Un asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump comparó el domingo la respuesta del régimen chino a la pandemia del virus del PCCh con el manejo de la Unión Soviética del desastre nuclear de Chernóbil en 1986.
«Este fue un virus que fue desatado por China. Hubo un encubrimiento del cual algún día van a hacer un programa de HBO como hicieron con Chernóbil sobre este virus», afirmó el asesor de la Casa Blanca Robert O’Brien durante una aparición en el programa de CBS «Face the Nation», refiriéndose a una miniserie de televisión de 2019 sobre lo que se considera el peor accidente nuclear del mundo en la ex República Socialista Soviética de Ucrania.
O’Brien dijo que el Partido Comunista Chino (PCCh) dio intencionalmente «información falsa» a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus, que surgió en la ciudad china de Wuhan. Afirmó que el régimen chino no había revelado información sobre el virus desde noviembre, y que había bloqueado el acceso a la información a los expertos extranjeros.
«Desataron un virus en el mundo que ha destruido trillones de dólares en riqueza económica americana que tenemos que gastar para mantener nuestra economía viva, para mantener a los americanos a flote durante este virus», dijo O’Brien en «Meet the Press» de la NBC.
Dijo que los funcionarios del PCCh, siguiendo los pasos de los funcionarios soviéticos después del desastre de 1986, encubrieron el alcance de la pandemia. «Echaron a todos los reporteros y no dejaron entrar a los investigadores [de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades]».
«Siguen obstruyendo a los investigadores», dijo.
El desastre de la central nuclear de Chernóbil liberó material nuclear radiactivo que mató a docenas de personas en cuestión de semanas y obligó a decenas de miles a huir.
«No importa si fueron los funcionarios locales o el Partido Comunista Chino, fue un encubrimiento y llegaremos finalmente al fondo del asunto», agregó.
O’Brien alegó que el retraso en una investigación sobre los orígenes del virus del PCCh ha costado «muchas, muchas miles de vidas en América y en todo el mundo».
Informes anteriores de Epoch Times han documentado la falta de transparencia de las autoridades chinas en torno al virus. En las etapas iniciales del brote, el régimen chino restó importancia públicamente al riesgo de transmisión de persona a persona, si bien documentos internos del gobierno mostraban que algunas autoridades se esforzaban por contener la propagación del virus.
Autoridades locales también han informado sistemáticamente de menos infecciones por el virus, manteniendo recuentos internos de los resultados de los diagnósticos que difieren con los datos publicados oficialmente.
De manera similar, en las primeras semanas del primer brote del SARS (síndrome respiratorio agudo severo), los funcionarios chinos retuvieron información y no advirtieron al público durante meses.
O’Brien dijo que la orden de Trump del 30 de enero de bloquear los viajes procedentes de China fue un «perfil de coraje» que «salvó incontables vidas».
«También hemos aprendido que, en ese momento, ellos [el PCCh] tomaron medidas severas internamente y se negaron a permitir que la gente de Hubei y Wuhan viajara por toda China.
Pero «permitieron que esa gente viajara a Europa», dijo O’Brien.
China ha negado las acusaciones en su contra. Su ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, dijo a la legislatura del país el 24 de mayo que Estados Unidos estaba «difundiendo mentiras» y atacando a China.
Dijo que desde la perspectiva del PCCh, las acciones de Estados Unidos —como su llamamiento a una investigación independiente sobre los orígenes del virus y su oposición a la ley de «seguridad nacional» propuesta por Beijing para Hong Kong— estaban «empujando a nuestros dos países al borde de una nueva guerra fría».
Nicole Hao y Reuters contribuyeron a la elaboración de este artículo.
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