El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), señaló el miércoles que es poco probable que apoye el paquete de infraestructuras de 2 billones de dólares del presidente Joe Biden, diciendo que no apoyará el gasto o los incrementos «masivos» de impuestos que podrían disparar la deuda nacional.
Haciendo eco de las declaraciones que hizo la semana pasada, McConnell dijo en un comunicado que el plan de infraestructuras de Biden será probablemente un «caballo de Troya» que incluye otras prioridades demócratas, como aumentos de impuestos para financiar el plan.
«El ‘proyecto de ley de infraestructuras’ de la administración, que no es de infraestructuras, parece otro caballo de Troya para las demandas de la extrema izquierda. La reducción de las leyes sobre el derecho al trabajo. Imponer el mayor aumento de impuestos en una generación, matando empleos y frenando el crecimiento salarial cuando los trabajadores necesitan una rápida recuperación», dijo en Twitter.
En medio de las crecientes críticas al plan de Biden por parte de miembros del caucus, McConnell condenó el paquete y las propuestas para financiarlo mediante el aumento de la tasa fiscal de las empresas al 28 por ciento desde el 21 por ciento actual, calificando el proyecto de ley como una «gran oportunidad perdida» para financiar desarrollos serios de infraestructuras.
«A nuestra nación le vendría bien un plan de infraestructuras serio y específico. Una propuesta inteligente contaría con apoyo bipartidista. Lamentablemente, la última lista de deseos liberales que la Casa Blanca ha decidido etiquetar como ‘infraestructuras’ es una gran oportunidad perdida por esta Administración», dijo McConnell.
«Mi consejo a la Administración: Si quieren hacer un proyecto de ley de infraestructuras, hagamos un proyecto de ley de infraestructuras. Antes de la pandemia, teníamos la mejor economía de los últimos 50 años. No debemos subir los impuestos con el pretexto de un proyecto de ley de infraestructuras y enviar nuestra economía por el camino equivocado».
El presidente reveló su plan de infraestructuras durante un discurso en Pittsburgh el miércoles, diciendo que el núcleo del paquete es modernizar las infraestructuras de transporte. La Casa Blanca publicó anteriormente una hoja informativa en la que se detalla la primera de las dos partes del plan que Biden quiere aprobar en el Congreso en los próximos meses.
Se espera que Biden presente otro plan a finales de este mes que aborde la atención infantil y médica.
El miércoles por la mañana, McConnell dijo a los periodistas en Erlanger, Kentucky, que si el plan de financiación de Biden «va a tener aumentos masivos de impuestos y billones más añadidos a la deuda nacional, no es probable» que lo apoye.
El líder republicano también dijo que el presidente lo llamó el martes para discutir el plan de infraestructura.
En un comunicado, McConnell criticó el miércoles las prioridades de gasto del paquete y acusó a Biden de ponerse del lado de un «dogma de extrema izquierda» por encima de las familias estadounidenses.
«Los demócratas siguen tratando de usar temas importantes como cortinas de humo para agendas no relacionadas», dijo. «Por desgracia, menos del 6% de esta enorme propuesta de la Casa Blanca se destinaría a carreteras y puentes. Gastaría más en coches eléctricos que en carreteras, puentes, puertos, aeropuertos y vías navegables juntos».
«Contiene amplias prioridades de la extrema izquierda, como atacar las protecciones del derecho al trabajo de los obreros estadounidenses, un factor enorme para los jefes de los grandes sindicatos. Cada vez que ese dogma de extrema izquierda se topa con los intereses de las familias estadounidenses, los demócratas de hoy eligen el dogma», añadió.
El representante Ralph Norman (R-S.C.) dijo la semana pasada a NTD News que el «socialismo absoluto» está a la vuelta de la esquina en Estados Unidos si se aprueba el proyecto de ley de infraestructuras en el Congreso.
Los aumentos de impuestos que imponga la Administración Biden para financiar el paquete «perjudicarían a todo el país», dijo Norman, señalando que una recesión se produjo cuando el expresidente Lyndon Johnson en 1968 creó una tasa adicional temporal del 10 por ciento sobre el impuesto a la renta, tanto para los individuos como para las empresas.
Los demócratas del Congreso han señalado su voluntad de actuar en solitario si los republicanos les bloquean el paquete de infraestructuras, dada su actual mayoría en ambas cámaras.
El senador Bernie Sanders (I-Vt.) dijo el mes pasado que planea intentar aprobar el proyecto de ley de infraestructuras utilizando un proceso presupuestario para suprimir a los republicanos, aunque varios senadores demócratas han dicho que no apoyarán la utilización del método que permite evitar un filibusterismo.
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