La segunda economía más grande del mundo está en mal estado.
El sector de consumo chino entró en deflación en julio por primera vez en dos años. La demanda mundial de productos chinos se ha debilitado, haciendo caer las importaciones y exportaciones. Millones de jóvenes no tienen trabajo. El enorme sector inmobiliario, antaño pilar del crecimiento económico chino, está al borde del colapso.
Ante la crisis que se está desencadenando y los fondos de cobertura estadounidenses que se deshacen agresivamente de las acciones chinas, Beijing está volviendo a su viejo libro de jugadas: enterrar los datos poco halagüeños.
El 15 de agosto, cuando las cifras de desempleo juvenil alcanzaban máximos históricos intermensuales —y mostraban que uno de cada cinco jóvenes de entre 16 y 24 años estaba desempleado, las autoridades anunciaron que dejarían de publicar estos datos, alegando la necesidad de reevaluar su metodología.
«China no publica datos honestos en los que se pueda confiar. En cuanto sale a la luz algo desfavorable para la agenda del PCCh, lo retiran inmediatamente», dijo Lucia Dunn, profesora emérita de Economía de la Universidad Estatal de Ohio a The Epoch Times.
Se trataba de un patrón similar al que la Sra. Dunn había observado en la gestión del COVID-19 por parte de China. Después de que Beijing impusiera el primer cierre mundial por la pandemia de COVID en el epicentro del virus, Wuhan, en enero de 2020, la Sra. Dunn y varios otros investigadores estudiaron las cifras de infecciones y muertes en China extrayendo datos oficiales de China y relatos de trabajadores de los crematorios saturados de Wuhan. Ella le dijo a The Epoch Times entonces que las cifras chinas parecían «fuera de órdenes de magnitud«.
Lo mismo volvería a ocurrir a fines de 2022, cuando otra oleada masiva de COVID devastó China y paralizó funerarias y hospitales. Incluso aquellos entre la clase privilegiada morían a un ritmo alarmante, muchas muertes no se contaron en el recuento de COVID. Las autoridades habían impuesto una definición restringida de muertes por COVID que excluye enfermedades subyacentes, mientras que los médicos, en entrevistas, dijeron a The Epoch Times que recibieron una advertencia de no citar al COVID en los certificados de defunción.
Los datos sobre desempleo juvenil no son el único ámbito al que las autoridades chinas bloquean el acceso. Funcionarios de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China han ordenado recientemente a los bufetes de abogados nacionales que suavicen la redacción al describir los riesgos empresariales relacionados con China en una reunión a puerta cerrada. Los funcionarios les aconsejaron que evitaran el lenguaje despectivo hacia las políticas de China y su entorno empresarial y jurídico, y que abandonaran la información estándar sobre los cambios adversos en las condiciones económicas de China, insinuando que el incumplimiento podría costarles la aprobación reglamentaria de su solicitud de cotización en el extranjero.
Esto forma parte del esfuerzo que el régimen lleva años realizando para proyectar la falsa impresión de que «la economía del PCCh es sólida», afirmó Dunn.
Beijing, señaló, también manipula el valor de la moneda del país y lo convierte en «lo que ellos quieren que sea», negando a los observadores externos otra herramienta para medir la fortaleza de la economía de China.
La manipulación de divisas permite a China vender productos en el extranjero a un precio más barato. El Departamento del Tesoro de EE. UU. bajo la administración Trump en agosto de 2019 nombró oficialmente a China como manipulador de divisas después de que el Banco Popular de China devaluara el yuan en respuesta a los nuevos aranceles de Estados Unidos, aunque el departamento eliminó la etiqueta en enero siguiente antes de una firma anticipada de un acuerdo comercial de fase uno. En junio, el Departamento del Tesoro incluyó a China como una de las siete economías en su «lista de seguimiento» de prácticas cambiarias, afirmando que «la falta de transparencia de China y el uso de una amplia gama de herramientas complican la capacidad del Tesoro para evaluar el grado en que las acciones oficiales están diseñadas para afectar al tipo de cambio».
La Sra. Dunn dijo que ha conocido a tantos estudiantes graduados chinos en la última década, y “siempre me decían que tomara cualquier cifra de crecimiento que China presenta y la redujera a la mitad”, porque “esas cifras son simplemente muy exageradas”.
«La gente que realmente entendía cómo funciona China lo dudó desde el principio, pero ahora creo que se está haciendo evidente para el mundo».
Evergrande, el gigante inmobiliario cuyo incumplimiento en 2021 desencadenó una quiebra en el sector inmobiliario de China, se declaró en bancarrota en Nueva York el 17 de agosto mientras participa en negociaciones de reestructuración para pagar a sus acreedores en el extranjero.
Otros dos desarrolladores bien conocidos en el país, Country Garden y Sino-Ocean Group Holding, respaldado por el estado, también incumplieron sus compromisos de deuda. Zhongrong International Trust, una importante firma fiduciaria china con activos por valor de USD 108,000 millones bajo su administración a fines de 2022, incumplió los pagos de docenas de productos que afectaban a casi 30,000 inversionistas.
Dado que el sector inmobiliario chino es un pilar central de la economía china, sus problemas cada vez más profundos han provocado que al menos cuatro importantes casas de bolsa reduzcan las perspectivas de crecimiento de China.
Ray Dalio, fundador del fondo de cobertura Bridgewater Associates valuado en USD 125,000 millones y un entusiasta de China desde hace mucho tiempo, dijo el 17 de agosto que China debería haber llevado a cabo una «gran reestructuración de la deuda».
Al tratar de impulsar la economía, el banco central de China, el Banco Popular de China, recortó inesperadamente el martes las tasas de interés por segunda vez en tres meses. La reducción de 15 puntos básicos en los préstamos a mediano plazo de un año al 2.5 por ciento fue la mayor desde 2020 y envió al yuan a su nivel más débil este año. El regulador chino de valores dijo el viernes que podría reducir los costos comerciales, apoyar la recompra de acciones y fomentar la inversión a largo plazo.
Pero los analistas se preguntan si Beijing puede evitar que la economía se hunda más.
“Han dicho, retóricamente, ‘sí, queremos que el mercado chino sea atractivo, queremos inversión extranjera y queremos que todos estos inversores entren y ayuden a rejuvenecer a China’, pero sus acciones hablan de lo contrario”, dijo Riley Walters, investigador principal del Instituto Hudson especializado en economía internacional y seguridad nacional, a The Epoch Times.
Las nuevas reglas opacas en la amplia ley antiespionaje que entró en vigor en julio para frenar la transferencia de información relacionada con la seguridad nacional, dijo, están “realmente asustando a los inversionistas”, al igual que el “trato preferencial contra las empresas extranjeras”.
«Va a ser un camino difícil para Beijing en el futuro».
La Sra. Dunn señaló además los problemas estructurales, como el desequilibrio de género alimentado por sus décadas de la política de un solo hijo, los riesgos de soborno comercial abundantes y los abusos a los derechos humanos que «no están a la altura del resto del mundo».
Las autoridades chinas “tienen un conjunto diferente de prioridades, que es mantener a ese Partido en control”, dijo. “No actúan por motivos principalmente económicos —sino políticos— y eso hace que todo sea un comodín”.
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