Los principales miembros del Congreso están pidiendo a los científicos que apoyaron en privado la teoría de que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) procedía de un laboratorio, pero presentaron una postura exactamente contraria en público, que respondan a las preguntas bajo juramento.
Muchos de los científicos en cuestión, incluido el director de Wellcome, el Dr. Jeremy Farrar, participaron en una teleconferencia en febrero de 2020 con el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, y el Dr. Francis Collins, hasta hace poco director de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sis siglas en inglés). A pesar de que muchos de ellos expresaron en correos electrónicos que el virus, también conocido como SARS-CoV-2, procedía de un laboratorio chino, pronto publicaron un artículo en el que afirmaban que se había originado en la naturaleza.
En cartas enviadas el 3 de febrero a Farrar y a los demás científicos, el miembro principal del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.), y otros republicanos de alto nivel, instaron al grupo a responder a las preguntas «sobre qué cambio hubo en la ciencia subyacente, si es que hubo alguno, en cuestión de días después de reunirse con altos funcionarios de salud del gobierno».
«De forma alarmante, parece que la decisión de suprimir la hipótesis de la fuga en el laboratorio se basó en cálculos políticos más que en principios científicos. Los documentos del NIH muestran que los científicos en la teleconferencia del 1 de febrero de 2020 impulsaron la teoría de la evolución natural porque creían que la hipótesis de la fuga de laboratorio podría causar demasiado escrutinio a China», añadieron los legisladores. «La transparencia es un cimiento de la credibilidad científica. Seguir ocultando la verdad equivale a ocultar información que puede servir de base para futuras respuestas a la pandemia, aconsejar la actual postura de seguridad nacional de Estados Unidos y restaurar la confianza en nuestros expertos en salud pública».
El representante Steve Scalise (R-La.), jefe de la minoría de la Cámara de Representantes, y el representante Jim Jordan, principal miembro del Partido Republicano en el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, se unieron a Comer para pedir el testimonio de los científicos.
Además de Farrar, los tres representantes quieren escuchar al Dr. Kristian Anderson y al Dr. Michael Farzan, profesores de Scripps Research; al Dr. Robert Garry, microbiólogo de la Universidad de Tulane; al Dr. Edward Holmes, profesor de la Universidad de Sydney, al Dr. W. Ian Lipkin, director del Centro de Infección e Inmunidad de la Universidad de Columbia; y al Dr. Andrew Rambaut, profesor de la Universidad de Edimburgo.
Ninguno de los científicos respondió a las solicitudes de comentarios.
Fauci y Collins también han eludido las preguntas sobre la llamada, que tuvo lugar apenas unos días antes de que los científicos publicaran un artículo titulado «Origen aproximado» en el que afirmaban que el virus del PCCh procedía de la naturaleza.
Los correos electrónicos revelados a través de las solicitudes de la Ley de Libertad de Información muestran que tanto Fauci como Collins participaron en la elaboración del documento y aportaron comentarios que condujeron a una versión actualizada que afirmaba que los análisis contenidos en él «muestran claramente que el SARS-CoV-2 no es una creación de un laboratorio ni un virus manipulado a propósito».
Ninguno de los dos médicos estadounidenses fue nombrado en los agradecimientos.
La mayoría de los científicos que se unieron a la teleconferencia y fueron coautores del documento recibieron más tarde una mayor financiación del instituto de Fauci, según descubrió The Epoch Times. Fauci no ha accedido a la petición de los republicanos de someterse a una entrevista transcrita bajo juramento.
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