Una relatora de la UE ha planteado su preocupación por las injerencias extranjeras en la Unión Europea, en particular las procedentes del régimen comunista de China.
«No podemos aceptar que siga sin haber un grupo de trabajo que vigile las injerencias procedentes de China», declaró Sandra Kalniete, eurodiputada letona, en su proyecto de informe (pdf) publicado el mes pasado. Las acciones de injerencia de China en el extranjero estaban destinadas a «socavar el funcionamiento democrático para ganar influencia».
Kalniete es también relatora de la Comisión Especial del Parlamento Europeo sobre la injerencia extranjera en todos los procesos democráticos de la Unión Europea, incluida la desinformación.
Su informe se presentó el 9 de noviembre durante una reunión de la comisión interparlamentaria europea.
El informe se basó en más de 40 audiencias del comité con más de 100 expertos desde septiembre del año pasado. Aunque la influencia rusa fue un tema abordado en el informe, la mayor preocupación fue claramente el Partido Comunista Chino (PCCh).
Un área de influencia fue la captura de élites, afirma el informe, nombrando al ex primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin que «se comprometió activamente a promover los intereses chinos en Francia», así como al excomisario checo Stefan Fule por «haber trabajado para CEFC China Energy».
Raffarin, de 73 años, fue primer ministro de Francia durante tres años hasta mayo de 2005. El ex primer ministro chino, Wen Jiabao, le elogió por su «sincera amistad» en 2003, cuando el ex primer ministro visitó China en plena epidemia de SARS.
En los últimos años, ha sido citado a menudo en los medios de comunicación estatales chinos. En abril, fue citado por CGTN, el brazo internacional de la cadena estatal china CCTV, diciendo que Europa y China deben cooperar y que «no hay futuro sin China».
En septiembre de 2019, Raffarin fue una de las seis personas que recibieron una medalla de la amistad, un premio que entrega Beijing a los extranjeros que hacen contribuciones a China. La agencia estatal china Xinhua lo citó diciendo que estaba «sinceramente complacido» por recibir la medalla, dado su trabajo de décadas para promover los lazos entre las dos naciones.
CEFC China Energy, un conglomerado petrolero que ganó miles de millones de dólares en Rusia, Europa del Este y partes de África, fue fundado por el magnate petrolero chino caído en desgracia Ye Jianming. El año pasado, un informe del Senado de EE. UU. sacó a la luz «transacciones cuestionables» entre Hunter Biden y ciudadanos chinos, incluido Ye.
El conglomerado chino visitó la República Checa en 2015, comprando participaciones en varias empresas locales. La empresa pasó a contratar a checos influyentes, incluido el exministro de Defensa del país, Jaroslav Tvrdik, así como a Fule, que fue comisario europeo de vecindad y ampliación desde 2010 hasta 2014.
Más influencia del PCCh
Otra área de preocupación era la propaganda estatal china, según el informe, que señalaba cómo los contenidos de los medios de comunicación patrocinados por el PCCh «disfrazados de periodismo» se habían distribuido con los periódicos.
En mayo, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), con sede en Bruselas, emitió un informe en el que advertía sobre la «movilización de tácticas más novedosas, como la desinformación», a medida que la pandemia de la COVID-19 comenzaba a extenderse.
El informe destacaba a la agencia de noticias estatal italiana ANSA, y cómo empezó a difundir contenidos de los medios estatales chinos tras firmar un memorando de entendimiento con Xinhua en 2019.
«Esto se ha traducido en que ANSA publica 50 historias de Xinhua al día en su cable de noticias, y Xinhua asume la responsabilidad editorial del contenido mientras ANSA sirve como herramienta de distribución», afirma el informe.
Un reciente informe (pdf) del European Council on Foreign Relations, un grupo de reflexión con sede en Londres, mostraba la creciente presencia de los medios de comunicación chinos en el sureste de Europa, en países como Bosnia, Bulgaria, Macedonia del Norte y Serbia.
El informe también advertía de la presencia de unos 200 Institutos Confucio financiados por el PCCh en Europa.
«Los Institutos Confucio sirven como plataforma de presión para los intereses económicos chinos y para el servicio de inteligencia chino y el reclutamiento de espías», según el informe.
Algunas universidades europeas ya habían puesto fin a su cooperación con el instituto chino debido a los «riesgos de espionaje e injerencia chinos», según el informe, como la Universidad de Dusseldorf en 2016 y la Universidad de Hamburgo en 2020.
A finales del mes pasado, la ministra de Educación alemana, Anja Karliczek, emitió una carta en la que ordenaba a todas las universidades del país que revisaran sus vínculos con el instituto.
Actualmente hay más de 30 Institutos Confucio en Estados Unidos, según la National Association of Scholars.
Kalniete ofreció una serie de recomendaciones en su informe, entre ellas la de mejorar las sanciones contra los actores que están detrás de las injerencias.
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