Yellen confronta el trato del régimen comunista a las empresas estadounidenses en su visita a China

Por Dorothy Li y Frank Fang
07 de julio de 2023 1:33 PM Actualizado: 07 de julio de 2023 1:33 PM

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, afirmó que China y Estados Unidos deben competir sobre la base de un «conjunto de normas justas», defendiendo las políticas de Washington frente a las continuas prácticas comerciales desleales del régimen comunista, en el segundo día de su viaje diplomático a Beijing.

Yellen hizo este comentario durante su primera reunión cara a cara con el nuevo primer ministro chino, Li Qiang, el viernes.

La jefa del Tesoro, en un discurso preparado, dijo que Estados Unidos busca una «competencia económica sana» con la China comunista que «no sea la de que el ganador se lo lleva todo, sino que, con un conjunto de normas justas, pueda beneficiar a ambos países con el tiempo», según una transcripción publicada por su departamento.

La Sra. Yellen defendió los esfuerzos de Washington para salvaguardar los intereses de seguridad nacional frente a las amenazas del régimen chino, señalando que estas medidas no deberían empeorar los lazos bilaterales.

«En determinadas circunstancias, Estados Unidos tendrá que emprender acciones específicas para proteger su seguridad nacional», declaró. «Y podemos discrepar en estos casos».

«Sin embargo, no debemos permitir que ningún desacuerdo conduzca a malentendidos que empeoren innecesariamente nuestra relación económica y financiera bilateral», afirmó.

Se espera que el comentario de Yellen decepcione al régimen chino. En una declaración publicada a primera hora del viernes, un funcionario del Ministerio de Finanzas declaró que Beijing espera que Washington adopte «medidas concretas» para mejorar los vínculos económicos y comerciales y crear un entorno favorable para el desarrollo. Añadió que «no hay ganadores de una guerra comercial ni de la desvinculación y las cadenas rotas».

El régimen chino puso en marcha nuevas restricciones a la exportación de galio y germanio, dos minerales fundamentales para la fabricación de semiconductores, antes de la llegada de la Sra. Yellen a Beijing, lo que los expertos consideraron una medida de represalia por las restricciones de Occidente a la tecnología de semiconductores a China.

Yellen criticó los nuevos controles a la exportación de Beijing durante una reunión con representantes de la comunidad empresarial estadounidense celebrada el viernes. La jefa del Tesoro también criticó el trato del régimen a las empresas estadounidenses, y dijo al grupo que estaba «especialmente preocupada» por las «acciones punitivas» de Beijing contra las empresas estadounidenses.

Yellen también mantuvo conversaciones con el ex viceprimer ministro chino Liu He y con el gobernador del banco central chino Yi Gang. Liu fue el principal negociador chino que firmó la primera fase del acuerdo comercial con la Administración Trump.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, habla durante una reunión con el primer ministro chino, Li Qiang (en la foto), en Beijing, el 7 de julio de 2023. (Mark Schiefelbein/Pool/AFP vía Getty Images)

Estas conversaciones formaban parte del viaje de cuatro días de la secretaria del Tesoro a Beijing, cuyo objetivo es impulsar canales regulares de comunicación con la China comunista.

Tras llegar a China el jueves, la Sra. Yellen declaró en Twitter que su viaje «presenta una oportunidad para comunicar y evitar la falta de comunicación o los malentendidos», ya que su objetivo es «profundizar la comunicación» con China «sobre una serie de cuestiones».

Sin embargo, su optimismo respecto a la mejora de los lazos bilaterales contrasta fuertemente con el de algunos republicanos, teniendo en cuenta que apenas unas semanas antes estuvo en China el secretario de Estado Antony Blinken, pero de aquel viaje no surgió ningún avance importante. El régimen chino se negó a aceptar la propuesta del Sr. Blinken de reanudar la comunicación militar directa.

«Después de que @SecBlinken abandonara Beijing con poco que mostrar de su viaje, redoblar la apuesta enviando a otros funcionarios del gabinete, como @SecYellen, sólo perpetúa este círculo vicioso: nos autocensuramos mientras el PCCh se aprovecha plenamente», declaró en Twitter el 6 de julio el representante Mike Gallagher (R-Wis.), presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre China.

Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur que aspira a la candidatura presidencial del Partido Republicano en 2024, cuestionó por qué el presidente Joe Biden enviaría antes al Sr. Blinken y ahora a la Sra. Yellen a China.

«Biden se desvive por quedar bien con China, y Xi Jinping se ríe de nosotros», escribió la Sra. Haley en Twitter el 6 de julio. «Debemos creer a nuestros enemigos cuando nos dicen quiénes son».

La representante Michelle Steel (R-Calif.), que forma parte de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC, por sus siglas en inglés), utilizó Twitter para pedir a Yellen que hablara desde una posición de fuerza.

«Durante su viaje a China, la secretaria Yellen tiene la oportunidad de corregir el rumbo y demostrar fortaleza, en lugar de la debilidad que la Administración Biden ha exhibido hasta ahora», escribió Steel el 6 de julio.

«Igualdad de condiciones»

Antes de reunirse con el Sr. Qiang, la Sra. Yellen habló con ejecutivos empresariales estadounidenses, diciéndoles que estaba comunicando sus preocupaciones a la parte china.

