El congresista Chip Roy (R-Texas) afirma que su proyecto de ley, que impide a los miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) adquirir tierras estadounidenses, es necesario para proteger la seguridad nacional y económica del país.
El proyecto de ley (pdf), denominado Ley de Protección a las Tierras de Estados Unidos de la Interferencia Extranjera, se presentó el 9 de julio. Impediría a los miembros del PCCh la compra de tierras públicas o privadas en Estados Unidos.
Roy le dijo a The Epoch Times que la legislación evitará que las personas con vínculos con el PCCh exploten vulnerabilidades en detrimento de la seguridad y los intereses nacionales de Estados Unidos.
«Ha habido una serie de historias inquietantes en los últimos años… donde, con intereses chinos, se han adquirido tierras en Estados Unidos… vínculos muy obvios con el Partido Comunista de China», dijo el legislador.
“En términos generales, el Partido Comunista de China, no solo no es nuestro amigo, es nuestro enemigo y deberíamos tratarlo como tal. No creo que debamos permitir que los chinos adquieran cantidades significativas de bienes raíces en Estados Unidos en nuestro detrimento”.
La legislación se produjo tras el rechazo de legisladores y expertos el año pasado por un proyecto para la construcción de un parque eólico chino, propuesto en el oeste de Texas. Los críticos dijeron que el proyecto chino podría utilizarse como tapadera para el espionaje y para perturbar la red eléctrica del estado.
Un panel del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos, presidido por el Departamento del Tesoro, revisó la adquisición y descubrió que el proyecto eólico, Blue Hills Wind, en el condado de Val Verde, en el suroeste de Texas, no representaba una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, un experto familiarizado con el proyecto en Texas le dijo anteriormente a The Epoch Times que hay una serie de posibles preocupaciones de seguridad nacional por el control chino sobre el terreno.
El sitio propuesto para el parque eólico está a unas 30 millas de la frontera entre Estados Unidos y México y cerca de la Base de la Fuerza Aérea Laughlin, la instalación de entrenamiento de pilotos más grande de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Estimulada por estas preocupaciones, la Legislatura de Texas aprobó a principios de este año una legislación que les prohibiría a las personas o empresas relacionadas con China, Irán, Corea del Norte o Rusia celebrar contratos relacionados con la infraestructura crítica del estado. La legislación fue promulgada por el gobernador Greg Abbott el 18 de junio y entró en vigor de inmediato.
En un comunicado que acompaña a su legislación, Roy dijo que los datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. muestran que los inversores extranjeros controlan casi 30 millones de acres de tierras agrícolas de EE.UU., aproximadamente el tamaño de Ohio. Texas tiene la segunda cantidad más alta de propiedad extranjera con 3 millones de acres bajo control extranjero.
El legislador republicano le dijo a The Epoch Times que cualquier adquisición extranjera de tierras estadounidenses, por parte del PCCh en particular, debería ser motivo de preocupación.
«Ciertamente, no quiero ver una propiedad significativa para los intereses estadounidenses, en manos incluso de los aliados, y mucho menos del Partido Comunista Chino», dijo Roy. «La soberanía es algo maravilloso… y eso es parte de la razón por la que necesitamos asegurar nuestra frontera. Es parte de la razón por la que debemos no sólo sospechar, sino oponernos bastante a la adquisición significativa, si es que la hay, de nuestros activos aquí en este país, por parte de los chinos y del Partido Comunista Chino».
Roy enfatizó la importancia de mantener el control de la producción de recursos estadounidenses «para nuestro propio bienestar en nuestras propias comunidades».
Estados Unidos no debe «depender de aquellos que tienen diferentes regímenes políticos, diferentes intereses, que no podemos controlar a través de nuestra forma republicana de gobierno», dijo.
«Hay un solo Estados Unidos de América, peleamos una guerra para crearnos a nosotros mismos, hemos peleado esas guerras para defendernos de la tiranía. Creo que necesitamos preservar y proteger este gran país, junto con aquellos aliados que creen en lo que creemos».
“Pero ya sabes, mientras los Chi-comms [comunistas chinos] andan por ahí, asesinando a los uigures y dando vueltas imponiendo las ridículas políticas de exterminio de niños y las limitaciones sobre cuántos hijos puedes tener, y otros horrores contra la humanidad, perdónenme por no querer someter a los estadounidenses a las maneras del Partido Comunista Chino».
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