El presidente Joe Biden dijo el miércoles que la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos (CI) cree que «dos escenarios probables» causaron el brote del virus del PCCh en China, señalando que un número significativo de funcionarios cree que el virus se escapó a través de un «accidente de laboratorio».
Su declaración publicada por la Casa Blanca se produce en medio de funcionarios que dicen que no creen que el virus se desarrolló de forma natural—lo que contradice la narrativa oficial del Partido Comunista Chino, que ha dicho que el virus se propagó a través de un mercado húmedo en Wuhan, provincia de Hebei, a finales de 2019. En los últimos días, un número creciente de funcionarios—incluido el jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, han sugerido que el virus no se desarrolló naturalmente.
«Después de llegar a la presidencia, en marzo, hice que mi asesor de seguridad nacional encargara a la comunidad de inteligencia que preparara un informe sobre su análisis más actualizado de los orígenes de COVID-19, incluyendo si surgió del contacto humano con un animal infectado o de un accidente de laboratorio», señaló Biden, añadiendo que quiere que los agentes de inteligencia «redoblen» sus esfuerzos para encontrar los orígenes del virus.
«A día de hoy, la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos ‘se ha unido en torno a dos escenarios probables’, pero no ha llegado a una conclusión definitiva sobre esta cuestión», dijo el presidente. «Esta es su posición actual: ‘mientras que dos elementos de la CI se inclinan hacia el primer escenario y uno se inclina más hacia el segundo —cada uno con una confianza baja o moderada—, la mayoría de los elementos no creen que haya suficiente información para evaluar que uno sea más probable que el otro'».
Biden dijo que quiere que la CI —el grupo de agencias de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos y organizaciones subordinadas— elabore un informe en 90 días.
Desde el inicio de la pandemia, varios legisladores republicanos, así como el expresidente Donald Trump, han sugerido que el virus podría haberse desarrollado o escapado del Instituto de Virología de Wuhan, un laboratorio de alta seguridad situado a pocos kilómetros del mencionado mercado húmedo. Un equipo de investigación dirigido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) intentó una investigación, pero muchos han señalado que funcionarios del PCCh estuvieron presentes durante la investigación de la OMS, y los críticos han dicho que el régimen desempeñó un papel importante en su investigación.
Mientras tanto, durante el inicio de la pandemia, el régimen chino fue acusado de encubrir los orígenes del virus y de silenciar a los médicos, funcionarios y científicos denunciantes que intentaron hablar.
Según un informe del 19 de mayo de los republicanos, encabezados por el representante Devin Nunes (R-Calif.), el miembro de mayor rango de la Cámara de Representantes en materia de inteligencia, «hay pruebas circunstanciales abrumadoras… que apoyan una fuga de laboratorio como el origen de COVID-19». «Por el contrario, han surgido pocas pruebas circunstanciales que respalden la afirmación de la RPC [República Popular China] de que COVID-19 fue un acontecimiento natural, que pasó de alguna otra especie a los humanos».
El exdirector de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el Dr. Robert Redfield, virólogo, también dijo a CNN a principios de este año que el virus probablemente «se escapó» del laboratorio, señalando: «No es inusual que los patógenos respiratorios con los que se trabaja en un laboratorio infecten a un trabajador del mismo».
El PCCh ha negado que el origen del virus estuviera vinculado al laboratorio y ha dicho con frecuencia que el virus se transmitió a los humanos desde un portador animal, aunque no está claro qué animal lo transmitió.
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