«Durante las reuniones con mis homólogos, estoy transmitiendo las preocupaciones que he escuchado de la comunidad empresarial estadounidense, incluido el uso por parte de China de herramientas no relacionadas con el mercado, como la ampliación de las subvenciones a sus empresas estatales y nacionales, así como las barreras al acceso al mercado para las empresas extranjeras», declaró en un texto preparado.

Yellen añadió que estaba «especialmente preocupada» por las medidas punitivas de las autoridades chinas contra empresas estadounidenses en los últimos meses.

El fabricante estadounidense de chips Micron Technology advirtió recientemente de que las sanciones chinas ponían en peligro un «porcentaje de dos dígitos» de los ingresos mundiales. En mayo, el regulador chino de ciberseguridad dijo que el fabricante de chips con sede en Idaho no había superado su revisión de seguridad, sin detallar qué riesgos había encontrado. Esa medida significa que los productos de Micron estarían prohibidos a las empresas chinas que gestionan proyectos de infraestructuras críticas.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, asiste a una mesa redonda empresarial con miembros de la Cámara de Comercio estadounidense en China, en Beijing, el 7 de julio de 2023. (Pedro Pardo/AFP vía Getty Images)

También expresó su preocupación por los nuevos controles de exportación de Beijing sobre el galio y el germanio, dos metales de los que China representa una parte considerable de la producción mundial.

«Todavía estamos evaluando el impacto de estas medidas, pero nos recuerdan la importancia de construir cadenas de suministro resistentes y diversificadas», añadió Yellen. Los metales son de vital importancia para la fabricación de semiconductores, que son diminutos chips que alimentan desde teléfonos móviles hasta vehículos eléctricos y sistemas de misiles.

TSMC, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo, con sede en Taiwán, ha declarado a Reuters que no espera que las restricciones a la exportación impuestas por China tengan «ningún impacto directo» en su producción.

«Siempre defenderé sus intereses y trabajaré para garantizar la igualdad de condiciones. Esto incluye la coordinación con nuestros aliados para responder a las prácticas económicas desleales de China», añadió Yellen.

La Cámara de Comercio Estadounidense en China, en su encuesta anual sobre el entorno empresarial en China publicada en marzo, identificó la protección de la propiedad intelectual (PI) en China como una de las principales preocupaciones entre sus miembros.

«Casi una cuarta parte de los miembros afirman que la inadecuada protección de la PI limita la inversión en China, siendo la dificultad para perseguir las infracciones de la PI y la insuficiente protección de la PI los dos principales problemas», dice la encuesta.

El 15 de junio, el Sr. Gallagher, la Sra. Steel y más de otros 20 republicanos de la Cámara de Representantes enviaron una carta al fiscal feneral Merrick Garland, solicitando una sesión informativa del Departamento de Justicia sobre sus esfuerzos para combatir el robo de PI en China. Escribieron en su carta que el robo de PI por parte de China cuesta a la economía estadounidense 600,000 millones de dólares al año.

La Sra. Yellen instó a Beijing a adoptar prácticas más orientadas al mercado, pero subrayó que Estados Unidos no tratará de desvincularse de China.

«Una desvinculación de las dos mayores economías del mundo sería desestabilizadora para la economía mundial», explicó.

«Abusos contra los derechos humanos»

Zhou Fengsuo, exdirigente estudiantil de Tiananmen en el exilio y fundador de la organización estadounidense sin ánimo de lucro Humanitarian China, cuestionó por qué la Sra. Yellen viajaría a China, dados los antecedentes del régimen comunista en materia de derechos humanos.

¿Por qué va Yellen a China cuando el «PCCh está cometiendo un genocidio» y el «gobierno de Hong Kong ofrece recompensas por los activistas extranjeros?», escribió Zhou en Twitter el 6 de julio.

«Su visita es necesaria para que [el] régimen del PCCh normalice sus abusos contra los derechos humanos y sus represiones transnacionales», continuó el Sr. Zhou. «Desvincular el comercio y la inversión de los derechos humanos fue el peor error del gobierno [estadounidense], no lo repitan más».

China ha utilizado la «lucha contra el extremismo» como pretexto para encerrar a más de un millón de uigures en su lejana región occidental de Xinjiang, donde los detenidos son sometidos a trabajos forzados, tortura, adoctrinamiento político, aborto forzado y otros tratos inhumanos en los campos de internamiento chinos.

Tanto la Administración Trump como la Biden han declarado formalmente que el trato de China a los uigures es «genocidio» y «crímenes contra la humanidad».

Los uigures no son el único grupo que está en el punto de mira en China. El PCCh también ha perseguido sistemáticamente a cristianos, practicantes de Falun Gong y tibetanos, así como a abogados chinos de derechos humanos.

En Hong Kong, la policía local ha emitido recientemente órdenes de detención y recompensas contra ocho activistas prodemocráticos exiliados, argumentando que han violado la ley de seguridad nacional del territorio. La medida ha suscitado críticas de funcionarios gubernamentales de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá.

Wang Yaqiu, investigador principal sobre China de Human Rights Watch, con sede en Nueva York, afirmó que las violaciones de derechos humanos cometidas por China no deberían quedar al margen de las conversaciones bilaterales entre China y Estados Unidos, en un tuit antes de que la Sra. Yellen llegara a China.

«No hay nada malo en hablar de negocios per se», escribió Wang el 2 de julio, «pero las conversaciones económicas con China no deben basarse en ignorar los abusos de Beijing, porque es precisamente por haber hecho eso durante 40 años por lo que ahora tenemos que enfrentarnos a un PCCh mucho más poderoso y agresivo».


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