Los Juegos Olímpicos de Beijing se vieron ensombrecidos desde el principio por las quejas sobre el historial de derechos humanos de China, las duras normas de COVID-19 y las disputas sobre las decisiones de los árbitros. Eso no sería tan evidente si uno se tropieza con un reciente anuncio de CNN.
«Un evento deportivo de invierno como ningún otro», así dice el titular del artículo que comienza con un relato elogioso del esfuerzo de China por hacer que la ocasión sea más ecológica que nunca.
El artículo patrocinado, suministrado por la agencia estatal china de noticias Xinhua, presenta imágenes de niños esquiando en campos cubiertos de nieve, incluyendo un niño pequeño con una sonrisa enternecedora que luce un equipo completo de esquí y unas llamativas gafas de esquí color bermellón.
El «acontecimiento deportivo de invierno más esperado» se ha «vuelto aún más verde», afirmaba el artículo antes de ofrecer un relato elogioso de prácticamente todos los aspectos de los Juegos Olímpicos de Beijing, desde sus duros protocolos contra la pandemia hasta las tecnologías que, según decía, harían de los Juegos un acontecimiento neutro en carbono.
Citó a un funcionario de la Asociación de Deportes de Hielo y Nieve de Wuhan que expresó su confianza en que «los juegos de invierno dejarán un legado de talento, infraestructura y tecnología, como lo hicieron los juegos de verano de 2008 en Beijing».
«Los juegos no son una moda pasajera», dijo Wang Jun, vicepresidente de la asociación estatal.
Un clic en la parte superior o inferior de la página dirigirá a los lectores a la «cobertura especial» de Xinhua sobre los Juegos de Beijing, con eslóganes como «El presidente Xi dirige a China hacia un logro olímpico sin precedentes» y «Beijing 2022 marcará el comienzo de una nueva era para los deportes de invierno a nivel mundial».
En ambas páginas están ausentes las controversias que rodean a los Juegos Olímpicos de Beijing y que han dominado los titulares en el período previo y durante el evento.
El clamor por la campaña genocida del régimen contra los musulmanes uigures en Xinjiang, así como sus abusos de derechos en otros lugares, ha llevado a Estados Unidos y a varios otros países a realizar un boicot diplomático.
Antes de partir hacia Beijing, se advirtió a los atletas de varios países que llevaran un teléfono desechable para evitar el espionaje estatal. Dentro de la burbuja de «circuito cerrado» de Beijing, se han acumulado las quejas sobre la calidad de los alimentos, la higiene, las confusas y duras normas de cuarentena y las supuestos veredictos parciales de los jueces que dieron medallas a China.
Mientras los atletas compiten, a millas de distancia de las sedes olímpicas hay presos de conciencia, como los practicantes de Falun Gong, que sufren torturas y otros abusos dentro de los centros de detención chinos, según documentó un grupo de derechos humanos.
Críticas
CNN ha recibido críticas en el pasado por su cobertura de Beijing de manera positiva. En la víspera del centenario del Partido, el 1 de julio de 2021, la cadena de televisión por cable publicó un artículo titulado «El Partido Comunista Chino está a punto de cumplir 100 años, pero Xi será la verdadera estrella», en referencia al líder chino Xi Jinping. Semanas antes, un artículo de CNN elogiaba a Beijing por su «asombrosa» escala y velocidad en la campaña de vacunación. «China está a punto de administrar su milmillonésima vacuna contra el coronavirus. Sí, han leído bien», decía el titular.
El congresista Ken Buck (R-Colo.), que criticó el tono de celebración del artículo de 2021 sobre Xi, consideró la decisión de CNN de publicar el anuncio de Xinhua como un «movimiento triste pero no sorprendente».
«Una vez más, CNN ha cedido a glorificar y ser un portavoz del Partido Comunista Chino», dijo a The Epoch Times.
«No hay nada ‘seguro’ ni ‘sostenible’ en la forma en que el gobierno autoritario del PCCh dirige su nación, y tampoco hay nada seguro en que los ‘periodistas’ estadounidenses hagan la voluntad de un régimen que comete activamente un genocidio y silencia a quienes se atreven a hablar en contra», dijo.
Los medios de comunicación chinos, controlados por el Estado, han gastado generosamente para expandir los mensajes del PCCh en Occidente, especialmente en Estados Unidos. Xinhua es un agente extranjero registrado para China según la ley federal.
Cada año, el periódico en inglés China Daily —que al igual que Xinhua ha sido designado por Estados Unidos como una misión extranjera— paga millones de dólares a medios occidentales para que difundan su contenido.
Justo antes de Navidad, Xinhua también publicó un anuncio en la pantalla gigante que tiene alquilada en Times Square, uno de los lugares más preciados para la publicidad. El vídeo elogiaba el desarrollo ecológico de una ciudad de Xinjiang, describiéndola como un lugar lleno de «dulces frutos, vinos embriagadores» y » la vida feliz de la gente», un esfuerzo por ocultar la represión de Beijing en la región, según los activistas.
Los medios de comunicación chinos, por supuesto, no han sido la única vía para que Beijing haga oír sus relatos en el extranjero.
Meses antes de que comenzaran las Olimpiadas, el consulado chino en Nueva York contrató a una empresa de relaciones públicas de Nueva Jersey para que ayudara a dar al régimen un impulso de imagen de cara a los Juegos Olímpicos de Beijin. En virtud de un contrato de 300,000 dólares, la agencia debía contratar a destacados influencers de las redes sociales para que generaran contenidos sobre «momentos conmovedores» durante los Juegos, el trabajo de preparación de los atletas y las nuevas tecnologías utilizadas, siendo este último tema el mismo que había transmitido el anuncio de Xinhua.
CNN no respondió a la petición de The Epoch Times de hacer comentarios al cierre de esta edición.
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