En los Estados Unidos y en otras partes del mundo donde la libertad de expresión es muy valorada y resaltada, la gente generalmente no tiene que preocuparse de que el hecho de expresar sus opiniones sobre el gobierno o sus políticas pueda conducir a un castigo. Sin embargo, este no es el caso de las personas en China.
Durante años, la popular aplicación de mensajería china WeChat ha estado en los titulares por censurar el contenido de sus usuarios y compartirlo con el Partido Comunista Chino (PCCh). Aquellos que fueron encontrados culpables de difundir mensajes considerados «sensibles» por el régimen podrían ser encarcelados.
Monitoreo de llamadas y mensajes
Por ejemplo, el activista taiwanés Lee Ming-che fue arrestado en 2017 cuando llegó a China. Más tarde lo condenaron por «subversión» después de ser declarado «culpable» de enviar mensajes prodemocracia a otros por medio de WeChat y otras plataformas de mensajería.
«Simplemente no hay privacidad en China. Las redes sociales, llamadas y mensajes en los teléfonos móviles están bajo vigilancia», dijo un ex empleado de China Mobile Online Services Company a Bitter Winter, una revista sobre la libertad religiosa y los derechos humanos en China. La empresa es una subsidiaria de China Mobile Limited, el proveedor de servicios de telecomunicaciones de propiedad estatal más grande de China.
El ex empleado, que solicitó permanecer en el anonimato, era uno de los al menos 500 miembros del personal encargados de supervisar las llamadas y los mensajes. A continuación, reveló cómo el régimen chino ha estado controlando a sus ciudadanos.
«Si uno dice algo que se considere desfavorable para el PCCh, será castigado. Cada persona es monitoreada y controlada bajo el pretexto de ‘tomar medidas enérgicas contra el acoso'», reveló.
Palabras sensibles
El hombre le dijo a la revista que palabras como «Dios Todopoderoso» y «Falun Gong» eran clasificadas como «sensibles». Incluso las frases que indicaban el retiro de la membresía del Partido Comunista y su organización afiliada, la Liga Juvenil Comunista, son monitoreadas de cerca.
Añadió que «se tomarán medidas inmediatas para interceptar los mensajes que mencionen la extracción de órganos del PCCh de los practicantes de Falun Gong para evitar filtraciones».
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua disciplina espiritual basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y consiste en una serie de cinco ejercicios pacíficos. Introducida en China en 1992, la práctica se difundió de boca en boca, ya que la gente se benefició tanto física como moralmente. Sin embargo, en 1999, una campaña masiva de represión fue lanzada después de que el régimen vio al menos entre 70 y 100 millones de sus ciudadanos —más que los miembros del PCCh— aceptar a Falun Gong.
Después de que comenzó la persecución, numerosos practicantes de Falun Gong fueron arrestados y detenidos en prisión, campos de trabajo forzado, y centros de lavado de cerebro donde fueron torturados repetidamente. En los últimos años, los medios de comunicación de todo el mundo han informado que el régimen chino ha estado extirpando órganos de los prisioneros de conciencia, la mayoría de los cuales son de practicantes de Falun Gong.
El antiguo empleado dijo que se ha puesto en marcha un sistema para detectar cualquier información sensible, y aquellos usuarios que se descubriera que compartían esa clase de información se enfrentarían a un castigo, y la empresa les cortaría el servicio.
«Si se detectara alguna palabra sensible durante las llamadas telefónicas, en MMS, SMS o mensajes en sitios de redes sociales como WeChat, el sistema interceptaría automáticamente la información y los servicios de los usuarios se desactivarían instantáneamente, inhabilitando a estas personas para hacer llamadas telefónicas o enviar mensajes», dijo.
Para volver a utilizar el servicio, los usuarios tendrían que acudir al centro de servicio de la empresa de telecomunicaciones «con su tarjeta de identificación y escribir una declaración prometiendo no volver a compartir ninguna información sensible». Sin embargo, la desactivación del servicio se considera un castigo menor.
En una ocasión, el funcionario dijo que a un hombre de la provincia de Fujian se le prohibió viajar y se le destruyó el pasaporte porque se encontró que había hecho comentarios que eran «insultantes para el gobierno» y «perturbaban el orden público».
El nivel de vigilancia de una empresa de telecomunicaciones puede ser bastante impactante para aquellos que no están familiarizados con las tácticas del régimen chino. Sin embargo, en realidad hay algo más.
Advertencia de un experto en TI anónimo
The Epoch Times previamente reportó una advertencia publicada por un practicante de Falun Gong en China que trabajaba en la industria de la Tecnología de la Información. Compartió anónimamente en Internet cómo el uso de teléfonos celulares podía poner en peligro la vida de otros practicantes de Falun Gong.
El experto dijo que el régimen ha estado recolectando una amplia gama de información sobre sus ciudadanos. Parte de la información incluye la ubicación del usuario y rutas de viaje, fotos tomadas con teléfonos (el régimen puede hackear las cámaras y tomar fotos y videos adicionales), huellas dactilares de la función «desbloquear con la huella dactilar», grabaciones de voz, información de chat, sitios web y servicios a los que el usuario ha accedido, e información de contacto de las libretas de direcciones.
También explicó cómo un teléfono inactivo puede convertirse en un dispositivo de escucha: el teléfono se activará al detectar una «palabra de activación» en la conversación de una persona (aunque esta no esté en una llamada) y procederá a grabar la charla y enviar toda la conversación al régimen.
«A partir de ese momento, este teléfono móvil está configurado para una vigilancia a largo plazo, utilizando los diversos métodos de vigilancia mencionados anteriormente», escribió. «A través de la agenda del teléfono, la grabación de la llamada y el software del chat, el PCCh localiza entonces a otros practicantes para monitorear».
“Cualquiera que compre un teléfono celular en China está comprando un dispositivo que le permite al PCCh espiarlo. El teléfono viene con un software espía que se instaló de fábrica. Por lo tanto, restaurar la configuración de fábrica no puede resolver el problema», agregó.
Escaneos faciales obligatorios en China
En un intento por reforzar el control del ciberespacio, a partir del 1 de diciembre de 2019, el régimen chino exigió a todos los operadores de telecomunicaciones que recogieran escaneos faciales de los solicitantes de una nueva cuenta telefónica. Esta medida ha suscitado preocupaciones de vigilancia entre los expertos y los residentes. Un hombre de apellido Wang, de la ciudad china de Nanjing, dijo a Radio Free Asia: «El sistema de reconocimiento facial da mucho miedo. Después de que se instaló la red 5G [nueva generación de telecomunicaciones] en la mayoría de las regiones del país, ellos [el gobierno] pueden encontrarte en cualquier momento».
También añadió que otros dos colegas tuvieron que someterse a escáneres faciales al solicitar nuevos teléfonos celulares.
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