El enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, dijo que espera que las negociaciones climáticas puedan allanar el camino para mejorar los lazos con China. Aun así, los críticos afirman que el gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) de China utiliza los problemas climáticos como una “moneda de cambio”.
El 18 de julio, el Sr. Kerry se reunió con el principal funcionario de asuntos exteriores del PCCh, Wang Yi. La discusión marca el segundo día de reuniones climáticas bilaterales después de que Kerry hablara con su homólogo chino, Xie Zhenhua, el lunes.
“Nuestra esperanza es que esto pueda ser el comienzo de una nueva definición de cooperación y de capacidad para resolver las diferencias entre nosotros”, dijo el Sr. Kerry al Sr. Wang.
El Sr. Kerry es el tercer alto funcionario estadounidense que viaja a China en el lapso de un mes. La administración Biden busca reanudar las comunicaciones de alto nivel entre Beijing y Washington a medida que los lazos empeoran por cuestiones que van desde las prácticas comerciales desleales del PCCh hasta su agresión contra Taiwán.
El Sr. Wang, quien se dirigió al exsecretario de Estado como un “viejo amigo”, dijo que el régimen chino está dispuesto a fortalecer los diálogos. Pero esas comunicaciones, dijo, deben llevarse a cabo sobre lo que describió como una «base equitativa», un término que Beijing utiliza a menudo para desviar las críticas internacionales sobre sus malos antecedentes en materia de derechos humanos y otros problemas, al tiempo que proyecta una imagen como quien «determina» las reglas y reglamentos.
“La cooperación sobre el cambio climático procede en el marco de una atmósfera más amplia entre China y Estados Unidos”, dijo Wang a través de un intérprete en una sala de reuniones en el Gran Salón del Pueblo. “A veces, los pequeños problemas pueden convertirse en grandes problemas”.
De acuerdo con el resumen de las conversaciones publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, el Sr. Wang advirtió que Estados Unidos debe “manejar adecuadamente los asuntos relacionados con Taiwán”, una isla autónoma que el PCCh considera como su propio territorio que debe tomarse por la fuerza si lo consideran necesario.
China cortó la comunicación climática y militar con Estados Unidos en agosto pasado cuando la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán enfureció al PCCh. El viaje de Kerry a Beijing marcó las primeras conversaciones importantes sobre el clima entre Beijing y Washington en casi un año.
El Sr. Kerry luego se reunió con el primer ministro Li Qiang y le dijo que como los «dos mayores emisores de gases de efecto invernadero» en el mundo, es «imperativo» que las dos naciones muestren al resto del mundo «cómo podemos cooperar y comenzar a abordar esto con la urgencia que se requiere”.
“El presidente Biden tiene muchas esperanzas de que podamos avanzar en la agenda climática”, dijo Kerry.
El Sr. Li dijo que es necesario que China y Estados Unidos fortalezcan su coordinación.
Durante la reunión del lunes con su homólogo chino, el Sr. Kerry pidió a las dos naciones que se asocien entre sí para reducir las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero. También trató de presionar a China para que reduzca su dependencia del carbón, del que se obtuvo más de la mitad del suministro de electricidad del país el año pasado, mientras que el PCCh intenta revivir su tambaleante economía.
Críticas
Los comentarios de Kerry el lunes mientras se reunía con Xie han generado críticas de los republicanos.
La senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.), que forma parte del Comité de Finanzas del Senado, acudió a Twitter para preguntar por qué Kerry elogiaría a China por desarrollar su capacidad de energía renovable.
«El enviado de EE.UU. para el clima, John Kerry, dice que el Partido Comunista Chino está haciendo un trabajo ‘increíble’ con el aumento de sus fuentes de energía verde», escribió Blackburn el 17 de julio. «¿Olvida Kerry que el PCCh utiliza mano de obra infantil y supuestamente mano de obra esclava uigur para producir tecnologías de energía verde?
El régimen chino ha detenido a más de 1 millón de uigures en su región occidental de Xinjiang y los sometió a trabajos forzados, tortura y otros tratos inhumanos. El gobierno de EE.UU. ha declarado formalmente el trato del PCCh a los uigures como “genocidio”.
En abril, el Proyecto de Derechos Humanos de los Uigures (Uyghur Human Rights Project), un grupo de defensa con sede en Washington, envió una declaración escrita a los legisladores del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, instándoles a que apoyaran un proyecto de ley que anularía la declaración de emergencia de Biden para 2022, una moratoria sobre los aranceles a las importaciones de energía solar procedentes del Sudeste Asiático.
