Dos funcionarios de la embajada china fueron «secretamente expulsados» por el gobierno de Estados Unidos por conducir a una base militar «sensible» en Virginia en el mes de septiembre, según un informe del 15 de diciembre del The New York Times.
Al parecer es la primera vez en más de 30 años que se expulsan diplomáticos chinos por presuntos actos de espionaje. Los oficiales estadounidenses creen que al menos uno de ellos era un agente de inteligencia que operaba «encubierto diplomáticamente», dijeron al periódico seis fuentes no identificadas familiarizadas con el asunto.
Los agentes llevaban a sus esposas con ellos mientras conducían a través de un puesto de control de entrada en la base militar a pesar de que se les negó el permiso. Al parecer evadieron al personal militar que los perseguía. Ellos dejaron de conducir solo después de que los camiones de bomberos les bloquearon el camino y afirmaron más tarde que estaban perdidos.
El Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional y la Casa Blanca no respondieron inmediatamente a las solicitudes de confirmación de las expulsiones a The Epoch Times.
Los funcionarios de la administración Trump han advertido cada vez más sobre los intentos de espionaje y vigilancia del régimen chino. En noviembre, Ajit Pai, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, advirtió sobre las redes 5G de China, describiéndolas como una «gran preocupación» para Estados Unidos que podrían abrir la puerta a la vigilancia, el espionaje y otros peligros.
El mes pasado, el director de tecnología de Estados Unidos, Michael Kratsios, advirtió en contra de que los países «abran sus brazos» a las empresas chinas en una infraestructura clave como la tecnología de redes 5G y la inteligencia artificial.
Funcionarios estadounidenses dijeron al The New York Times que en los últimos meses, los diplomáticos chinos se han «vuelto más atrevidos» al aparecer en instalaciones de investigación o gubernamentales sin previo aviso.
Los espías chinos representan ahora cerca del 90 por ciento de los perpetradores de casos de espionaje en Estados Unidos, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.
«Creo que entender la cultura y el propósito subyacente detrás de los objetivos de China es muy importante», dijo en una entrevista anterior a The Epoch Times Charity Wright, asesora de inteligencia sobre amenazas cibernéticas de IntSights, con 15 años de experiencia en el Ejército de Estados Unidos y la Agencia de Seguridad Nacional.
«China quiere ser la superpotencia del mundo y promover el PCCh [Partido Comunista Chino] a la cima. Ahora mismo, tienen una habilidad muy peligrosa para vigilar y censurar».
Semanas después del incidente en la base militar, el Departamento de Estado anunció el 16 de octubre restricciones más estrictas para limitar las actividades de los diplomáticos chinos, exigiéndoles que den aviso adicional antes de reunirse con funcionarios estadounidenses o visitar ciertas instituciones. La embajada china respondió en ese momento que las nuevas restricciones a los diplomáticos chinos «violaban la Convención de Viena».
«Hasta ahora, el lado chino no tiene requisitos similares para los diplomáticos y funcionarios consulares estadounidenses en China», afirmó la embajada china en una publicación de Twitter el 16 de octubre.
Funcionarios no identificados del Departamento de Estado dijeron al The New York Times que la nueva norma «se aplica a los funcionarios que trabajan en todas las misiones chinas en Estados Unidos y sus territorios, incluidas las de las Naciones Unidas».
Más del 80 por ciento de todos los cargos de espionaje económico presentados por fiscales federales desde 2012 implicaron a China, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que en noviembre pasado lanzó la Iniciativa China para combatir las amenazas planteadas por el espionaje chino y otras formas de infiltración en la sociedad estadounidense.
Desde enero de 2018, más de 30 casos de espionaje relacionados con China, incluyendo aquellos que involucran a oficiales de inteligencia chinos, ex oficiales de inteligencia estadounidenses, ciudadanos chinos y ciudadanos estadounidenses naturalizados de China, han sido noticia en los titulares.
El FBI tiene más de 1.000 investigaciones activas sobre el robo de propiedad intelectual, «casi todas ellas que conducen a China», dijo el director del FBI Christopher Wray, a los senadores estadounidenses en una audiencia en el Congreso en julio.
El ambicioso plan industrial «Made in China 2025» de Beijing, cuyo objetivo es transformar el país en una potencia manufacturera de alta tecnología para el año 2025, se dirige a 10 industrias para su desarrollo, incluyendo la robótica, aeroespacial y biotecnología.
Nicholas Eftimiades, ex alto funcionario de inteligencia de Estados Unidos y autor de «Operaciones de Inteligencia China», dijo anteriormente a The Epoch Times que ha compilado una base de datos de 464 casos de espionaje de China en todo el mundo, basados en procesamientos públicos.
«La mayoría de… [los casos] caen dentro de las tecnologías identificadas como ‘Made in China 2025′», dijo Eftimiades.
Al mismo tiempo, China está erosionando la superioridad militar y la disuasión convencional de Estados Unidos mediante la integración de sistemas de inteligencia artificial (IA) en sus estrategias, operaciones y capacidades militares, advirtió en noviembre una comisión federal independiente de Estados Unidos, y agregó que Estados Unidos necesita aumentar la inversión en la tecnología y aplicarla a las misiones de seguridad nacional.
La reportera del Epoch Times, Cathy He contribuyó a este informe.
Siga a Bowen en Twitter: @BowenXiao
****
Descubra a continuación
El Instituto Confucio es ‘peligroso’ y un ‘centro de espías’, dice un experto
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.