos y la Fundación Pipe Hitter han recaudado hasta ahora más de 2 millones de dólares.
«Sé que infringió la jerarquía y sé que él sabe que hay consecuencias por ello. Pero no hizo daño a nadie. No cometió ningún delito violento. Habló en Facebook. Y sí, hay una cadena de mando y debería haber un castigo por ello», dijo Cathy Scheller en NTD.
«Pero esa cadena de mando que vimos que se infringió, también la acabamos de ver incumplida en el pleno del Senado. Esa cadena de mando se incumplió. A nuestro hijo se le ha dado una orden de mordaza y se le ha metido en la cárcel y se le ha registrado desnudo y se le ha puesto en aislamiento y se enfrenta a la cárcel por infringir la cadena de mando. Me parece bien que ese sea el castigo exacto que se aplique a todos los que quebrantan la cadena de mando», añadió.
El padre de Stuart Scheller dijo que las audiencias del Congreso de esta semana pusieron de manifiesto que los altos mandos militares «no aceptan la responsabilidad ni rinden cuentas de sus fallos». En estas el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el general Kenneth McKenzie, fueron interrogados con dureza por los congresistas y pareció que mintieron sobre al menos un asunto.
El senador Tom Cotton (R-Ark.) preguntó a Milley si renunciaría por estar informado de que los líderes militares habían instado al presidente Joe Biden a mantener las tropas en Afganistán, pero Biden optó por completar la retirada de todos modos.
«Sería un increíble acto de desafío político que un oficial comisionado renunciara simplemente porque no se siguió mi consejo. Este país no quiere que los generales decidan qué órdenes vamos a aceptar y hacer o no», dijo Milley.
Más tarde, Milley calificó el final de la guerra de «fracaso estratégico«, mientras que Austin defendió el esfuerzo de evacuación, señalando que sacó a mucha gente del país.
«¿Fue perfecto? Por supuesto que no», dijo.
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