El expresidente Donald Trump dijo que la información sensible contenida en documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago «nunca debería haber sido motivo de alarma», según una presentación judicial del 31 de agosto.
«La supuesta justificación para el inicio de esta investigación criminal fue el presunto descubrimiento de información sensible contenida en las 15 cajas de registros presidenciales», dice la presentación (pdf), que fue escrita por la abogada de Trump, Lindsey Halligan.
«Pero este ‘descubrimiento’ era totalmente previsible dada la propia naturaleza de los registros presidenciales. Sencillamente, la idea de que los registros presidenciales contengan información sensible nunca debería haber sido motivo de alarma», añade.
La presentación se hizo principalmente en respuesta a los recientes argumentos del Departamento de Justicia (pdf) contra el nombramiento de un perito especial para revisar los materiales que fueron incautados de la residencia de Trump en Mar-a-Lago por agentes del FBI el 8 de agosto. Trump presentó una moción para un perito especial el 22 de agosto.
El DOJ argumentó que tal nombramiento «impediría» tanto la investigación criminal en curso del gobierno federal como la revisión de la comunidad de inteligencia de cualquier riesgo nacional creado por el presunto almacenamiento inadecuado de «materiales altamente sensibles».
Además, el DOJ rechazó las pretensiones de Trump de que se le devuelvan los objetos incautados.
«Cualquier registro presidencial incautado en virtud de la orden de registro pertenece a Estados Unidos, no al expresidente», escribió el DOJ.
Las afirmaciones del DOJ fueron rechazadas por Halligan. Según la presentación, la abogada de Trump argumentó que la «necesidad de un perito especial sigue vigente», mientras que acusó al DOJ de exigir al tribunal que «se abstenga de considerar siquiera» el nombramiento de un perito especial.
Halligan también argumentó que la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en inglés) «simplemente ignoró» la Ley de Registros Presidenciales e inició una investigación criminal «apenas semanas después de que el presidente Trump cumpliera voluntariamente» con la solicitud de registros de la agencia, según la presentación.
La jueza de distrito Aileen Cannon, nominada por Trump en abril de 2020, ha fijado una audiencia para el jueves por la tarde en un tribunal de West Palm Beach.
Escribiendo en su plataforma Truth Social el miércoles, Trump reiteró su afirmación de que había desclasificado documentos incautados por el FBI.
«Terrible la forma en que el FBI, durante la redada en Mar-a-Lago, arrojó documentos al azar por todo el piso (¡quizás pretendiendo que fui yo quien lo hizo!), y luego comenzó a tomar fotos de ellos para que el público los viera», escribió Trump, en referencia a una fotografía que muestra documentos con marcas clasificadas en la residencia de Trump.
La foto fue publicada por el DOJ el martes como parte de la presentación judicial que argumenta contra la moción de Trump para un perito especial.
«¿Pensaba que querían que se mantuvieran en secreto? preguntó. «¡Suerte que las desclasifiqué!».
Más tarde, Trump criticó al FBI por «engañar» al público con la foto, en otro posteo de Truth Social el miércoles.
«Parece que hay confusión en cuanto a la ‘foto’ en la que los documentos fueron arrojados descuidadamente al suelo y luego publicados con una fotografía para que el mundo los vea, como si eso fuera lo que el FBI encontró cuando irrumpió en mi casa», escribió Trump. No es así. Los sacaron de cajas de cartón y los esparcieron por la alfombra, haciendo que pareciera un gran «hallazgo» para ellos.
«Ellos los tiraron, no yo: muy engañoso», continuó Trump. «Y recuerden, no podíamos tener NINGÚN representante, incluyendo abogados, presentes durante la redada. Se les dijo que esperaran fuera».
El abogado constitucionalista Jonathan Turley ha dicho desde entonces que la foto podría dejar una «impresión engañosa«.
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