La plataforma de video online, YouTube, ha comenzado a prohibir contenido que incluya información obtenida mediante el “hackeo”, y que «pueda interferir con los procesos democráticos, como las elecciones y los censos», anunció la compañía el 13 de agosto.
El anuncio de la plataforma, propiedad de Google, utilizó el ejemplo de «videos que contienen información hackeada sobre un candidato político compartidos con la intención de interferir en una elección».
No está claro cómo la compañía planea determinar si alguna información en particular fue hackeada, cuál es la intención detrás de incluirla, y qué califica como interferencia electoral.
Google no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico.
El objetivo más obvio de la política de Youtube parece ser evitar que se repita la publicación de Wikileaks en 2016 de los correos electrónicos presuntamente hackeados del Comité Nacional Demócrata y de la cuenta de John Podesta, el entonces jefe de la campaña electoral de Hillary Clinton.
El abogado especial Robert Mueller acusó a los agentes rusos de hackeo como parte de una investigación sobre la interferencia en las elecciones de 2016. Sin embargo, la política de YouTube no dice que el hackeo tenga que ser parte de una operación extranjera para que la información resultante sea prohibida.
El anuncio de YouTube se produce en medio de un aumento en el control de los contenidos por parte de Google y las empresas de redes sociales en el período previo a las elecciones. Los legisladores demócratas han abogado por un control más estricto, mientras que los republicanos se han quejado que las políticas se aplican de manera desigual y que a veces están diseñadas para frenar desproporcionadamente el discurso conservador.
Google ha defendido que sus productos están diseñados y operados para ser políticamente neutrales. Pero los documentos internos filtrados, así como también empleados que salieron al frente o fueron captados por cámaras ocultas, han indicado que la empresa está imponiendo una agenda política a sus usuarios en un esfuerzo de lo que un empleado describió como «prevenir la próxima situación de Trump».
En mayo, YouTube admitió que había estado eliminando de su sección de comentarios algunas frases chinas que criticaban al Partido Comunista Chino (PCCh). La compañía culpó de un «error» en los «sistemas de vigilancia» y declaró que hizo una investigación rápidamente del tema cuando lo supo. De hecho, ya había sido alertado sobre el tema en octubre de 2019, informó The Verge.
Mientras tanto, la administración Trump está presionando para que se despojen a las plataformas de Internet de algunas protecciones legales si se descubre que están controlando de mala fe el contenido de los usuarios, como cuando las restricciones de contenido son «engañosas, pretextuales o incompatibles con las condiciones del servicio de un proveedor; o (…) eliminadas luego de no proporcionar un aviso adecuado, una explicación razonable, o una oportunidad real de ser escuchado».
Mientras tanto, el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FCC) están investigando a Facebook, Google, Apple y Amazon por posibles violaciones de la ley antimonopolio.
Una asociación de 50 estados y territorios de Estados Unidos, liderada por el fiscal general de Texas Ken Paxton, también está analizando las prácticas de Google, mientras que una coalición bipartidista independiente de fiscales generales en ocho estados está analizando los posibles problemas antimonopolio con Facebook.
El Departamento de Justicia ha contratado desde entonces a litigantes externos como parte de sus análisis, lo cual indica que el departamento está preparando una demanda antimonopolio contra Google, de acuerdo a un reciente reportaje de Fox Business.
Bowen Xiao contribuyó a este artículo.
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