El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, criticó a China por su continua falta de transparencia sobre la COVID-19, en una reciente entrevista con BBC World News.
«El sistema requiere que los países sean transparentes, que compartan información y que den acceso a los expertos internacionales al principio de un brote, algo que, por desgracia, no hemos visto en China», dijo Blinken.
Y añadió: «Mi esperanza es que, en el futuro, China se convierta en un participante de pleno derecho en estos planes para asegurarnos de que podemos prevenir la próxima pandemia incluso mientras nos enfrentamos a la actual».
El encubrimiento por parte de China de la COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comenzó durante la etapa inicial del brote. A finales de diciembre de 2019, las autoridades chinas silenciaron a ocho denunciantes, entre ellos el oftalmólogo Li Wenliang, cuando intentaron advertir en las redes sociales chinas sobre un brote de «neumonía desconocida» en la ciudad de Wuhan.
Más recientemente, se acusó a Beijing de negarse a proporcionar datos brutos sobre los primeros casos de infección a los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el experto australiano en enfermedades infecciosas Dominic Dwyer, que formaba parte de un equipo de la OMS que investigaba los orígenes de la pandemia en Wuhan. El equipo llegó a Wuhan a mediados de enero y se marchó a principios de este mes.
The Epoch Times obtuvo recientemente varios documentos internos emitidos por el Centro de Control de Enfermedades y por varios departamentos de salud de China en 2019 y 2020. Los documentos revelaron que Beijing no reveló públicamente una gran cantidad de datos sobre las personas infectadas con la gripe y otras enfermedades que tienen síntomas similares a la COVID-19.
En la misma entrevista, Blinken también condenó la decisión de Beijing de prohibir BBC World News en China, diciendo que el pueblo chino era el «mayor perdedor» ya que China tiene «uno de los espacios de información menos abiertos del mundo».
«Quieren que se comparta la información de forma libre y abierta. Eso se lo niega su propio gobierno», añadió Blinken.
La decisión de Beijing de prohibir la BBC se produjo pocos días después de que el organismo regulador de la radiodifusión del Reino Unido revocara la licencia de la emisora estatal china CGTN, brazo internacional del canal estatal chino CCTV. El regulador consideró que la emisora china había violado las leyes de radiodifusión del Reino Unido.
Dos días antes, la BBC informó de que hombres chinos habían cometido violaciones masivas, abusos sexuales y torturas contra mujeres uigures detenidas en los campos de internamiento de la región de Xinjiang, en el extremo occidental de China, basándose en entrevistas con varios exdetenidos y un guardia.
Beijing ha recluido (pdf) a más de un millón de personas que pertenecen a minorías étnicas, entre ellas uigures, kazajos y kirguises, en estos campos. Beijing afirma que los campos son «centros de formación profesional».
En enero, el entonces secretario de Estado Mike Pompeo declaró que Beijing había cometido «genocidio» y «crímenes contra la humanidad» contra los musulmanes uigures.
«[China] se aprovecha del hecho de que muchos de nuestros países tienen espacios de información totalmente libres y abiertos, y China lo utiliza para difundir información errónea y propaganda», dijo Blinken.
En 2020, el Departamento de Estado bajo la Administración Trump designó a nueve medios de comunicación chinos, entre ellos CCTV, CGTN y el Diario del Pueblo, como misiones extranjeras, identificándolos como órganos de propaganda del PCCh. Estos medios están obligados a registrar a sus empleados y propiedades en Estados Unidos en el Departamento de Estado.
Cuando le preguntaron si Estados Unidos boicotearía los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing, Blinken declinó hacer comentarios.
«Nos ocuparemos de esa cuestión en el momento oportuno, pero lo principal es que en todas estas cuestiones es realmente importante que celebremos consultas estrechas y trabajemos en estrecha colaboración con países afines y con nuestros socios», explicó.
Hace unas semanas, una coalición de más de 180 grupos, entre ellos la Red Internacional del Tíbet y el Congreso Mundial Uigur, firmaron una carta conjunta en la que instaban a los gobiernos a boicotear los Juegos de 2022.
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