NUEVA YORK–El medio estatal chino Xinhua está colocando vallas publicitarias digitales en uno de los espacios publicitarios más codiciados del mundo para promover productos de Xinjiang en medio de una creciente protesta mundial por la campaña de represión del régimen en la región.
En Times Square de NYC, justo antes de Navidad, una pantalla gigante de unos 64 pies de alto y 40 pies de ancho reprodujo repetidamente un video de Xinhua, que mostraba a Shihezi, una de las ciudades más grandes de Xinjiang, como una próspera ciudad «ecológica».
El video de 30 segundos promociona a Shihezi como un «epítome» de los esfuerzos del desarrollo ecológico de China, con «frutas dulces, vinos embriagadores, una imagen de ciudad ecológica, y una vida feliz de la gente», según una descripción de un comunicado de prensa del 4 de enero de Xinhua Screen Media Co.
«La ciudad china de Shihezi deleita a Times Square con los frutos del desarrollo ecológico», declaró Xinhua en el comunicado de prensa.
Tal descripción contrasta radicalmente con los abusos de derechos humanos del régimen en la región, que incluye la detención de aproximadamente 1 millón de uigures en campamentos, donde son sometidos a torturas, trabajos forzados y adoctrinamiento político.
Esas preocupaciones han llevado a Estados Unidos y sus aliados a realizar un boicot diplomático contra los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing. El gobierno de Estados Unidos, varios parlamentos occidentales, y un tribunal popular independiente han clasificado la campaña de Beijing como un genocidio.
Presentar a Shihezi como una «ciudad ecológica» en este contexto resulta irónico, según Ilshat H. Kokbore, vicepresidente del comité ejecutivo del grupo de defensa World Uyghur Congress. Kokbore trabajó como profesor universitario en Shihezi durante 15 años desde 1988 hasta 2003.
El régimen está tratando de «encubrir la acusación de genocidio», dijo a The Epoch Times. Con los Juegos Olímpicos empezando en solo cuatro semanas, cualquier reconocimiento diplomático o elogio de Occidente equivaldría a un «éxito» que Beijing podría utilizar para aumentar su legitimidad, dijo.
Detrás de la fachada «ecológica», Shihezi es una ciudad de estilo militar dirigida por el Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang (XPCC), según el medio estatal chino. El XPCC es un grupo paramilitar regional que Estados Unidos ha sancionado por graves violaciones de derechos humanos.
“La ciudad no es amigable con nadie, ni siquiera amigable con los chinos Han que viven allí”, dijo Kokboore, refiriéndose al mayor grupo étnico en China.
Shihezi es una ciudad importante para la exportación de productos de algodón y tomate, según el medio chino.
Cuando Kokbore era profesor allí, todos los años durante la temporada de cosecha de algodón, que generalmente comenzaba a mediados de septiembre, llevaba entre 50 y 70 estudiantes uigures a recoger algodón. El trabajo no fue remunerado. Para cumplir con la cuota, a veces tenían que permanecer en los campos de algodón de 6 a.m. a 10 p.m.
“Se le llamaba educación laboral para los estudiantes”, dijo.
Washington prohibió todas las importaciones de algodón y tomates de la región en enero pasado por preocupaciones sobre el trabajo forzado. En diciembre, el presidente Joe Biden promulgó un proyecto de ley que prohibía todas las importaciones de Xinjiang.
Estas sanciones han afectado duramente a Xinjiang, dijo Kokbore, que cree que es una de las principales razones detrás de la campaña publicitaria de Beijing. Ahora que se restringieron las exportaciones a los Estados Unidos, le dijeron sus conexiones de Shihezi, el gobierno de la ciudad está en una situación financiera difícil e incluso tiene algunos problemas para pagar los salarios de los funcionarios públicos.
Es poco probable que esta campaña de propaganda dé frutos, ya que el mundo sabe sobre los abusos del régimen chino contra sus ciudadanos en Xinjiang y en otros lugares, dijo. Kokbore señaló el ejemplo reciente del duro bloqueo de la ciudad de Xi’an en un intento por mantener bajos los números de COVID-19, que ha dejado a los lugareños luchando por obtener alimentos y atención médica básica.
«¿Cómo puede alguien confiar en este gobierno?», dijo. «Sus propios ciudadanos no pueden disfrutar de ninguna libertad … [y] no pueden, cuando lo necesitan, ni siquiera visitar al médico».
Xinhua hizo su debut en Times Square en 2011 en un esfuerzo por expandir su alcance global, utilizando la pantalla para reproducir videos que retratan al régimen de manera favorable.
A principios del año pasado, en medio de un creciente escrutinio sobre el supuesto encubrimiento del origen de la pandemia por parte de China, un anuncio de Xinhua afirmaba que China estaba a la cabeza del mundo en la lucha contra la pandemia y pidió la unidad. En ese momento, Beijing se había negado a entregar datos sin procesar de pacientes para la investigación del origen del virus de la Organización Mundial de la Salud.
Pero la agencia de noticias y otros medios estatales chinos se enfrentan a un creciente escepticismo en Occidente. La agencia fue registrada como agente extranjero el año pasado por orden del Departamento de Justicia. También es uno de los 15 medios de comunicación estatales chinos que Estados Unidos ha designado como misión extranjera, junto con China Daily y la emisora en inglés CGTN.
Los estadounidenses deben «decirle no» al régimen chino, dijo Kokbore.
Dado que Beijing restringe fuertemente las actividades de los medios de comunicación estadounidenses y de otros países extranjeros en China, Kokbore cuestionó por qué Washington debería otorgar tanta libertad a los medios del régimen en Estados Unidos.
“¿Por qué deberíamos dejar que los medios chinos propaguen libremente la ideología comunista? Eso no debería suceder».
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