“La realidad es que las industrias chinas de polisilicio y componentes solares dependen en gran medida de la minería y la fabricación en la patria uigur”, escribió Louisa Greve, directora de defensa global del grupo. “Está claro que un aumento en las importaciones de energía solar de los fabricantes chinos de energía solar, independientemente de si estas importaciones son de China o de fábricas controladas por China en el sudeste asiático, respalda directamente el uso de trabajo forzado uigur por parte de la industria solar china”.
Biden finalmente vetó el proyecto de ley en mayo, y los legisladores de la Cámara no lograron la mayoría de dos tercios para anular el veto luego de una votación de 214-205.
El senador Bill Hagerty (R-Tenn.), miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cuestionó por qué Kerry le diría a la parte china que el cambio climático “no es un problema político”.
“Kerry está equivocado sobre China”, escribió Hagerty en Twitter el 17 de julio. “Para el PCCh, todo es un asunto político. Usarán estas reuniones para promover objetivos políticos y aprovecharse de las tensiones.
“Lo único con lo que Kerry saldrá probablemente es con demandas y acciones más agresivas del PCCh hacia Estados Unidos”.
La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, que busca la nominación republicana para la Casa Blanca en 2024, criticó el 17 de julio a Kerry por ser potencialmente el “peor miembro” de la administración Biden.
“@JohnKerry quiere que Estados Unidos ignore el hecho de que China se está preparando para la guerra, espiándonos, pirateando nuestro gobierno e infiltrándose en nuestras instituciones para poder ser amable con Xi Jinping en relación al cambio climático”, escribió Haley en Twitter.
“Moneda de cambio”
Bryan Dean Wright, exoficial de operaciones de la CIA, dijo en un podcast el 17 de julio que China ve el cambio climático como una “moneda de cambio” y no está preocupada por la crisis climática.
Sacó sus conclusiones después de analizar artículos recientes del medio de comunicación estatal de línea dura, Global Times, y los comentarios recientes del líder chino, Xi Jinping. También destacó cómo China ha construido nuevas centrales eléctricas de carbón “a un ritmo récord”.
“Está bastante claro que China no considera importante el cambio climático. Es sólo una moneda de cambio para conseguir, como ellos dicen, ‘mejores relaciones'», afirmó Wright. «De hecho, cínicamente podrían decir que en realidad están aumentando sus emisiones de dióxido de carbono para que el resto del mundo, bueno, se asuste”.
Y continuó: «Y aquí está la clave, nos quedamos para siempre atascados con el férreo control de China sobre las cosas que suministran al mundo, como paneles solares, y baterías, y vehículos eléctricos”.
Según un análisis publicado por Visual Capitalist en enero, seis de las 10 principales empresas de fabricación de baterías son chinas, y China representa casi 900 gigavatios-hora de capacidad de fabricación o el 77 por ciento del total mundial. Predijo que el dominio del mercado de China continuará hasta 2027, año en que se proyecta que poseerá el 69 por ciento de la capacidad de fabricación de baterías del mundo.
A pesar de las promesas de Xi de reducir las emisiones de carbono, Wright argumentó que China “es y seguirá siendo el principal contribuyente mundial de gases de dióxido de carbono, eso no va a cambiar”.
En China, el inicio de la construcción de centrales eléctricas de carbón, los anuncios de nuevos proyectos y los permisos de plantas “se aceleraron drásticamente” en 2022, con dos nuevas centrales eléctricas de carbón autorizadas por semana, según un informe de febrero del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio y el Global Energy Monitor.
“50 GW de capacidad de energía de carbón comenzaron a construirse en China en 2022, un aumento de más del 50 por ciento desde 2021”, dice el informe. «Se permitió un total de 106 GW de nuevos proyectos de energía de carbón, el equivalente a dos grandes centrales eléctricas de carbón por semana».
“Si Beijing sintiera que el cambio climático es real, que fue provocado por el hombre y que representa una amenaza existencial para China, trabajaría de manera drástica y rápida para reducir sus emisiones de dióxido de carbono, y se uniría al resto del mundo para hacerlo”, dijo el Sr. Wright. “Nadie tendría que decirles que lo hagan.
“Pero ellos no quieren hacer eso. En cambio, quieren construir plantas de carbón a un ritmo récord”.
Con información de Associated Press.
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