El 8 de agosto, el Partido Comunista Chino (PCCh) anunció una nueva ronda de ejercicios militares invasivos alrededor de Taiwán, comprimiendo aún más el espacio marítimo y aéreo de la isla.
El anuncio se produce justo un día después de la finalización prevista de las mayores maniobras militares del PCCh en torno a la isla, iniciadas aparentemente en protesta por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, la semana pasada.
El Mando del Teatro Oriental de China, que supervisa la parte de la China continental más cercana a Taiwán, dijo que los nuevos ejercicios conjuntos se centrarían en operaciones antisubmarinas y de asalto marítimo. En una escalada sin precedentes, el PCCh también declaró que ahora iniciará regularmente ejercicios militares en el lado taiwanés del estrecho de Taiwán.
Agresión del PCCh
Es probable que la comunidad internacional considere la medida como una gran provocación, ya que el PCCh se ha mostrado históricamente reticente a cruzar la línea media del estrecho. Las autoridades del PCCh también interrumpieron las comunicaciones entre los líderes militares chinos y estadounidenses dentro del teatro de operaciones a finales de la semana pasada, lo que aumenta la posibilidad de que se produzcan errores de comunicación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán condenó la medida, diciendo que China estaba creando una crisis deliberadamente. Exigió a los líderes del PCCh que pusieran fin a sus acciones militares hostiles y «se alejaran del borde» del conflicto.
«Ante la intimidación militar creada por China, Taiwán no tendrá miedo ni retrocederá, y defenderá con más firmeza su soberanía, su seguridad nacional y su modo de vida libre y democrático», dijo el ministerio en un comunicado.
El comentario coincidió con el lenguaje utilizado por la Casa Blanca la semana pasada, que acusó al PCCh de fabricar crisis para justificar el aumento de la intimidación militar a Taiwán.
El PCCh afirma que Taiwán es una provincia rebelde de China que debe unirse al continente. El liderazgo del PCCh no ha descartado el uso de la fuerza para lograr ese objetivo. Sin embargo, Taiwán se autogobierna desde 1949 y nunca ha sido controlado por el PCCh.
El liderazgo del PCCh ha echado humo por el viaje de Pelosi durante casi una semana, llegando a lanzar por primera vez 11 misiles balísticos que sobrevolaron Taipéi, la capital de Taiwán, algunos de los cuales cayeron en aguas de la zona económica exclusiva de Japón. A pesar del furor, no es raro que las delegaciones del Congreso visiten Taiwán.
Los foros internacionales, incluidos el G-7 y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, también condenaron la agresión del PCCh en la región e instaron al régimen a buscar una salida pacífica a las tensiones.
«No hay justificación para utilizar una visita como [un] pretexto para una actividad militar agresiva en el estrecho de Taiwán», dijo el G-7 en un comunicado. «Pedimos a la RPC [República Popular China] que no cambie unilateralmente el statu quo por la fuerza en la región, y que resuelva las diferencias a través del Estrecho por medios pacíficos».
La duración y el lugar exacto de los últimos ejercicios aún no se conocen. Taiwán ya ha relajado algunas restricciones de vuelo cerca de las seis zonas de ejercicios chinos anteriores que rodean la isla y que interferían con los viajes internacionales.
El Ministerio de Defensa de Taiwán declaró que había detectado 39 aviones militares chinos y 13 buques de guerra en el estrecho de Taiwán y sus alrededores el 8 de agosto. Señaló que 21 aviones chinos entraron en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán, incluyendo aviones de combate que cruzaron la línea media en la parte norte del Estrecho de Taiwán.
Además de disparar 11 misiles balísticos, buques de guerra, aviones de combate y aviones no tripulados chinos realizaron numerosas maniobras alrededor de la isla, atrayendo a las fuerzas de respuesta de los militares de Taiwán.
Poco antes de que finalizara la primera serie de ejercicios, el 7 de agosto, unos 10 buques de guerra de China y de Taiwán maniobraron uno alrededor del otro en las proximidades de la línea media del estrecho de Taiwán.
El Ministerio de Defensa de Taiwán declaró que las zonas de exclusión aérea recientemente designadas por el PCCh que rodean la isla habían «comprimido» el espacio de entrenamiento de Taiwán y afectarían al funcionamiento normal de los vuelos internacionales y las rutas aéreas en un futuro próximo.
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