El régimen comunista de China está utilizando lo «woke» como herramienta geopolítica para socavar la democracia estadounidense, dijo Vivek Ramaswamy, autor de «Woke, Inc: Inside Corporate America’s Social Justice Scam».
«Ellos [China] están utilizando eso para dividirnos, para utilizarlo como una debilidad para dividirnos desde dentro, haciendo que las corporaciones critiquen la injusticia aquí, sin decir ni pío sobre la injusticia allí y desviando la responsabilidad por sus abusos de los derechos humanos», dijo Ramaswamy en una reciente entrevista con «American Thought Leaders» de EpochTV.
Afirmó que empresas estadounidenses como la NBA y Disney —que critican los problemas sociales en Estados Unidos pero se quedan callados sobre los abusos de los derechos humanos en China, como los que se producen en Xinjiang— están, de hecho, dando poder a la China comunista.
En 2020, Disney fue objeto de fuertes críticas cuando se reveló que había rodado un remake en acción real de «Mulán» en la región de Xinjiang, en el extremo occidental de China, donde Beijing ha encerrado a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en campos de reclusión. Varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, han calificado la opresión de China en Xinjiang de «genocidio».
La NBA se vio envuelta en problemas en 2019 después de que el entonces director general de los Houston Rockets, Daryl Morey, expresara su apoyo a los manifestantes prodemocráticos de Hong Kong en un posteo de Twitter. El régimen chino, que tildó a los manifestantes de «alborotadores», suspendió la emisión de partidos de la NBA como represalia, mientras que las empresas chinas cortaron sus vínculos con la liga.
En un comunicado de disculpa, la NBA dijo que el tuit de Morey era «lamentable» y que «ofendió profundamente a muchos de nuestros amigos y aficionados en China». Sin embargo, la liga no cedió a la presión china para castigar o despedir a Morey.
«Eso tiene como efecto la creación de una falsa equivalencia moral entre Estados Unidos y China», explicó.
«Y eso en realidad erosiona nuestro mayor activo geopolítico, que no es nuestro arsenal nuclear, es nuestra posición moral en el escenario global», añadió.
Mientras tanto, el régimen chino ha estado «extendiendo la alfombra roja» a las empresas que criticaban la injusticia en Estados Unidos, dijo Ramaswamy. Por ejemplo, señaló a la plataforma estadounidense online de alojamiento Airbnb, que ha manifestado su apoyo al movimiento Black Lives Matter.
Ramaswamy argumentó que Airbnb pagó «un sucio soborno» a Beijing cuando compartió los datos de sus huéspedes con las autoridades chinas a cambio de poder hacer negocios en China.
En marzo, más de 190 grupos de campañas mundiales escribieron una carta abierta al director ejecutivo de Airbnb, Brian Chesky, en la que pedían a la empresa que retirara su apoyo a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Beijing, la capital de China, debido al horrible historial de derechos humanos del régimen comunista.
«Airbnb no debería alentar a una industria turística más amplia que se apoya y se permite que florezca a expensas de los derechos de los uigures y tibetanos», escribieron los grupos.
Airbnb, que firmó una asociación con el Comité Olímpico Internacional en 2019, es uno de los 15 principales patrocinadores de la organización.
Ramaswamy dijo: «La forma en que [China] ha convertido a nuestras propias empresas en caballos de Troya para debilitarnos desde dentro es la otra cara de la guerra de Troya moderna. Han enviado el caballo de Troya».
Lo que ahora es woke, que Ramaswamy caracterizó como una «cultura de la autocrítica», se ha asemejado a la política comunista china de la vieja escuela, así como a los guardias rojos del difunto líder chino Mao Zedong, explicó.
«Esta es una época en la que se vive efectivamente una revolución de la Guardia Roja moderna en Estados Unidos, excepto que en lugar de que la Guardia Roja china impulsara la filosofía del marxismo, la nueva Guardia Roja la está impulsando a través de todas nuestras principales instituciones, desde el sector privado hasta el público, están impulsando esta nueva filosofía de lo woke», dijo.
Y añadió: «Alguien de dentro tenía que alertar».
Mao instigó a los Guardias Rojos, que eran estudiantes chinos de secundaria y universidad, a perseguir a los identificados como «enemigos de clase» del régimen comunista, en medio de la Revolución Cultural que duró 10 años hasta la muerte de Mao en 1976.
Ramaswamy advirtió que la «grandeza de Estados Unidos» llegaría a su fin si los estadounidenses no eran capaces de invertir la tendencia.
«[Tenemos que] aprovechar y redescubrir nuestra propia cultura de excelencia, nuestra propia cultura de la búsqueda de la excelencia sin complejos a través de nuestro sistema de libre empresa, y a través de nuestra democracia en formas que requieren ver más allá de las demandas superficiales del movimiento woke».
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