El regulador británico de la radiodifusión, Ofcom, impuso el lunes sanciones económicas a la cadena estatal china CGTN por emitir confesiones forzadas y una cobertura sesgada de las protestas prodemocracia en Hong Kong.
CGTN, o China Global Television Network, es un canal internacional de noticias por satélite en lengua inglesa, propiedad del régimen chino y controlado directamente por el Partido Comunista Chino (PCCh).
Ofcom impuso una multa de 100,000 libras esterlinas (138,359 dólares) a Star China Media Limited, antiguo titular de la licencia de CGTN en Reino Unido, tras declarar a la cadena culpable de violaciones «graves» de la normativa británica de radiodifusión por emitir una confesión forzada extraída del ciudadano británico Peter Humphrey en 2013.
El regulador consideró que las emisiones de CGTN constituían un «trato injusto» a Humphrey y una «violación injustificada de la privacidad».
Además, Ofcom impuso una multa de 125,000 libras (172,929 dólares) al extitular de la licencia de CGTN tras considerar que la cadena incurrió en un «grave incumplimiento» de las leyes de imparcialidad de Reino Unido durante su cobertura de las protestas en favor de la democracia que tuvieron lugar en Hong Kong.
El regulador dictaminó en mayo de 2020 que cinco noticias sobre las protestas que fueron emitidas por el canal entre el 11 de agosto de 2019 y el 21 de noviembre de 2019 no eran «debidamente imparciales sobre un asunto de gran controversia política y un asunto importante relacionado con la política pública actual».
También el lunes, Ofcom dio a conocer sus decisiones finales sobre las emisiones de CGTN de las confesiones televisivas forzadas de Simon Cheng (pdf), un exempleado del consulado general de Reino Unido en Hong Kong, y del editor de libros sueco Gui Minhai (pdf).
Cheng fue torturado y obligado a hacer una confesión televisiva cuando fue detenido durante 15 días en agosto de 2019 por la policía de China continental.
«Me siento muy satisfecho, y es un momento muy significativo para mí», dijo Cheng a The Epoch Times.
Gui, que vendía libros que criticaban a los dirigentes políticos chinos mientras estaba radicado en Hong Kong, fue detenido por la policía continental en 2018 y también fue obligado a aparecer en televisión confesando sus presuntos delitos.
La Ofcom ratificó las quejas sobre el «trato injusto o desleal» y la «infracción injustificada de la privacidad» de los programas de CGTN, y puso a la cadena «sobre aviso» de que tiene la intención de considerar la imposición de una «sanción legal».
«Han sido unas semanas muy positivas para llamar la atención sobre este asunto y presionar a Beijing para que empiece a modificar su comportamiento», declaró Peter Dahlin, director de la ONG de derechos humanos Safeguard Defenders, a The Epoch Times.
El 4 de febrero, Ofcom revocó la licencia de CGTN en Reino Unido, tras concluir que la licencia era ilegal, porque la emisora está controlada en última instancia por el PCCh, y no por su titular británico, Star China Media Limited.
El 5 de marzo, la cadena australiana SBS anunció que suspendería sus emisiones de los boletines informativos de CGTN tras recibir una queja sobre derechos humanos.
Reportaje de Lily Zhou. Con información de Reuters y Katabella Roberts.
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