El Secretario de Estado de Estados Unidos dijo que el gobierno «simplemente se desconectará» de Australia si la asociación de la Franja y la Ruta acordada por el estado de Victoria con China presenta algún riesgo para la infraestructura de las telecomunicaciones.
Mike Pompeo declaró a Sky News el 24 de mayo, que Estados Unidos estaba dispuesto a seguir trabajando con Australia en materia de seguridad y que era un «gran socio», pero que necesitaba dar prioridad a la seguridad de su propia red de telecomunicaciones.
«No tomaremos ningún riesgo a nuestra infraestructura de telecomunicaciones, ningún riesgo a los elementos de seguridad nacional con nuestros socios de ‘Five Eyes’. Vamos a proteger y preservar la seguridad de esas instituciones», dijo.
«No conozco la naturaleza de esos proyectos (de Victoria) con precisión, pero en la medida en que tengan un impacto adverso en nuestra capacidad de proteger las telecomunicaciones de nuestros ciudadanos privados, o las redes de seguridad para nuestra defensa, o las comunidades de inteligencia, simplemente nos desconectaremos, simplemente nos separaremos», dijo Pompeo.
«Vamos a las redes de confianza para obtener información importante. Esperamos que nuestros amigos, socios, aliados alrededor del mundo, especialmente aliados como Australia, hagan lo mismo», añadió.
Pompeo también advirtió a Australia que los proyectos que forman parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, conocida como BRI por sus siglas en inglés, del Partido Comunista Chino (PCCh), deben ser examinados cuidadosamente y cada proyecto del BRI tiene un «costo para ella».
«A menudo el dinero se presta a tasas concesionarias o se ponen condiciones en los documentos de deuda, o el gobierno tiene que hacer concesiones al Partido Comunista Chino para que se construyan esos proyectos (del BRI)», señaló secretario de Estado.
«Presentan riesgos reales para el pueblo y un riesgo real para el país. Francamente, construyen la capacidad (del PCCh) para hacer daño de otras maneras también».
Hasta ahora, el primer ministro de Trabajo de Victoria, Daniel Andrews, firmó dos acuerdos con la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de Beijing, avanzando la participación del estado en el BRI. Un tercer acuerdo se firmaría a mediados de 2020.
El BRI de Victoria está en desacuerdo con la política federal
La participación de Victoria en el BRI ha sido una fuente constante de controversia, ya que ha puesto al estado en desacuerdo con la postura del gobierno federal en cuanto al programa.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo en una conferencia de prensa el 24 de mayo, que el gobierno federal no apoyaba las acciones de Victoria.
«Los asuntos de interés nacional en materia de asuntos exteriores son determinados por el gobierno federal», dijo Morrison.
«Respeto su jurisdicción cuando se trata de los asuntos de los que ellos son responsables, y siempre ha sido una práctica habitual que los estados respeten y reconozcan el papel del gobierno federal en el establecimiento de la política exterior».
«Creo que siempre ha sido una buena práctica».
La semana pasada, el ministro de Asuntos Internos, Peter Dutton, llamó al BRI un «ejercicio de propaganda de China».
Dutton dijo que estaba «gravemente preocupado», citando una serie de cuestiones relacionadas con el régimen comunista chino, incluidas sus reivindicaciones en el Mar de China Meridional, su militarización de los puertos en el Pacífico asiático y sus intentos de «comprar influencia» en Australia.
«Victoria necesita explicar por qué es el único estado del país que ha entrado en esta relación», dijo el ministro.
El rechazo del gobierno de Morrison contra los proyectos recibió el apoyo bipartidista de la senadora Kimberley Kitching quien escribió en Twitter el 20 de mayo que Victoria «se equivocó al firmar» con el BRI.
La senadora liberal Concetta Fierravanti-Wells, dijo a The Epoch Times el 11 de mayo que el BRI era una «trampa» del régimen comunista chino y que era un «código» para la diplomacia de la trampa de la deuda.
«Los que lideraron la política exterior de nuestros ‘compañeros de viaje’ durante muchos años y los que hacen negocios con China, siempre han preferido hacer la vista gorda a las trampas del PCCh en tanto los flujos de efectivo se mantienen», dijo Fierravanti-Wells.
«Compañeros de viaje» se refiere a los individuos que no son comunistas, pero que simpatizan con los objetivos y políticas del Partido Comunista Chino.
«Este enfoque nos ha llevado a la situación actual y nos ha hecho más vulnerables a la coerción económica, como lo demuestran las [amenazas] del embajador chino», dijo.
Las telecomunicaciones, la nueva vanguardia del BRI
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un grupo de defensa con sede en Estados Unidos, publicó un documento el 13 de abril, en el que se destaca la forma en que el régimen comunista de China ha venido impulsando activamente el componente digital de la BRI (Ruta de la Seda Digital) incluso cuando el país sufre la pandemia.
El líder chino Xi Jinping declaró el 4 de marzo que el régimen aumentaría las inversiones y «aceleraría la construcción de nuevas infraestructuras, como las redes 5G y los centros de datos».
Las tres mayores empresas de telecomunicaciones de China, todas de propiedad estatal, respondieron a la llamada y aumentaron el desarrollo de las 5G en el país.
La Ruta Digital de la Seda se refiere al régimen chino y sus entidades estatales que construyen la infraestructura digital en todo el mundo, incluidas las redes de telecomunicaciones y las ciudades inteligentes, para ganar en el futuro una ventaja en los ámbitos del ciberespacio y el espacio.
En el actual clima mundial, el PCCh ha encontrado más fácil avanzar en la Ruta de la Seda Digital que en el BRI, particularmente en los países en desarrollo.
El CSIS encontró que era «más barato, más fácil de entregar y más fácil de monetizar», que los proyectos de construcción tradicionales. También era menos probable que alimentara el resentimiento de las comunidades locales.
El centro de estudios determinó que el 60% de los proyectos del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC) —un proyecto emblemático del BRI— habían sufrido retrasos, incluidos proyectos de oleoductos y ferrocarriles.
En cambio, en el espacio digital, la empresa china de telecomunicaciones Huawei pudo tender 820 kilómetros de cable de fibra óptica a través de la frontera entre China y el Pakistán y en el interior del país, en menos de dos años.
«El proyecto costó apenas 44 millones de dólares, menos de lo que cuesta construir solo cuatro kilómetros de ferrocarril en el Pakistán», se afirma en el informe.
«Dada la creciente deuda de Pakistán, la segunda fase de la CPEC, al igual que el futuro del BRI, pondrá un mayor énfasis en proyectos más pequeños y de mayor tecnología».
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