El senador Bill Hagerty (R-Tenn.) advirtió que Estados Unidos no puede «retroceder» ante China bajo la Administración Biden.
«China ha sido agresiva y depredadora desde un punto de vista militar, desde un punto de vista diplomático y desde un punto de vista económico durante muchos años», dijo Hagerty en una reciente entrevista con el medio filial de Epoch Times NTD en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Florida.
Por ejemplo, el senador señaló la reciente agresión de Beijing en Hong Kong y contra Taiwán, siendo este último un aliado clave de Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico.
Beijing ha «aprovechado el vacío de este movimiento en la Administración Biden como una oportunidad para intensificar su agresión», dijo Hagerty.
Y añadió: «China entiende a un Estados Unidos fuerte. No podemos ser débiles en este momento. Y ciertamente no podemos retroceder en este momento».
Desde que el presidente Joe Biden tomó posesión de su cargo el 20 de enero, China ha intensificado su belicismo hacia Taiwán, una isla autogobernada que Beijing reclama como parte de su territorio. A finales de enero, un oficial militar chino amenazó con una guerra contra la isla.
Beijing también ha enviado aviones militares a la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán casi a diario desde principios de este año. Recientemente, el 2 de marzo, un avión de reconocimiento chino entró en la ADIZ del suroeste de Taiwán, según el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán.
La semana pasada, China lanzó su peso económico contra Taiwán al prohibir abruptamente las importaciones de piña taiwanesa, diciendo que había «criaturas dañinas» en la fruta. Según datos del gobierno taiwanés, Taiwán exportó más del 90 por ciento de su piña a China en 2020.
El 28 de febrero, el gobierno de Hong Kong acusó a 47 figuras de la oposición de subversión en virtud de la ley de seguridad nacional favorable a Beijing. La medida ha suscitado desde entonces condenas de la comunidad internacional.
Además de Hong Kong y Taiwán, Hagerty también advirtió sobre la continua militarización de las islas en el Mar de China Meridional por parte de China.
«Están construyendo islas artificiales a lo largo de las vías marítimas más transitadas del mundo. Se están poniendo en posición de controlar el comercio para afectar a la economía de una manera que podría ser muy nefasta para la región», dijo Hagerty.
Las islas, los arrecifes y las rocas del Mar de China Meridional son reclamados por varios países de la región, como China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunéi y Taiwán.
El régimen chino se ha negado a reconocer un fallo de las Naciones Unidas en La Haya en 2016 que concluyó que las reclamaciones territoriales de Beijing en el Mar de China Meridional no eran válidas. En julio del año pasado, Estados Unidos rechazó formalmente las reclamaciones de Beijing sobre el Mar de China Meridional, calificándolas de «completamente ilegales.»
Hagerty aplaudió a la Administración Trump por contraatacar al Partido Comunista Chino diplomática, económica y militarmente. El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles a miles de millones de productos chinos en un intento por enfrentarse a las prácticas comerciales desleales de China, incluidas sus enormes subvenciones gubernamentales a las empresas chinas.
«Aumentamos significativamente nuestra presencia [militar] [en Japón] durante mi mandato como embajador en esa región», dijo Hagerty, que fue embajador de Estados Unidos en Japón desde agosto de 2017 hasta julio de 2019.
Desde el punto de vista diplomático, Hagerty elogió a Trump por su decisión de retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Vio la influencia que tiene China en la OMS. Lo único que hacían era pregonar los argumentos del Partido Comunista Chino», explicó Hagerty.
En un principio, la OMS repitió la afirmación de Beijing de que el virus no era contagioso, desestimando una advertencia por correo electrónico de Taiwán.
Un documento científico publicado el año pasado concluyó que Beijing ocultó la transmisibilidad del virus durante al menos tres semanas antes de reconocer públicamente que el virus era contagioso el 20 de enero del año pasado.
El día de su toma de posesión, Biden firmó varias órdenes ejecutivas, una de las cuales detenía la retirada de Estados Unidos de la OMS.
«No puedo creer que la Administración de Biden simplemente vuelva a la Organización Mundial de la Salud y la financie por completo, sin hacer que esa organización rinda cuentas, sin mirar la influencia china allí», dijo Hagerty.
Hagerty dijo que seguirá presionando a la Administración Biden para que mantenga la presencia militar estadounidense en Asia, y para que se enfrente a China económicamente «de una manera que mantenga la fuerza estadounidense y defienda realmente al trabajador estadounidense».
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